Una escultura hecha de fibra de vidrio y resina de tamaño
natural del Papa Francisco puede verse desde ayer en un patio contiguo de la
Catedral Metropolitana.
Junto a una imagen de la Virgen de Luján, patrona de
Argentina, de dos metros de altura, se encuentra la imagen sonriente de Jorge
Bergoglio con la mano levantada. El patio está cerrado al público, pero se
puede ver desde la calle, a través de unas rejas.
La escultura es obra del artista Fernando Pugliese y forma
parte de un proyecto turístico relacionado con el Pontífice. Es reconocido por
ser el creador de las imágenes religiosas que se exhiben en el complejo Tierra
Santa y las esculturas de los célebres humoristas Alberto Olmedo y Javier
Portales, que están en la avenida Corrientes.
“A Jorge Bergoglio lo conozco desde hace 14 años. Siempre lo
admiré y me fascinó su personalidad tan humilde. Ahora quiero llevar la
filosofía papal de hermandad y amor a todas las personas que recorran la ciudad”,
dijo Pugliese a la prensa.
Se eligió la Catedral Metropolitana como lugar para emplazar
la obra ya que Bergoglio, en sus días de cardenal, ofició misa durante 15 años
hasta que se convirtió en Pontífice.
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