Dolor, recuerdo, pedido de Justicia y duras críticas al Gobierno Nacional en el primer aniversario de la tragedia de Once

Hubo actos de homenaje en el andén del accidente a las 8.32, hora del hecho. Y por la tarde en Plaza de Mayo, con masiva convocatoria en el que familiares y amigos de las víctimas leyeron un duro documento.

No hubo banderas políticas en Plaza de Mayo. Sólo un reclamo: Justicia (Foto: DyN) 

El primer aniversario de la tragedia de Once fue una jornada marcada por el dolor, por recuerdo de los familiares de las 52 víctimas, por las duras críticas al Gobierno Nacional y por el masivo pedido de justicia, que tuvo lugar en la estación terminal donde se produjo el accidente, en la Catedral y en la Plaza de Mayo.

A las 8.32, momento exacto en el que hace un año la formación 3772 del ferrocarril Sarmiento impactó contra el parachoques del andén número dos y causó 52 muertos y más de 700 heridos, sonó una sirena. Fue el momento de mayor emoción, y posteriormente no faltaron los insultos, los silbidos y los abucheos cuando fueron mencionados la presidenta Cristina Kirchner, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y los ex secretarios de Transporte Juan Pablo Schiavi y Ricardo Jaime. Y fue incesante el pedido de justicia, al que se sumaron los pasajeros de otros andenes.

El actor Manuel Callau, que ofició de vocero del grupo Plataforma 2012, leyó un texto en el que señaló que “no fue una fatalidad ni un accidente, sino un crimen social largamente anunciado”, a la vez que denunció que los subsidios al transporte terminaron “engordando los bolsillos de grupos amigos (del Gobierno) como los hermanos Cirigliano, de TBA”.

También participó la titular de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, quien acompañó a los familiares y dijo: “Me siento víctima de esta tragedia”. Cuestionó además las palabras con las que la mandataria recordó a las víctimas: “No estoy de acuerdo con las palabras de la Presidenta. Los 33 años que venimos luchando no saldan la herida”, y reclamó que el Gobierno “reconozca desde las más altas autoridades” la situación del transporte ferroviario en el país.

Luego, el recuerdo de los fallecidos se trasladó a la Catedral Metropolitana, donde se realizó una misa. Al mediodía, el obispo auxiliar de Buenos Aires Eduardo García advirtió sobre la existencia de “interrogantes silenciados” en torno a la tragedia y reclamó que “nunca más” se tiene que estar en presencia de “la muerte absurda”.

El obispo añadió en su homilía que “no solamente ustedes están rezando, no están solos. Toda la Iglesia hoy se une a su dolor y pide por y también pide con ustedes”.

Por la tarde, se llevó a cabo una marcha y un acto en Plaza de Mayo, en el que hubo un pedido de condena a los responsables “empresariales, políticos y sindicales” y además se criticó con dureza las políticas de transporte del Gobierno Nacional.

El acto comenzó poco después de las 19.30, con los periodistas Ernesto Tenembaum y Gabriela Radice, que oficiaron de oradores, y contó con la presencia de los músicos Kevin Johansen, Leo García y el grupo Airbag.

En la plaza se reunieron cientos de familiares y sobrevivientes, acompañados por artistas, dirigentes políticos, sociales y sindicales y una gran cantidad de personas que se acercaron para homenajear a las víctimas.

Amigos, parientes y sobrevivientes pasaron sobre el escenario para contar su caso y dejar sus palabras de memoria y homenaje.

Gran parte de la plaza estaba cubierta con carteles que tenían la leyenda “Ju5t1cia”, y fue la única consigna que hubo en la convocatoria, “sin banderías políticas”. En los discursos no faltaron los duros cuestionamientos al Gobierno Nacional en general, y la presidenta Kirchner en particular.

El premio Nobel de La Paz Adolfo Pérez Esquivel reclamó por el derecho “de verdad y de justicia”. Y se intercalaron varios videos en los que se proyectaron fotos de “500 personas por Justicia” y se repasó la lucha que los familiares entablaron para no agotar el reclamo contra los responsables de la tragedia.

Luego, los papás de Lucas Menghini Rey, Paolo Menghini y María Lujan Rey, leyeron un documento consensuado que señaló que “recién a tres días de que se cumpla el año, la Presidenta se acordó de nosotros con un mensaje más hiriente que el propio silencio, con un abrazo solidario tardío. Pero nuestro dolor no es sólo mal momento de la vida como expresó en su discurso, sino producto de la inacción de su propio Gobierno”.

