Macri le bajó el pulgar al cine Aconcagua

El diario La Nación publicó el domingo una nota de Alejandro Cruz titulada “Cinema Paradiso, sin final feliz” en la que trata el veto del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, al proyecto de ley para expropiar el predio del Cine Aconcagua y ponerlo en valor para que se desarrollen actividades culturales. Lea la nota:

Cinema Paradiso, sin final feliz
El gobierno porteño vetó un proyecto de ley para recuperar el cine Aconcagua
(Alejandro Cruz – La Nación, domingo 15 de enero de 2012, sección Espectáculos)

(Foto: www.cineaconcagua.com.ar)

"No quiero templos ni cosas raras, los cines de barrios deben ser recuperados para el cine o para el teatro. La cuestión es armar algo razonable para que vuelvan a funcionar salas como El Plata, el Gran Rivadavia y el Aconcagua. Que los vecinos se queden tranquilos, los cine-teatros no pueden ser demolidos porque los protege una ley nacional", dijo en abril de hace dos años el ministro de Cultura de la ciudad, Hernán Lombardi, al diario Clarín.

Coherentes con esa línea de pensamiento, el 24 de noviembre pasado los legisladores porteños votaron, por mayoría (45 sobre 53), para que el predio ubicado en Mosconi 3360 sea expropiado y puesto en valor para que allí se desarrollen actividades culturales. Esa tarde, los vecinos de Villa Pueyrredón festejaron. Pero no, no había que quedarse tranquilo.

Es que el 29 de diciembre, el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, vetó ese proyecto de ley. Por esa razón, anteayer por la tarde, vecinos de la zona se reunieron en la puerta del Aconcagua para expresar su repudio a la decisión del gobierno.

Según el Boletín Oficial, Macri vetó el proyecto porque la sala "se encuentra ubicada en la comuna 11, donde ya existen centros culturales dependientes del gobierno de la ciudad". También dice "que se estima conveniente priorizar la creación de centros culturales en otras zonas de la Ciudad". Según consigna en la página oficial del gobierno, en la zona hay dos bibliotecas y un centro cultural, el Devoto, que ofrece cursos y talleres. En ninguno de los casos, se dispone de una sala con capacidad para 1200 personas. "Lo que sabemos es que a 20 cuadras a la redonda acá no tenemos ningún cine, ningún centro cultural. En la década del 50 había en este radio 3 cines con capacidad para 3500 personas; ahora, nada y somos 400.000 personas las que vivimos en toda esta zona. La cultura es nuestro derecho y por eso vamos a seguir luchando. Ya pedimos una audiencia con Lombardi, es tiempo de sentarnos a charlar y que nos expliquen el motivo del veto", refuta José Luis Alasina, de la Asociación Civil Aconcagua.

En otros años, el cine fue parte fundamental en la movida cultural de Villa Devoto y Villa Pueyrredón. En sus épocas de esplendor, los sábados y domingos presentaba tres películas en continuado. Cerró en 1996 y, como tantas otras salas, pasó a ser un templo evangelista. Tres años después, el templo también cerró. En un verano como el actual, pero de hace dos temporadas, un pibe de 16 años decidió decir basta. El pibe, que nunca tuvo la posibilidad de entrar al Aconcagua, se llama Román Bonani. Armó una página en Facebook. La llamó "Para que el cine Aconcagua vuelva a ser lo que alguna vez fue". O sea, eso que, seguramente, alguien le contó que había sido y que él sabe que se la está perdiendo. Más que eso: que sabe que todo el barrio se lo está perdiendo. Ahí Román tomó contacto con Aldo Paz, del Centro de Jubilados Juvenilia, y la movida fue creciendo. Entonces, comienzan a recolectar firmas: una, dos, tres, catorce, tres mil quinientas firmas. Así se creó la asociación civil para encauzar el reclamo, para imaginar modelos de gestión, para soñar, quizá, con reponer la película Arco Iris con la que, un 5 de noviembre de 1945, abrió el Aconcagua.

El tema ahora deberá ser evaluado por la Comisión de Asuntos Constitucionales mientras, en el barrio, la gente hace escuchar su voz. Quieren cine, sencillamente.

LAVALLE, LA CALLE DE LOS TEMPLOS

Durante décadas, el cine Aconcagua, como otras tantas salas que estaban distribuidas por los barrios, en nada tenían para envidiar a las salas de Lavalle. Claro que, hoy en día, la que supo ser las calles de los cines genera ya muy poca envidia.

Anteayer, mientras varios vecinos de la zona copaban la parada del Aconcagua protestando por el reciente veto del gobierno de Macri, en el corazón de Lavalle mucha gente se juntaba en el cine Atlas Lavalle para escuchar al evangelista Juan Bautista, que enseñaba a "vencer a sus enemigos ocultos". Es que, desde hace poco, el Atlas ahora está en manos de la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios, un desprendimiento de la Iglesia Universal de Dios que funciona a una cuadra de allí.

Así es como ese magnífico edificio construido por los arquitectos Alberto Prebisch y José Luis Cuesta está en manos de pastores evangelistas. Lo más paradójico de todo es que es "casi" una buena noticia ante la infinidad de salas que se tiraron abajo o que fueron tan modificadas sus fachadas como sus interiores que ya no queda nada del diseño original.

Fuente:
Diario La Nación, domingo 15 de enero de 2012, sección Información General
Nota: “Cinema Paradiso, sin final feliz

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