El encargado del edificio de Ravignani 2360, Jorge Néstor
Mangeri, que está imputado por el crimen de Ángeles Rawson, volvió a negarse a
declarar cuando fue trasladado al Palacio de Tribunales para una nueva revisación
médica. Y según los estudios complementarios producto de los hisopados, la adolescente
no tuvo relaciones sexuales forzadas ni consentidas en las horas previas al
asesinato.
Mangeri había sido trasladado desde el penal de Ezeiza,
donde está alojado, a la alcaidía de la Unidad 28 de Tribunales porque, entre
otros trámites procesales, tenía que ser revisado en el Cuerpo Médico Forense.
Tras esa revisión, el portero manifestó su deseo de volver a
declarar en la causa, por lo que se dio aviso al Juzgado de Instrucción 17.
Pero cuando estaba todo dispuesto, se arrepintió y se negó a declarar. Ya se
había negado a prestar indagatoria el pasado sábado cuando, horas después de
quedar detenido, fue trasladado al juzgado del subrogante Roberto Ponce.
A partir de hoy la causa pasa a manos del juez titular
Javier Ríos, que estuvo de licencia. El magistrado deberá resolver, con un
plazo de diez días desde que Mangeri fue indagado, si lo deja detenido y
procesado por el crimen, si lo libera por falta de mérito o le dicta un
sobreseimiento.
En la Fiscalía esperan que en las próximas horas lleguen más
elementos de prueba que confirmen la autoincriminación, que no tiene valor de
confesión, que hizo el encargado en la madrugada del sábado cuando se quebró
ante la fiscal Paula Asaro y había dicho que él era “el responsable” del
asesinato.
Se aguardan los resultados de los estudios de ADN de las
uñas de la víctima, para determinar si llegó a arañar y quedarse con algún
rastro de patrón genético de su asesino en un intento de defensa. También esperan
encontrar rastros de la joven en algún elemento o sitio que comprometa al
imputado, como los cabellos y manchas que fueron recogidas en el sótano del
edificio donde vivía Ángeles con su familia o en el auto Renault Megane de
Mangeri.
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