En un día de agobiante calor en el que hubo baja presión de agua, un gigantesco apagón dejó sin luz a tres millones de personas, colapsó el sistema de semáforos, el tránsito estuvo imposible y el servicio de subtes se vio interrumpido. Y ni caminar se podía: aún hay en las veredas bolsas de basura acumuladas con un olor insoportable.
La Ciudad era un horno, con una sensación térmica que llegó a los 36 grados. Refrescarse estaba complicado porque en varios barrios había baja presión de agua, o directamente no había suministro. Si el alivio llegaba a través de un ventilador o un aire acondicionado, a la tarde no pudo ser porque un gigantesco apagón afectó a una gran parte de la Capital y el Conurbano, que además hizo imposible moverse por las calles en plena hora pico de regreso porque quedaron fuera de servicio miles de semáforos, y el subte se vio interrumpido. Y para colmo de males, en las veredas aún quedaban bolsas de basura acumuladas con un olor insoportable. Ayer no estuvo bueno Buenos Aires.
Si bien los cortes de luz se vienen registrando desde el pasado fin de semana en algunos sectores de la Capital y el Gran Buenos Aires, el de ayer por la tarde fue de una inmensa magnitud. Y, como además de la falta del servicio, el clima no ayudaba, algunos grupos de personas protestaron en las diversas calles de los barrios afectados, a escasas horas de que se produzca el cacerolazo del denominado “8N”.
El grave problema afectó a las distribuidoras Edesur y Edenor. Las zonas afectadas fueron partes de Almagro, La Paternal, Colegiales, Belgrano, Núñez, Coghlan, Saavedra, Caballito, Villa Crespo, Villa Lugano, Parque Chacabuco, Balvanera, Montserrat, Barracas, Liniers, San Telmo y Nueva Pompeya, entre otros barrios, de acuerdo a lo reportado por los usuarios a través de las redes sociales, gracias a la telefonía celular.
Fuera de la Capital, hubo dificultades con la provisión del servicio en La Matanza, principalmente en localidades como Ramos Mejía, Isidro Casanova y Gregorio de Laferrere. También en Lomas de Zamora, Monte Grande, Ezeiza y Pacheco.
Entrada la madrugada, algunas partes de Caballito y Villa Crespo, por ejemplo, en Parque Rivadavia y Estado de Israel y Aguirre, respectivamente, aún no tenían reestablecida la electricidad.
Edesur adjudicó el corte a una “doble falla” en líneas de alta tensión, cuyo desperfecto se produjo en una red que trae energía desde Bosques, en Florencio Varela, a la Costanera. La empresa espera tener solucionado el problema para hoy. Tampoco hubo luz en Casa Rosada, el Congreso y la Legislatura porteña.
Según explicó la vocera de la compañía, Alejandra Martínez, la doble red de alta tensión abastece de energía a buena parte de la Ciudad de Buenos Aires. Y reconoció que las altas temperaturas tuvieron incidencia en el desperfecto. Asimismo, estimó que el 95 por ciento de los usuarios afectados había recuperado el servicio dos horas después del corte.
Desde Edenor dijeron que “la red está funcionando bien, no hay barrios específicos en donde falte luz, son casos aislados”; una explicación que no conformaba a quienes padecían la interrupción.
No es un dato menor que están faltando inversiones en el sector, y atribuyen tal imposibilidad a una falta de adecuación tarifaria (léase aumento), y además ambas atraviesan una delicada situación financiera.
Las zonas damnificadas van variando cada día ya que las empresas tratan de ir compensando los cortes como pueden.
El cóctel era explosivo: además del corte y el insoportable calor, en algunas áreas hubo baja presión de agua. Y el mal olor de las bolsas de basura acumuladas desde hace unos días en varias áreas de la Ciudad por el conflicto en la Ceamse tornaba complicado caminar por las veredas.
En cuanto al clima, se espera que el alivio llegue hacia el próximo viernes, ya que se anuncian lluvias.
Ayer, más que nunca, fue un día de miércoles.
Nota con despacho de agencia Noticias Argentinas
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