La concesionaria puso de manifiesto su posición en torno al traspaso del servicio de la Nación a la órbita de la Ciudad al señalar que “el subte es porteño” y exigen que se cumpla el acta acuerdo.
La concesionaria del servicio de subterráneos Metrovías informó sobre el traspaso de fondos y la situación de la empresa: ya recibió por parte de la Ciudad 123.440.000 de pesos acumulados al mes de agosto y que, de forma mensual, el Gobierno Nacional deposita en una cuenta del Banco Nación. Pero le reclama al Ejecutivo porteño que cancele su parte de la deuda de más de 150 millones de pesos por subsidios acordados en el acta de transferencia.
La compañía sostuvo en un comunicado que la transferencia de fondos del Gobierno porteño a Metrovías dio cumplimiento a una decisión judicial y que esos fondos acumulados son producto de lo firmado entre Nación y Ciudad en el acta de traspaso del pasado 3 de enero.
“Esta medida le permitió a la empresa reducir el déficit que, a ese mes de agosto, ascendía a 277 millones de pesos. Todavía está pendiente que el Gobierno de la Ciudad cancele su parte de la deuda en concepto de subsidios acordados en la misma Acta, que a la fecha asciende a más de 150 millones de pesos”, puntualizó el escrito.
La empresa explicó que con esos fondos transferidos de manera rápida se cumplió lo acordado con los trabajadores, luego del extenso paro del mes pasado, y se comenzó a implementar el proceso de mantenimiento necesario para reincorporar al servicio las veinte formaciones retiradas en julio por no presentar los parámetros operativos necesarios.
Asimismo, señaló que esa incorporación de formaciones y la recuperación de la oferta de servicio se realizará de forma “progresiva” y que se difundirán “los avances”, y expresó –a modo de reseña- que en 18 años de concesión se realizó “un importante nivel de inversiones”. “Se produjo un salto como medio de transporte. Se duplicó la cantidad de pasajeros transportados mediante la recuperación del material rodante, la incorporación de nuevos coches, el reemplazo de los viejos sistemas de señales y las vías de la red, lo que mejoró la regularidad y la confiabilidad del servicio”, agregó.
No obstante, la empresa se lamentó porque en “los últimos meses comenzaron a resentirse” algunas de esas mejoras producto de la situación económico-financiera de la empresa, “generada por la interrupción del traspaso del Subte a la Ciudad”.
“No hay margen para continuar perjudicando a miles de pasajeros que utilizan el subterráneo de forma diaria. Confiamos en que en los próximos días se alcance una solución definitiva al traspaso. La política de transporte de la Ciudad de Buenos Aires ha propuesto innovaciones a los vecinos y ha creado nuevos modos de movilidad urbana. El Subte, que es un eje central de esta movilidad, debería integrar esa planificación y desarrollo” aseveró.
Y concluyó con una frase en la que queda aún más evidenciada la posición de la empresa: “El Subte es porteño”.
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