La fuerza porteña realizó cinco allanamientos en forma simultánea en el sur de la Capital. La investigación duró seis meses y se originó por la muerte de una trabajadora por tuberculosis. Hubo cinco detenidos.
La Policía Metropolitana rescató a 25 personas que eran esclavizadas en cinco talleres clandestinos del sur de la Capital Federal tras realizar los allanamientos en forma simultánea. Se encontraron armas y drogas y hubo cinco detenidos.
Según informó la fuerza porteña en un comunicado, los cinco allanamientos realizados por la división Delitos y Sumarios tuvieron lugar en Villa Lugano y la Villa 20, y las 25 personas rescatadas eran de nacionalidad boliviana, como también los detenidos, acusados de ser presuntamente los responsables de los talleres. Además, se encontraron armas, un silenciador casero, proyectiles, droga, diez mil pesos y dólares, que se presumen falsificados, elementos propios de un taller textil, contratos, cuadernos con anotaciones, comida, etiquetas y muestras de prendas de vestir, entre otros elementos probatorios.
La investigación, que duró seis meses, se originó a raíz de la muerte por tuberculosis en el hospital Vélez Sársfield el 17 de noviembre pasado de una trabajadora de nacionalidad boliviana que residía en una de las casas. Según los médicos, la mujer ingresó con “síndrome de impregnación (la fase final de enfermedad terminal), con fiebre desde hace un año, sudoración nocturna, bajo peso (pesaba 20 kilos menos de lo que debería) y anemia”.
El padre de la mujer fallecida dio los primeros indicios del lugar donde la tenían cautiva con fines de explotación laboral. Con ese dato, se realizó vigilancia, seguimientos, filmaciones y se logró identificar a dos presuntos dueños. Y se observó a una camioneta Mercedes Benz Sprinter y una Hyundai en un recorrido repartiendo bultos con telas, recortes y prendas, por las casas que luego fueron allanadas.
El informe policial reveló que “se logró demostrar que las víctimas esclavizadas vivían en una constante situación de hacinamiento, sin acceso a la higiene básica, pésimas condiciones de salubridad y falta de descanso adecuado”. Además, señaló “restricciones a la libertad ambulatoria, al punto que dentro de unos talleres funcionaba un kiosco improvisado, que era regenteado por los propios empleadores, donde le vendían todo tipo de golosinas a los empleados, como así también el cobro de la comida que estos consumían”.
En todos los procedimientos participó personal de la Dirección Nacional de Migraciones y del Ministerio de Trabajo. Según indicó el comunicado, algunos de los trabajadores liberados estaban residiendo informalmente en el país.
Los detenidos y el material secuestrado fueron trasladados a dependencias de la Policía Metropolitana, y quedaron a disposición de la Justicia.
En la causa interviene el Juzgado Nacional en lo Correccional y Federal número 3, a cargo de Daniel Rafecas, ante el secretario Sebastián Ramos.
Nota con despachos de agencias Télam y Noticias Argentinas
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