Enviará a la Legislatura porteña el proyecto de traspaso. Dejó en claro que no quiere generar "falsas expectativas" en torno a un mejoramiento del servicio. Criticó al Gobierno Nacional. La incógnita: qué va a pasar con la tarifa. (NOTA ACTUALIZADA EL MIÉRCOLES 14/11 A LAS 0.50)
El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, anunció esta tarde que se hará cargo del subte desde el año que viene, previa aprobación por parte de la Legislatura del proyecto de traspaso para que se haga efectivo a partir del 1° de enero de 2013.
El líder del PRO señaló que la decisión tiene “costos políticos” y dejó en claro que no quiere generar “falsas expectativas” en torno a la mejora del servicio, si bien aseguró que pondrá “todo el esfuerzo para revertir la tendencia de decadencia en un proceso lento”. Además, realizó duras críticas a Casa Rosada.
“Debemos iniciar el proceso para volver a hacernos cargo del subte”, dijo Macri, y pidió “no apresurase” respecto a la posibilidad de aumentar las tarifas para los usuarios, ya que se trata de un tema que se debatirá en la Legislatura.
No obstante, remarcó que la administración porteña “no resignará ninguna de las demandas” a la Nación y sostuvo que el subte “no funciona mal como hecho aislado, sino que funciona mal como mala gestión del transporte público por parte del Gobierno Nacional”.
En ese sentido, el mandatario capitalino dijo que encargó una auditoría al metro de Barcelona y que los resultados “confirman que el proceso de deterioro del subte es creciente y se ha acelerado en los últimos meses con foco en algunas vías, especialmente en la línea A”, que está próxima a cumplir un siglo de funcionamiento.
“El Gobierno Nacional no tiene ningún interés en dialogar y negociar. No tiene problema de poner como carne de cañón de cualquier decisión a la gente. Por eso, hemos llegado a la conclusión de que si no nos hacemos cargo aún en estas condiciones todo lo que va a venir va a ser peor para la gente”, expresó ante la prensa en la jefatura de Gobierno.
Además, Macri apuntó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de que “está dispuesta a que el subte se pare para siempre o al menos hasta 2015”, en medio del “empeoramiento sistemático del servicio”.
“Queremos revertir la tendencia de decadencia y lograr una lenta mejora sin despertar falsas expectativas porque va a ser un proceso lento”, aclaró el jefe de Gobierno, a la vez que agregó: “Vamos a ser muy exigentes con la concesión y con los gremios”.
Si la Legislatura porteña aprueba el proyecto de traspaso, se haría efectivo a partir del 1° de enero del año que viene. Para que tenga luz verde necesita 31 votos, pero tiene 26 propios y necesita que el bloque del Frente para la Victoria y sus aliados den los suyos.
La aceptación del traspaso de los subtes a la órbita porteña llega casi un año después de iniciado el conflicto, y decidió que la Casa Rosada se entere de su decisión por la prensa.
El jefe de Gobierno hizo un repaso de lo ocurrido en estos más de diez meses, sin obviar la firma del acta-acuerdo que luego suspendió esperando “un cambio de actitud del Gobierno nacional que no vino”.
El mandatario capitalino explicó que la decisión fue tomada luego de las evaluaciones que leyó de la auditoría realizada por especialistas del Metro de Barcelona a la red de subterráneos de Buenos Aires.
A partir de las reuniones que mantuvieron el ministro del Interior y Transporte de la Nación, Florencio Randazzo, el secretario de Transporte, Alejandro Ramos, por parte de Casa Rosada, con el ministro de Desarrollo Urbano porteño, Daniel Chaín, y el titular de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), Juan Pablo Piccardo por parte de la Ciudad, parecía que el traspaso podría concretarse de manera definitiva.
Según trascendió desde algunos medios de prensa, fue en esos encuentros que se materializó el acuerdo entre el PRO y el kirchnerismo que tuvo lugar en la votación en la Legislatura hace dos semanas para sancionar una batería de leyes que necesitaban Ciudad y Nación.
El subte sería el broche de oro de esas negociaciones, pero también incluye el entendimiento para la creación de un barrio de lujo en la ex Ciudad Deportiva de Boca, a través de un convenio del Ejecutivo porteño con la empresa IRSA, conocido como “la Dubai de Buenos Aires”, al que se oponen los habitantes de la villa Rodrigo Bueno. A su vez, el kirchnerismo obtuvo el aval del PRO para conseguir los terrenos en los que se va a desarrollar el plan de viviendas Procrear.
