Se están
haciendo popular entre los jóvenes las “farma fiestas”, en las que se mezclan
bebidas alcohólicas con medicamentos en las “previas” que realizan en la casa
de uno de ellos o en quintas alquiladas que incluso ofrecerían tragos.
La mezcla de alcohol y fármacos representan un peligro para la salud
Este tipo
de fiestas tienen su origen en los Estados Unidos, en los campus
universitarios, donde suelen filmar y subir a Internet estas juntadas. Los
especialistas advierten sobre los daños que estas ingestas pueden provocar a la
salud.
Luis Vicat,
especialista en Seguridad Pública, explicó al Diario Popular en su edición del
domingo que “además de las farma fiestas organizadas por los chicos, muy
peligrosas, se suman los eventos organizados por inescrupulosos en quintas
alquiladas, donde se ofrecen estos cocktails a determinada tarifa”.
También se
hacen “previas” organizadas en la vivienda de alguno de los chicos, en la que
cada uno de los participantes aporta pastillas antidepresivas, tranquilizantes
o relajantes que consiguen en sus propias casas, las que mezclan con alcohol.
Para el
perito forense Miguel Maldonado, “la modalidad de las farma fiestas tiene una
vinculación directa con los rituales en las cárceles, donde se prepara el
denominado ‘Pajarito’, a base de frutas fermentadas y que se mezcla con
pastillas que aportan internos que deben mezclarse o traen los familiares desde
el exterior”.
Estos
encuentros también tienen relación con la llamada “jarra atómica”, que se
diferencia de la “jarra loca” por el nivel del alcohol y las pastillas. La
primera se arma con whisky o bebidas blancas a la que se le añaden pastillas,
en tanto que para la segunda se utiliza cerveza o vino barato con aspirinas.
En ese
sentido, la asesora institucional en adicciones, Sandra Giorini, se mostró
preocupada por las consecuencias que tienen estas prácticas para la salud, al
explicar que “los chicos quieren seguir a un ritmo frenético todo el tiempo y
aunque no lo deseen su organismo comienza a necesitarlo”.
“La adicción
en los chicos del alcohol y su mezcla con psicofármacos es un problema que
empeora. Hay que trabajar mucho con los padres de estos chicos, para que sepan
qué hacer, qué puertas golpear. En síntesis, hay que involucrarlos pero otorgándoles
herramientas”, sostuvo.
Por su
parte, Maldonado dijo que “es muy difícil desarrollar una prevención, pero está
claro que debemos trabajar mucho en la concientización, en la educación, y el
apoyo familiar no puede faltar”. Y agregó que “las consecuencias de estas prácticas
representan un serio problema para el individuo, porque sus facultades quedarán
dañadas y al mismo tiempo causa un perjuicio para el Estado porque es un tema
de salud pública que debe ser atendido y, claro, para la familia del paciente”.
“En las
previas armadas por los chicos hay una suerte de competencia feroz que no es
consciente y resulta altamente peligrosa, así todos tratan de superarse y subir
la apuesta, para lograr lo que llaman ‘mejores viajes’, más prolongados, y que
son absolutamente nocivos, al punto que hasta pueden encontrar la muerte”,
concluyó Vicat.
Nota con
información del Diario Popular
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