Es el resultado de las pericias complementarias realizadas al cuerpo de la adolescente asesinada. Los investigadores creen que ella rasguñó a Jorge Mangeri, único detenido e imputado en la causa, en un intento por defenderse. Apareció un taxista que dijo que lo llevó en un viaje el día del crimen y hubo nuevos allanamientos.
Los resultados de las pericias complementarias realizadas al
cuerpo de la adolescente asesinada Ángeles Rawson revelaron que debajo de una
de las uñas hay ADN de Jorge Mangeri, el encargado del edificio en el que vivía,
único detenido que hay por el caso y a quien se le complica su situación
procesal. Y un taxista que se presentó voluntariamente ante el juez que
investiga el crimen que horas después del hecho dijo haber llevado al portero como pasajero
en un recorrido de cinco cuadras y que lo notó nervioso, según trascendió desde
fuentes judiciales. Al cierre de esta nota, la Policía realizaba un
allanamiento en dos obras en construcción de la calle Soler al 5500.
Los allanamientos comenzaron a la medianoche, por personal
de la División Criminalística de la Policía Federal, en las obras de la calle
Soler 5565 y 5570, a raíz de las declaraciones del taxista que aseguró ante el
juez de instrucción 17, Javier Ríos, que horas después del hecho dijo haber llevado al
portero como pasajero.
Tras la declaración de ese nuevo testigo, uno de los
abogados del estudio de Miguel Ángel Pierri, que conforman la defensa de
Mangeri, Marcelo Biondi, dijo que el taxista declaró que “estaría casi seguro
que es una persona que tomó el taxi desde la calle Soler el día lunes en que se
produce la desaparición de Ángeles entre las diez y media y las doce de la
noche y fue hasta la esquina de Ravignani y Paraguay”.
La declaración la hizo ante el juez Ríos, la fiscal María
Paula Asaro y los abogados de la querella y la defensa. El taxista manifestó
que reconoció a Mangeri al verlo en la televisión entre el viernes y la
madrugada del sábado cuando era trasladado desde la sede de la Fiscalía.
Biondi detalló que el taxista dijo que vio al pasajero
cuando subía al auto y que durante el viaje no le miró más la cara, pero que “lo
notaba nervioso”. “Este hombre debe tener poderes sobrenaturales”, ironizó el
letrado.
“No aportó que esta persona que él cree que es Jorge Mangeri
lleve algún tipo de bolso, bulto o equipaje y a criterio de la defensa, no es
un testigo que haya aportado algún elemento importante para la causa”,
concluyó.
Las pericias complementarias dejan más comprometido a
Mangeri (45) en la causa ya que los investigadores infieren que la joven de 16
años llegó a rasguñarlo en un intento de defensa previo a ser asesinada.
Según fuentes que tienen acceso a la causa, señaló la
agencia de noticias Télam, el hallazgo de ese perfil genético fue informado al
magistrado, por peritos de la Unidad de Identificación por ADN del Cuerpo Médico
Forense, dependiente de la Corte Suprema de Justicia.
Fue el único ADN, masculino, hallado debajo de la uña del
dedo índice de la mano derecha de la víctima y se trata –según las fuentes- del
perfil genético “indubitable” de Mangeri. Ese resultado positivo avala el
dictamen realizado por el médico de la Policía Federal Alberto Sapag, quien
revisó las heridas que presentaba el portero en su cuerpo la madrugada del sábado
15 de junio, cuando quedó detenido.
Mangeri había denunciado que esas heridas eran producto de
un apriete, pero el médico concluyó que eran compatibles con lesiones de
defensa de la víctima, o otras provocadas por sí mismo para disimular las que
le pudo haber provocado la víctima.
Conocidos los resultados de esos peritajes, Biondi, reconoció
que resulta “una prueba incriminatoria”, pero que los peritos de parte
controlarán cómo se hizo el estudio para descartar la posibilidad de que se
haya “plantado el ADN”.
Biondi informó que también fueron hallados dos perfiles genéticos
masculinos en una de las cuerdas que tenía el cadáver de Ángeles, aunque aclaró
que aún no se hicieron los cotejos para determinar si alguno pertenece al del
encargado. “Estamos a la espera de los resultados de la pericia de ADN. En
principio hay una de las cuerdas que tenía Ángeles en los pies que tiene dos
perfiles masculinos”, detalló.
Por su parte, el abogado Pablo Lanusse, quien representa al
padre de la menor, Franklin Rawson, querellante, expresó que el ADN “se
corresponde en más de un 99 por ciento con las muestras de Mangeri. De estas
pruebas se desprende que Ángeles tuvo contacto exclusivo con el cuerpo del
encargado”. Y remarcó que esos análisis dejan al imputado “en una situación
complicada”.
Trascendió desde fuentes de la investigación que tanto ese
resultado de ADN sobre las sogas y cuerdas que tenía la adolescente en el
cuello, los muslos y los pies, como el de algunos pelos y muestras colectadas
en el auto de Mangeri y en el sótano del edificio de Ravignani 2360 se irán
conociendo en el transcurso de esta semana.
Por otra parte, Pierri, en declaraciones al canal de
noticias C5N, señaló que “no pudo haber actuado una sola persona” y comentó que
es difícil “el traslado de un cuerpo de cincuenta kilos a plena luz del día y
por los ocho escalones de una escalera”.
“No entiendo cómo no puede haber testigos”, manifestó el
abogado, quien ayer junto a su equipo de letrados y peritos tendrán por primera
vez acceso al expediente.
Angeles Rawson fue encontrada asesinada el 11 de julio en un
predio de la Ceamse de José León Suárez, con dos vueltas de hilo sisal
enrollado en el cuello y su cabeza cubierta con una bolsa.
Los forenses determinaron que la joven murió por
aplastamiento dentro de un camión compactador de basura y que no fue violada.
La víctima había desaparecido el lunes 10 de junio cuando
regresaba de una clase de educación física en un predio lindero de la Ceamse
del barrio porteño de Colegiales. Las cámaras de seguridad la grabaron llegando
a su edificio de Ravignani 2360, en Palermo.
El encargado del edificio donde vivía Ángeles, Jorge
Mangeri, fue detenido la madrugada del 15 de junio cuando fue llevado a
declarar por la fuerza pública, al no haberse presentado en citaciones
anteriores hechas a lo largo de esa semana. Según informó la Fiscalía, en el
marco de una declaración testimonial, el hombre dijo: “Soy el responsable de lo
de Ravignani 2360, fui yo”, pero posteriormente, en dos indagatorias, se negó a
declarar.
La fiscal considera como principales pruebas contra Mangeri
su acceso al sótano del edificio, su conocimiento en recolección de basura, las
bolsas de supermercado en el que solía comprar y el haberse autolesionado.
Para Asaro, Ángeles ingresó a su edificio, pero no a su
departamento, por lo que podría haber sido atacada en el hall de entrada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario