Dos apariciones de David Trezeguet, en el momento justo y en el lugar indicado, le dieron hoy a River el ansiado ascenso, ese que sus hinchas esperaban tras 363 días de una pesadilla de la que buscaban despertar de una vez por todas. El club de Núñez ganó 2 a 0, ambos tantos en el segundo tiempo, a Almirante Brown en un partido intenso.
El remate de Trezeguet, la figura del partido, que terminó en gol (Foto: Télam)
La figura del partido fue el delantero franco-argentino David Trezeguet, que anotó a los 4 y los 43 minutos del segundo tiempo. Podría haber sido triplete, pero el arquero César Monasterio le atajó un penal a los 39 de la misma etapa.
Así, el “millonario” sumó 73 puntos y se coronó campeón del Torneo de ascenso de la B Nacional. Quilmes cosechó 72 unidades y también ascendió de manera directa a la máxima categoría al vencer a Guillermo Brown de Puerto Madryn por 2 a 0.
En el Monumental, el partido fue tenso, tensión que se percibía desde las tribunas. Había 50 mil almas viviéndolo. La expectativa era inmensa.
Alejandro Domínguez, el Chori, intentó ponerse el equipo al hombro, asociarse con el venezolano César “Maestrico” González y Fernando Cavenaghi, en tanto que Trezeguet buscó complicar a los centrales del equipo de Isidro Casanova. “La Fragata” estuvo ordenada desde el punto de vista táctico, los de Núñez no podían hacer mucho en ese contexto y por momentos la defensa local tuvo complicaciones por parte de los delanteros del equipo dirigido por Blas Giunta.
Para el complemento, el técnico de River, Matías Almeyda, hizo cambios: entró Ocampos por César González, y Rogelio Funes Mori por Cavenaghi. Los cambios fueron efectivos: a los 4 minutos del complemento Trezeguet combinó con Funes Mori y el delantero franco-argentino con un zurdazo puso en ventaja al “millonario”. Pero Funes Mori estaba en off side.
El entrenador optó por un 4-4-2 para poner el foco en controlar la pelota y evitar sorpresas por parte de Almirante Brown. Hacia el final del partido, puso en el campo de juego a Aguirre por el Chori Domínguez. Ese cambio también fue fructífero, ya que a los 37 minutos de la segunda mitad Aguirre fue derribado por Jesús Nievas y el árbitro Alejandro Toia cobró penal, que pateó Trezeguet y se lo atajó Monasterio.
Luego, Funes Mori ganó un balón en ataque y cedió el balón a Trezeguet y que mediante un suave remate decretaba el 2 a 0 y la puerta a la Primera División se abría.
Terminado el partido, la alegría estalló en el Monumental. Abrazos interminables entre los jugadores, las lágrimas de Almeyda, y algunos hinchas que lograron entrar al campo de juego. Y los festejos pasaron luego del estadio al Obelisco, donde muchos simpatizantes se reunieron en este emblemático lugar de la Ciudad.
River transitó un duro camino a lo largo de las 38 fechas del torneo de ascenso, pero siempre estuvo en los primeros puestos de dicho campeonato. La definición fue apasionante, con cuatro equipos que tenían posibilidades de llegar a la máxima categoría: River y Quilmes, que lo lograron, y Rosario Central e Instituto, aunque estos dos últimos jugarán la promoción con dos equipos de primera división (a confirmar según la definición de mañana) luego de caer 3 a 2 ante Sportivo Desamparados y 3 a 0 ante Ferrocarril Oeste, respectivamente.
Los hinchas de River vivieron esta temporada en la segunda división como un calvario. Y jugadores que estuvieron y están en el corazón de simpatizantes se sumaron al plantel para sacarlo de esa situación: Fernando Cavenaghi llegó del francés Burdeos y Alejandro Domínguez, del español Valencia y David Trezeguet se sumó el pasado diciembre.
En su paso en el ascenso, que acaparó la atención no sólo de los hinchas millonarios sino de los amantes del fútbol, el club de Núñez revolucionó cada provincia que visitó a lo largo del torneo. Y enfrentó a rivales que nunca tuvieron la posibilidad de recibir un club con tanta historia.
Luego de un año, River vuelve a la máxima categoría del fútbol argentino, categoría que jamás debió haber perdido y que dejó durante 363 días por una suma de malas campañas desde 2008 que habían determinado su retroceso en la tabla de promedios y las pésimas administraciones a nivel institucional.
En definitiva, River, los jugadores, su gente, celebraron un título de un torneo que nunca creyeron que iba a jugar en sus 111 años de historia.
Nota con despachos de agencias Noticias Argentinas, Reuters, AP, AFP y EFE
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