Macri anunció que dejará de funcionar a partir de la primera quincena. Como mínimo, los trabajos de reemplazo de vagones centenarios y la adecuación técnica durarán 15 días pero no precisó una fecha de finalización.
El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, anunció ayer que la Línea A de subtes dejará de brindar servicio desde “la primera quincena de enero” y permanecerá cerrada hasta 60 días para reemplazar los vagones.
El mandatario explicó que el cierre de la línea tiene como objetivo “mejorar la calidad y la seguridad del servicio”, ya que se trata de una línea que tiene vagones de 100 años de antigüedad, y que la adecuación técnica durará “un mínimo de 15 días y un máximo de un mes y medio o dos meses”.
El anuncio fue realizado en Núñez, luego de supervisar las obras del nuevo Centro Verde inaugurado en ese barrio para la separación y clasificación de los residuos.
El intendente dijo que los trabajos para renovar los vagones más antiguos de la red de subtes porteña se llevarán a cabo en el verano porque “disminuye la cantidad de usuarios de la línea, que de los 100 mil habituales pasan a 70 mil”.
Por su parte, el jefe de Gabinete capitalino, Horacio Rodríguez Larreta, dijo a una radio que el reemplazo de los vagones “se hará lo más rápido posible y en verano para molestar lo menos posible a los vecinos”. Y anunció que la Ciudad pondrá “micros escolares” a realizar el mismo recorrido, como hicieron durante el paro de 10 días de los trabajadores de subte.
Además, opinó que los vagones, que son de madera, “están más como reliquia y museo que para estar andando” y que “hay que sacarlos de las vías”.
En el mismo sentido se refirió el titular de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), Juan Pablo Piccardo, al expresar que las formaciones “tienen que salir de circulación”, ya que, por la tecnología que poseen, “ya no son aptos para circular”.
Piccardo consideró que “por la seguridad de la gente y operativa, no se pueden tomar riesgos”. Y precisó que “los 95 coches de madera serían reemplazados por 45 vagones nuevos que ya están en el país y están en proceso de reacondicionamiento, más 25 o 30 coches usados que están en condiciones de circular”.
Hasta hoy se trataba de un trascendido, que se conoció el lunes por una nota publicada por el diario Tiempo Argentino. Y tuvo lugar a pocos días de que la Legislatura porteña convirtiera en ley el traspaso del servicio de subterráneos y Premetro de la órbita nacional a la Ciudad.
No obstante, la decisión tomada por el Ejecutivo porteño no es vista con buenos ojos por los metrodelegados. El secretario general de la Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y el Premetro (AGTSyP), Roberto Pianelli, aseveró en declaraciones a una radio que “nadie se opone a que se renueve nada, pero poner esos trenes en línea no lleva tres meses, lleva como mucho 24 horas”.
El líder de los metrodelegados dijo que “las vías, que son el lugar más sensible, se cambiaron en la línea A hace tres años a la noche y para eso se abría el ramal una hora más tarde, en vez de a las 5, a las 6 de la mañana”.
Pianelli consideró que el Gobierno porteño busca, para cuando se haga efectivo el traspaso el 1° de enero, “un shock publicitario porque el señalamiento, la parte eléctrica y las vías fueron renovados en 2008”, y que “hace cinco años se remodelaron estaciones”.
La línea A une las estaciones Plaza de Mayo y Carabobo y fue inaugurada el 1° de diciembre de 1913. Fue la primera de América Latina. Actualmente es utilizada día a día por más de 100 mil personas.
Nota con despacho de agencias Noticias Argentinas y Télam
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