“Los asesinos son asesinos, los cómplices son cómplices, por eso los repudiamos. No vamos a parar hasta que los responsables, funcionarios políticos, dirigentes empresariales y sindicales, paguen por su responsabilidad sobre la masacre”, sostuvieron.

En otro de los párrafos más duros, leyeron: “fue una tragedia previsible, producto de la situación desastrosa con la que funcionaba el control cómplice de funcionarios y sus socios sindicalistas. Hoy luchamos para que esa corrupción se termine. Todos los integrantes del Gobierno tienen algún grado de responsabilidad sobre lo sucedido, por acción u omisión. Los funcionarios corruptos mataron a nuestros seres queridos”.

“Anuncien lo que anuncien, hagan lo que hagan no van a poder borrar los nueve años de abandono. No podrán olvidar a los 52 muertos que son víctimas de este Gobierno que debió trabajar para evitarnos este dolor. El daño es tan difícil de dimensionar, como la vergüenza que da que tengamos que pedir ayuda, en lugar de recibirla”, aseveraron.

La tragedia de Once fue el tercer accidente más grave de la historia ferroviaria argentina, después del ocurrido en Benavídez, con 236 muertos en 1970, y del registrado en la provincia de Santa Fe, con 55 víctimas en 1978.

Presencias y adhesiones

A la Plaza de Mayo se acercaron dirigentes de diversas fuerzas políticas para dar su apoyo a los familiares y amigos de las víctimas de la tragedia.

Asistieron el diputado nacional de Proyecto Sur, Fernando “Pino Solanas”, el delegado ferroviario Rubén “Pollo” Sobrero y el delegado del subterráneo Claudio Dellacarbonara. También estuvieron la diputada nacional de Libres del Sur Victoria Donda y Claudio Lozano, del Frente Amplio Progresista.

Además, presenciaron el acto los diputados nacionales Enrique Tomas, del Peronismo Federal y Patricia Bullrich, de Unión por Todos, entre otros.

Desde el sindicalismo, fueron el titular del gremio de canillitas Omar Plaini y el de los judiciales, Julio Piumato.

Asimismo, asistieron los dirigentes de izquierda Vilma Ripoll, Luis Zamora y Jorge Altamira. Y se pudo observar entre los que concurrieron al titular de la Auditoría General de la Nación (AGN), el radical Leandro Despouy.

En tanto, la Unión Cívica Radical envió una adhesión al acto que se realizó en la Plaza de Mayo.

Por su parte, el sindicato de maquinistas de trenes La Fraternidad, que conduce Omar Maturano, expresó su “más profundo dolor y respeto a los familiares de las víctimas de la tragedia de Once” y ratificó su adhesión “al reclamo de justicia”.

“Bregamos por el esclarecimiento de las responsabilidades, al igual que reclamamos una profunda revisión del sistema de transporte de manera integral que al día de hoy alcanza en la carreteras el triste saldo de 23 muertes promedio por día y 8.400 al año”, denunció el gremio mediante un comunicado.

Y recordó que colaboró con la causa “desde un primer momento, aportando toda la documentación a nuestro alcance y brindando nuestro testimonio profesional y técnico no sólo en la defensa de nuestro compañero Marcos Antonio Córdoba (motorman de la formación accidentada), sino también para arrojar luz sobre cómo ocurrieron los hechos del pasado 22 de febrero”.

Por último, el sindicato manifestó que “desde la más profunda consideración y solidaridad ante el dolor de las familias, los trabajadores de La Fraternidad se suman al reclamo de justicia”.

La causa, a juicio

Hace cuatro días, el juez Claudio Bonadío dio por concluida la investigación y elevó la causa que estará a cargo del Tribunal Oral Federal Uno, que analizará la responsabilidad de los 28 imputados, entre los que figuran los empresarios de TBA Sergio y Roque Cirigliano, los ex secretarios de Transporte Juan Pablo Schiavi y Ricardo Jaime. Todos están acusados de administración fraudulenta y estrago culposo, en tanto que el maquinista Marcos Antonio Córdoba por estrago culposo.

El Gobierno le quitó la concesión a Trenes de Buenos Aires el añu pasado, y puso fin a la concesión privada que fue otorgada en 1995 durante el gobierno de Carlos Menem.

Nota con despachos de agencias Noticias Argentinas, Télam y AFP.

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