Prestaron declaración testimonial durante 14 horas. Se hicieron nuevos allanamientos en el edificio donde vivía la joven asesinada, centrados en el departamento del encargado titular del consorcio y el sótano, quien declaraba al momento de publicación de esta nota. Su auto fue peritado y secuestrado.
El padrastro, Sergio Opatowski, fue citado a declarar por la noche, en medio de un fuerte operativo policial (Foto: DyN)
Los familiares de Ángeles Rawson, la joven de 16 años que fue
encontrada muerta en un predio de la Ceamse en José León Suárez, declararon ante la fiscal que tiene a cargo la investigación del crimen, que en las últimas
horas se enfoca en el entorno cercano de la víctima.
La fiscal Paula Asaro tomó declaración testimonial a la
madre de Ángeles, Jimena Aduriz; al hermano, Jerónimo, al hermanastro, Juan
Cruz, y a la abuela, durante 14 horas. El padrastro, Sergio Opatowski, llegó
por la noche, en medio de un fuerte dispositivo policial. Pasadas las 2 de la
mañana, la abuela y el hermano de Ángeles se retiraron de la dependencia del
Ministerio Público Fiscal sin hacer declaraciones. Pocos minutos después,
abandonaron la sede Opatowski, abrazado a su mujer y acompañados por el hermanastro
de la adolescente asesinada, entre insultos de la gente que estaba en el lugar.
Hasta la medianoche, no se sabía cuál era la situación procesal de Opatowski.
Aproximadamente a las 21.30, personal de la División
Homicidios de la Policía Federal trasladó a una persona con la cabeza cubierta,
lo que sería un testigo de identidad protegida. Y la información brindada con
su testimonio permitiría a la fiscal librar órdenes de detención. Como hay secreto de sumario, no hay confirmación oficial de la información.
El juez de instrucción porteño Tobeto Ponce, que subroga al
magistrado original de la causa Javier Feliciano Ríos, encabezó los
allanamientos realizados anoche en el edificio de Ravignani 2360, donde vivía
la víctima con su familia, enfocados en el sótano y la vivienda del encargado
del consorcio, quien fue reemplazado por un portero suplente el mismo día del
crimen, cuando dio parte de enfermo.
El encargado titular del edificio donde vivía Ángeles
declaraba durante la madrugada, al momento de publicación de esta nota.
Pasada la medianoche, fue peritado y secuestrado el auto del
portero titular del edificio. El vehículo, un Renault Megane color gris,
modelo 1999, fue revisado en detalle por peritos de la Policía Científica y
luego trasladado a una dependencia policial. El peritaje fue realizado frente
al edificio donde vivía la víctima, en Ravignani 2360.
Por otra parte, María Elena Leuzzi, titular de la ONG que
asiste a víctimas de violación –AVIVI-, señaló ayer ante la Fiscalía que vio
las llaves de Ángeles en la casa, hecho que confirmaría que regresó a su
domicilio antes de ser asesinada. La mujer asistió en la contención en un
primer momento a la familia de la joven, cuando se supo que había sido víctima
de violación.
“El martes fui a la casa y vi las llaves de Ángeles sobre
una mesa”, afirmó Leuzzi. Y explicó que le dijo a uno de los hermanos de la
joven, el día en que estuvo en la casa de la familia Rawson, que guardara unas
llaves que estaban al lado de la computadora de la adolescente, porque se podían
perder. Y comentó que el hermano le respondió: “Él me dijo ‘no, esas llaves son
de Ángeles’. No le presté atención al tema, recién cuando un abogado me lo hizo
ver. Por eso estoy acá, siempre asisto a víctimas y nunca me tocó declarar como
testigo”. Y comentó que la fiscal le dijo a ella que el aporte que dio fue “importante”.
En las últimas horas la investigación se enfocó en el círculo
íntimo de la joven, ya que quedó corroborado por las cámaras de seguridad de la
zona que la chica volvió a su casa luego de la clase de educación física a la
que asistió el lunes, antes de desaparecer.
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