El punto central del anuncio, y el que más preocupa a los usuarios del servicio, es la tarifa. En enero, al tomar el servicio hasta que decidió cancelar el acuerdo, Macri lo aumentó de 1,10 pesos a 2,50 (un 127 por ciento), y hace algunos meses dijo que debía costar 5,50 pesos. Tampoco se sabe de dónde surgirán los fondos para hacerse cargo del subte: el jefe de Gobierno porteño reclamó 10 mil millones de pesos, que no ha invertido la Nación, que es una “deuda con los habitantes de la Ciudad, no con mi Gobierno”.
Reacciones
Realizado el anuncio, las reacciones no se hicieron esperar, tanto desde la Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y el Premetro (AGTSyP) que agrupa a los metrodelegados como desde la oposición porteña. Todos vieron con buenos ojos la decisión de Mauricio Macri, pero lanzaron duras críticas por la demora en el proceso y hay recelo por posibles aumentos de tarifas.
El secretario general de los metrodelegados, Roberto Pianelli, señaló que el anuncio de Macri, de aceptar el traspaso del subte al ámbito porteño “es una decisión que tendría que haber tomado el pasado 1° de enero y nos ahorraba los días de paro” que llevaron “a una conflictividad social que se podría haber evitado”.
Por su parte, el presidente del bloque del Frente para la Victoria en la Legislatura, Juan Cabandié, lamentó que “se haya prolongado tanto la decisión de hacerse cargo del subte desde la firma del convenio de traspaso”, y opinó que “habiendo pasado casi un año de la firma del acta acuerdo, Macri finalmente nos dio la razón”.
El legislador del Frente Progresista Popular Aníbal Ibarra, ex jefe de Gobierno porteño, señaló que Macri “toma la misma decisión que en el mes de enero de este año pero con once meses de atraso”, y criticó que “pese a sus dudas y vaivenes ahora pretende aparecer como un estadista preocupado por cómo los porteños viajan en subte”. Y añadió: “Esperamos que sea una decisión definitiva y que no cambie de opinión nuevamente. De todas maneras más vale tarde que nunca y acompañaremos todo lo necesario para que se mejore el servicio de subtes y para que se controle a Metrovías”.
Desde la Coalición Cívica-Ari, el legislador Maximiliano Ferraro reclamó que el jefe de Gobierno porteño “explique en forma más precisa cuál es su proyecto en lugar de hacer un anuncia que es el no anuncio”, a la vez que denunció que el PRO “hace acuerdos a oscuras con el kirchnerismo” y alertó que “es evidente que esta decisión pueda traer consigo un aumento de tarifas y algunas otras novedades que desconocemos”.
El diputado porteño de Proyecto Sur Rafael Gentilli dijo que, junto al traspaso, propondrá que se apruebe la “revisión” de la concesión” y una “ley marco” que garantice “la participación de los usuarios y los trabajadores en la gestión de un servicio”. Y agregó que la Legislatura “nunca validó el aumento indiscriminado del 127 por ciento en la tarifa” y pidió que “se estudie la razonabilidad tarifaria con respecto a los otros medios públicos de transporte, manteniendo el criterio social” en torno a la fijación de precios.
El legislador Alejandro Bodart, del Movimiento Socialista de los Trabajadores, expresó que “era hora” para el traspaso, pedo pidió atención respecto a la “letra chica” del proyecto, al que atribuyó que forma “parte del pacto PRO-K de canje de negocios”. Opinó además que “el traspaso no debe incluir aumento del boleto ni subsidios a Metrovías que también pagamos todos” ya que “el subte sólo puede ser eficiente, seguro y económico si es estatal, como en París o Madrid”.
En tanto que Daniel Amoroso, legislador de Confianza Pública, y la diputada nacional de la misma fuerza Graciela Ocaña, apoyaron la decisión del Ejecutivo porteño de hacerse cargo del subte, pero señalaron que “esto tendría que haber ocurrido hace diez meses, con lo cual se perdió un tiempo esencial y el servicio empeoró notablemente desde ese momento hasta ahora”. Pero se preguntaron “qué va a pasar ahora con las obras que están paralizadas, con los salarios de los trabajadores y con las obras que hay que hacer para mejorar el servicio”. Y concluyeron que “la Ciudad va a contar con nuestra colaboración siempre que sea para mejorar el servicio y las condiciones en las que viaja la gente, pero necesitamos conocer los términos de la aceptación del subte y que se aclare qué va a pasar con la tarifa, porque los porteños no pueden cargar nuevamente con el costo”.
Nota con despacho de agencias Noticias Argentinas y Télam
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