Para la UTA, sin los fondos de Nación y Ciudad, el subte “se para solo”. En cambio, para los metrodelegados, “no hay por qué pararlo”, y no descartan nuevas medidas de fuerza. Pero ambos coinciden en que el gobierno porteño debe hacerse cargo del medio de transporte.
Luego de que el Gobierno Nacional y el de la Ciudad anunciaran que no incluyeron partidas para el subterráneo en su Presupuesto 2013, los gremios de este medio de transporte dieron sus impresiones en torno al futuro del servicio. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) alertó que la falta de subsidios llevaría a que el subte “debería cerrar”, en tanto que la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP) considera que “lo último es cerrar el subte”.
El titular de la UTA, Roberto Fernández, señaló ayer sobre el panorama que se vislumbra para el subte para el año que viene: “Nosotros queremos denunciar que la empresa sólo con la recaudación y sin subsidio de la Nación y tampoco de la Ciudad, se para sola”.
Por su parte, la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP), expresó que la declaración de la UTA respondió a un pedido de subsidios para la empresa concesionaria, Metrovías, del grupo Roggio. “No hay por qué parar el subte. La empresa tiene otra alternativa, lo último es cerrar el subte. Nosotros decimos que sí está hecho mierda, pero si digo lo mismo que Fernández le pido subsidios a Metrovías”, opinó el metrodelegado Néstor Segovia.
Y añadió: “Tenemos que mantener esa independencia, no tenemos porqué alarmar, sí advertir a la sociedad de que puede haber un lock out patronal cuando la empresa diga que no hay subsidios, porque va a poner en riesgo a los trabajadores”.
Quien también analizó la situación es el secretario general de la AGTSyP, Roberto Pianelli: “El grupo Roggio sabe defenderse, lo vivimos en carne propia y va a generar un conflicto antes de fin de año”. Y lo graficó: “Va a decir: ‘Mire, no podemos pagar o sobra gente’. Alguna cosa va a provocar, porque nosotros somos el sector más sensible”. Ante tal contexto, el dirigente gremial no descartó posibles nuevas medidas de fuerza.
“El subterráneo fue siempre de la Ciudad, es base de la Ciudad, sino hay que preguntarle a (el presidente de Subterráneos de Buenos Aires, SBASE, Juan Pablo) Piccardo a qué se dedica”, sostuvo Pianelli, al poner el foco en la responsabilidad del gobierno capitalino con respecto al medio de transporte.
Lo cierto es que, con un día de diferencia, la Nación y la Ciudad confirmaron que no estipularon en el Presupuesto 2013 los 352 millones de pesos que aportaban en concepto de subsidios. Esto llevaría a que, en principio, Metrovías no reciba las partidas necesarias para el pago de sueldos y el mantenimiento del servicio, entre otras cosas.
Ante tal panorama, Fernández dijo que “lo que recauda la empresa Metrovías no alcanza para pagar los sueldos de los trabajadores”, y que “los costos que hay son grandes, se necesitan 90 millones de pesos mensuales para cubrir los gastos y se recaudan 50 millones, quedan 40 millones de pesos”.
El sindicalista dijo que recurrirá a la Justicia para denunciar esa situación y pedirá una audiencia con el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. Y advirtió que, de mantenerse esta situación crítica, va camino a que “se pare sólo el subterráneo”. En declaraciones radiales sostuvo que “Metrovías no puede cubrir con la recaudación los costos que tiene, ni pagar los sueldos de los trabajadores”.
Además, manifestó que “está todo para que la Ciudad de Buenos Aires se haga cargo” porque si la empresa “se llega a retirar de la concesión, las instalaciones, los trenes, todo pertenece al Gobierno porteño automáticamente”.
A fin de cuentas, con la decisión de Nación y de Ciudad de no subsidiar más el subte desde el año que viene, también se avizoran nuevos ajustes en el precio del boleto, que en enero de este año pasó de costar 1,10 pesos a 2,50 pesos. Tal incremento se dio a raíz de que, si bien la Nación se había comprometido a poner por un año la mitad de los subsidios para mantener el precio del boleto en 1,10 pesos, el gobierno porteño optó por compensar el otro 50 por ciento con esa alza tarifaria que llevó el boleto a 2,50 pesos.
Y lo que parece inevitable es que, cuando ya no haya subsidio otorgado por Casa Rosada, el precio del boleto sufra un nuevo aumento.
Nota con despachos de agencias Télam y Noticias Argentinas
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