El subsecretario de Gobierno porteño, Ezequiel Sabor, y el secretario adjunto de los metrodelegados, Néstor Segovia, coincidieron ayer en distintas declaraciones en que la Casa Rosada intervino para destrabar el paro en el subte, tras diez días de paro, pero discreparon sobre los destinatarios de los mensajes del Gobierno Nacional.
“Sí, yo creo que el Gobierno nacional participó. No me consta exactamente en qué medida ni qué actores participaron, pero entiendo que hubo algunas llamadas para destrabar este conflicto”, señaló Sabor.
El funcionario capitalino vinculó esos llamados a los metrodelegados, quienes dijeron que no tienen “dudas” de la intervención de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) para la resolución del conflicto, aunque negaron haber sido los destinatarios de esos mensajes.
“Entiendo que el sector de delegados estuvo reunido en la Casa Rosada; ésa es la información que tenemos”, aseveró Sabor, en declaraciones a distintas radios. Y agregó que “una negociación con tantas partes y conflictos cruzados, en la que ninguno aportara ningún tipo de solución, sin ceder nada, se complicaba”.
“La situación, laboralmente, no era tan compleja, pero había otros intereses que hicieron que las partes estuvieran muy rígidas y no estuvieran dispuestas a ceder”, evaluó Sabor con respecto al conflicto.
Sobre la posibilidad de que su participación en las tratativas con los gremialistas y Metrovías signifique que la Ciudad acepta el traspaso del servicio, Sabor aclaró: “Actuamos como autoridad de Trabajo, lo que emana de la Constitución de la Ciudad, y esto se hizo solamente en el marco de una orden judicial. Así que esto no implica el reconocimiento de que los subtes sean nuestros”.
Asimismo dijo: “Esto fue extraordinario porque nosotros pudimos actuar en la negociación de convenio colectivo y salario porque lo ordenó la jueza López Vergara. Esto claramente es una atribución que tiene el Ministerio de Trabajo de la Nación, donde de hecho se empezó a tratar este conflicto en enero".
Sabor insistió que la Ciudad no tiene “injerencia en el conflicto laboral colectivo ni en las paritarias ni en el tema de salarios: ésta es una atribución que debe tener y se debe tratar en el Ministerio de Trabajo de la Nación#.
Por su parte, Segovia afirmó: “Estoy convencido de que la CNRT le dio el ok para que firme la UTA y Metrovías, que decía que no tenía plata y después terminó aceptando”. Asimismo expresó que se terminó firmando “lo que planteamos el primer día”.
El secretario adjunto de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) reveló que durante la negociación una de los principales obstáculos para resolver el conflicto fue que la concesionaria Metrovías y la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que es el otro gremio con injerencia en el subterráneo, no quería abonar los días de paro a los metrodelegados.
“Los días caídos la empresa y la UTA no los quería pagar. Por suerte encontramos la salida con este pago extraordinario y ellos van a pagar pero van a ver de dónde consiguen los fondos”, detalló el también delegado de la línea C.
Un detalle no menor: los metrodelegados aclararon que la medida de fuerza simplemente está “suspendida”, ya que el acuerdo firmado no los “convenció”. Según precisó la AGTSyP, el acuerdo logrado a última hora del lunes consta de “mejoras en las condiciones de trabajo, modificaciones en el régimen de licencias y un reordenamiento en los niveles salariales que permiten destrabar este conflicto”.
Los trabajadores agrupados en esa entidad volvieron a sus puestos, pero dejaron en claro que próximamente solicitarán retomar el diálogo con la empresa para resolver la negociación paritaria “vencidas desde el 28 de febrero pasado”. En ese sentido, Segovia detalló: “Esta semana vamos a seguir llamando a la Subsecretaría de Trabajo porteña para pedir que queremos seguir discutiendo. Si bien Ezequiel Sabor dice que se cerró, para nosotros todavía no”.
Desde Casa Rosada, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, sostuvo que el conflicto del subte se solucionó en el “ámbito correspondiente”, en referencia al Gobierno de la Ciudad.
“Hay que lamentar que se haya demorado diez días en usar las competencias que le corresponden como autoridad local (al Gobierno porteño). La empresa (Metrovías) funciona en la Ciudad de Buenos Aires y el convenio colectivo también está en la Capital Federal”, dijo a la prensa el titular de la cartera laboral nacional.
Tomada añadió que “estaba claro que la ley establece que la Subsecretaria de Trabajo porteño, como autoridad competente, se tenía que hacer cargo” del acuerdo gremial.
Consultado sobre la negativa de los metrodelegados a aceptar la conciliación obligatoria dictada el jueves pasado por la Ciudad, el funcionario de Casa Rosada explicó que la conciliación obligatoria “es una suerte de paz impuesta que establece la legislación de nuestro país y que debe ser acatada por empresarios y trabajadores”.
El servicio volvió, pero el escenario no cambia
Luego de diez días de paro, que marcó un récord olímpico de paciencia para los usuarios del subterráneo y que debieron volcarse a otros medios de transporte, que a su vez llevó que el ya complicado tránsito porteño colapsara, el servicio volvió a funcionar pero los metrodelegados advirtieron que es posible que en los próximos días la frecuencia empeore porque no saldrán las formaciones que no estén en condiciones.
La decisión que llevarán a cabo los metrodelegados se sumará a la quita de veinte trenes que decidió Metrovías semanas atrás por falta de inversiones.
“Tenemos 20 formaciones menos, que siguen estando afuera. En los talleres no tenemos repuestos y creo que durante estos días no va a haber paro, pero si no hay repuestos no van a poder salir los trenes”, aseguró Segovia. Y agregó que “no vamos a sacar formaciones que no están en condiciones, entonces va a haber problemas con la frecuencia del servicio”.
Con relación a la accidentada transferencia del subterráneo desde la Nación a la órbita capitalina, la vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal, opinó que “lo razonable es resolver el traspaso” del servicio “a través del diálogo” y pidió que “cada parte ceda un poco”.
“Si queremos que la gente viaje segura y bien, sentémonos todos a una mesa”, reclamó Vidal, que acusó al Gobierno nacional de “cerrar las puertas, no contestar, agraviar a (Mauricio) Macri”.
La funcionaria insistió en declaraciones radiales que la Ciudad podría “hacerse cargo de una parte de las inversiones en obras de infraestructura que no se hicieron en el subte y que son imprescindibles para la seguridad y para eso nos deberían autorizar a endeudarnos”.
Vidal remarcó: “Ya hemos dicho que no vamos a aceptar un traspaso sin resolver las cuestiones de inversiones que hacen a la seguridad de la gente”.
A su entender, “hay dos maneras de resolver el traspaso”, pero resaltó que “lo razonable es a través del diálogo, asumiendo que cada parte esté dispuesta a ceder algo”. Y añadió: “Lamentablemente, hasta ahora, no ha sido posible. La otra manera es que lo defina la Justicia, donde hay causas iniciadas. La discusión está muy trabada y eso perjudica a la gente”.
Nota con despachos de agencias Télam y Noticias Argentinas
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