El macrismo intenta avanzar en un dictamen de mayoría que permita que se trate en el recinto el 13 de diciembre.
Vacíos. En diferentes momentos del día, así estaban los vagones de las seis líneas. (Foto: Télam)
El proyecto de ley que oficializa el traspaso de los subterráneos al ámbito de la Ciudad de Buenos Aires empezó a ser tratado ayer en la Legislatura porteña, con el foco puesto en el derecho a huelga de los trabajadores, punto que llevó a un fuerte debate.
En el plenario de comisiones de Obras y Servicios Públicos y Presupuesto, llevado a cabo en el salón Montevideo del Parlamento capitalino, estuvo presente un grupo de metrodelegados, ya que cumplieron su segundo día de paros rotativos, que continúan el lunes próximo.
Además, concurrió el titular de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), Juan Pablo Piccardo. Esta empresa, sociedad del Estado porteño, debería ser según el proyecto la autoridad de aplicación durante la declaración de emergencia del servicio.
La sesión duró casi dos horas, y el presidente de la Comisión de Obras Públicas, el legislador Enzo Pagani (del PRO) anunció que volverán a reunirse el próximo lunes a las 12, nuevamente con la presencia de Piccardo, para intentar avanzar en un dictamen de mayoría que permita que se trate en el recinto el próximo jueves 13.
El titular de Sbase se cruzó con el secretario general de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro, Roberto Pianelli, por el actual conflicto entre los metrodelegados. En ese marco, el funcionario porteño señaló que es “política de este Gobierno no pagar los días de huelga”.
Justamente el punto de no pagar los días de huelga fue uno de los cuales los metrodelegados no arreglaron con la concesionaria Metrovías y luego quedaron excluidos del acuerdo paritario, que derivó en estas medidas de fuerza.
Pianelli explicó que, durante la última protesta que mantuvo paralizado el servicio diez días a principios de agosto, Metrovías dio un monto extra a los afiliados de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y no a los metrodelegados.
Y Piccardo se había comprometido unos momentos antes a interceder con la UTA para tratar de eximir de la retención del 1 por ciento del sueldo de cada trabajador del subte, que también debían abonar los metrodelegados, pese a estar afiliados en la AGTSyP, gremio en el que están adheridos la mayoría de los empleados.
Luego de la sesión, Pianelli dijo que el cruce con el titular de Sbase fue “una pavada” y que no confía en que pueda encontrar una salida al conflicto. En consecuencia, anunció que los subtes funcionarán normalmente el fin de semana, pero volverán a los paros rotativos el lunes.
Lo dicho por Piccardo le valió las críticas de los legisladores de la oposición porteña que participaron del encuentro. Uno de los más enfáticos fue Fabio Basteiro, de Proyecto Sur, que calificó como grave la declaración que el funcionario hizo “tan suelto de cuerpo”.
Uno de los puntos más polémicos del proyecto es que busca declarar al subte como “servicio público esencial”, con el objetivo de que los trabajadores garanticen su funcionamiento aún cuando estén llevando a cabo medidas de fuerza. A tal punto dominó este tema el encuentro que se hicieron muy pocas preguntas en torno a otros aspectos de relevancia como la posibilidad de que, para financiar el servicio, el Ejecutivo porteño aumente los peajes de la Capital y las patentes de los autos de alta gama, además del cobro de un monto extra en las cargas de combustibles y GNC. Por ese motivo también estuvo convocado el Director de la Agencia Gubernamental de Ingresos Públicos, Carlos Walter.
De las respuestas que dio Piccardo a lo largo del plenario, se destaca una estimación sobre el gasto total del subte, más allá de que aún no se realizó la auditoría de costos. Ante una consulta del legislador de la Coalición Cívica Fernando Sánchez, dijo: “Lo estimamos en 1.100 millones de pesos de gastos (entre salarios de 4230 empleados en lista y gastos operativos) y prevemos que lo bajaremos entre un 5 y un 10 por ciento, aunque esa plata se va a reinvertir en los problemas de servicio”.
La discusión continuará el lunes. Desde el macrismo aseguraron que el proyecto contará con los cambios que se discutieron ayer, para tratar de obtener un dictamen de mayoría. Para que el proyecto se convierta en ley, necesita 31 votos, de los cuales tiene 26 propios y tres legisladores aliados, por lo que busca convencer a alguno de los bloques opositores para alcanzar esa cifra.
Por su parte, el diputado capitalino Aníbal Ibarra, del Frente Progresista Popular, adelantó que trabajará con otros opositores en un proyecto alternativo al del PRO.
Los paros rotativos siguen el lunes
Los metrodelegados confirmaron ayer que los paros rotativos continuarán el lunes. “El paro sigue la semana que viene, el lunes. La modalidad va a ser la misma y el cronograma lo definiremos mañana (por hoy) donde va a estar establecido el horario (de la medida de fuerza) en las distintas líneas”, dijo José Méndez, de la AGTSyP.
Ayer y el jueves, además de la interrupción del servicio en diferentes horarios, levantaron molinetes en las cabeceras y en las principales estaciones de las seis líneas y el Premetro.
Nota con despacho de agencia Noticias Argentinas
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