Cientos de miles de personas salieron masivamente a la calle en la Capital Federal, el Conurbano bonaerense y distintos puntos del interior del país para protestar contra las políticas del Gobierno Nacional, en especial los problemas de inseguridad, la inflación y el rechazo a una eventual re-reelección de la presidenta Cristina Kirchner, en una movilización que fue convocada a través de las redes sociales.
En la Ciudad de Buenos Aires, quienes se manifestaron –sobre todo de barrios del norte- habían sonar sus cacerolas o cualquier objeto que hiciera ruido, y portaban banderas argentinas. El epicentro de los reclamos en la Capital fue el Obelisco. Y si bien no estaba previsto llegar a la Plaza de Mayo, la multitudinaria convocatoria en la Plaza de la República, en Corrientes y 9 de Julio, hizo que un gran grupo de gente se dirigiera hacia las inmediaciones de la Casa Rosada.
Los que optaron por no marchar hacia el Obelisco, permanecían en las esquinas en las que algunas columnas comenzaban a concentrarse, como Santa Fe y Callao, Cabildo y Juramento, y Acoyte y Rivadavia, entre otras. En esta última, hubo algún incidente cuando un hombre que apoyaba la gestión kirchnerista fue golpeado por algunas personas que caceroleaban luego de que los insultara y criticara. Algo similar ocurrió en Nazca y Rivadavia, en Flores, cuando un automovilista gritó “Vamos Cristina”, lo que le costó que tiraran unos piedrazas al vehículo, que terminó con el vidrio del parabrisas roto.
Había carteles de todo tipo, algunos escritos a mano, otros impresos y más elaborados, con los que se repudiaba la gestión de la mandataria: “No a la re-re elección”, ¿Porqué la Presidenta no habla de la inflación”, “Ni Clarín, ni Cristina, nuestra Patria es Argentina”, “Alternancia boba NO. Respeto a la Constitución”, “Seguridad”, “Basta de corrupción”, “Basta de mentir”, “No hay apagón, sino sensación de oscuridad” (en referencia al inmenso corte de luz de ayer ocurrido en Capital y el GBA). Y no faltaron los que recurrieron al humor y al ingenio, como un joven que expresó en una pancarta “Yo la vote, pero siempre fui un pelotudo eligiendo minas”.
También se repartían panfletos que decían “#8N: yo me movilizo en defensa de nuestras libertades y derechos consagrados en nuestra Constitución Nacional”.
Por otra parte, como en cada ocasión en la que se concentra gran cantidad de personas, aparecieron los vendedores ambulantes, que vendían cotillón y remeras con frases en sintonía con la protesta, e incluso algunas que tenían una K con el dibujo de prohibido, como si se tratara del prohibido estacionar.
Apenas pasadas las 20, la avenida 9 de Julio en sentido norte quedó completamente ocupada por quienes se manifestaban. Una gran bandera argentina de 200 metros de largo partió desde Santa Fe y Callao hacia el Obelisco.
En las movilizaciones hubo presencia de algunos dirigentes de la oposición, como los diputados nacionales del PRO Federico Pinedo, Paula Bertol y Jorge Triaca, su par de Unión por Todos Patricia Bullrich, los ministros macristas Néstor Grindetti y Daniel Chaín, entre otros. En tanto que la agrupación La Solano Lima, vinculada a la fuerza política de Mauricio Macri, repartía camisetas con el eslogan “8N, Yo estuve”.
Este cacerolazo tuvo un número de manifestantes notoriamente mayor al del pasado 13 de septiembre, en los que se realizaron los mismos reclamos que ayer. Según cálculos de la Policía Metropolitana difundidos por el Gobierno porteño, en esta ocasión hubo 500 mil personas en el Obelisco y en los alrededores de la Plaza de Mayo, y 200 mil que se reunieron en varias esquinas y plazas de los barrios de la Capital, que en suma resultan 700 mil personas. Sin embargo, por la noche, el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, dijo que se movilizaron “dos millones de personas” y consideró que fue “la manifestación más grande de la historia de la Argentina”.
La protesta también tuvo lugar frente a la Residencia Presidencial de Olivos, en la zona note del Conurbano.
También se replicó en el interior del país, en ciudades como Rosario, con epicentro en el Monumento a la Bandera. Y en Córdoba, en el Patio Olmos. Asimismo, en Santa Fe, San Miguel de Tucumán, Salta, Mendoza y Bahía Blanca la gente se convocó para expresar su descontento con las políticas del Gobierno Nacional.
Y hubo movilizaciones también en el exterior, en ciudades como Sidney, Londres, Madrid, entre otras.
Algunos periodistas agredidos en la protesta
Si bien no hubo grandes incidentes en las movilizaciones, salvo hechos aislados, algunos periodistas fueron agredidos mientras trabajaban en la cobertura de lo que acontecía.
El cronista de C5N Néstor Dib fue golpeado por un joven mientras dialogaba con sus colegas de piso Fabián Doman y Antonio Laje. El agresor fue detenido por efectivos de la Policía Federal. También fueron agredidos el cronista de Telefe Alejandro Isturiz y el equipo del programa Duro de Domar.
Nota con despachos de agencias Noticias Argentinas, Télam, EFE, AFP y Reuters
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