La adolescente de 16 años había desaparecido el lunes en
Colegiales, al salir de la clase de educación física. “Me voy a casa y vuelvo”,
le dijo a dos compañeras. Fue encontrada en una planta de residuos en José León
Suárez. Investigan una llamada y una recarga de crédito hecha a su celular. Los
amigos y compañeros reclaman justicia. Mapa con los lugares por los que pasó.
Ángeles Rawson, la adolescente de 16 años que había
desaparecido el lunes en Colegiales al salir de una clase de educación física,
a unas cuadras de su casa, fue encontrada muerta ayer en un predio de la
Ceamse en José León Suárez, en el Conurbano bonaerense, con signos de haber
sido violada y estrangulada.
El cuerpo fue hallado cerca de las 11.30 en la Planta de
Tratamiento Mecánico Biológico ubicada en el Complejo Ambiental Norte III de la
Ceamse, ubicado en el Camino del Buen Ayre, en la localidad de José León Suárez
del partido bonaerense de San Martín.
El cuerpo de Ángeles fue encontrado por un empleado en la
montaña de basura donde había volcado su carga un camión que provenía de la
planta compactadora de la Ceamse del barrio de Colegiales.
Una de las hipótesis que se maneja es que el cadáver haya
sido arrojado a un contenedor, que luego fue cargado por el camión recolector y
desde allí fuera trasladado a la planta. En el barrio hay cámaras de seguridad,
por lo que se espera que las imágenes puedan brindar alguna pista.
Según las primeras pericias, el cuerpo presentaba signos de
abuso sexual y de estrangulamiento. Además, trascendió que estaba golpeada, tenía
una bolsa en la cabeza, una soga que daba varias vueltas al cuello y los pies
atados.
Una tía de Ángeles, Cecilia, fue quien confirmó la muerte,
en declaraciones a la prensa: “Nos llamaron de la comisaría 31° y nos
confirmaron que es el cuerpo de ella”. Y un tío se acercó hasta la planta de
residuos para reconocer el cuerpo en el lugar donde fue encontrada.
Conocida la noticia, el secretario de Seguridad de la Nación,
Sergio Berni, fue al domicilio de la familia. Al retirarse, no hizo
declaraciones a los medios.
La joven había desaparecido el lunes, alrededor de las 10,
cuando fue vista en las inmediaciones del predio de la Ceamse en Colegiales,
sobre la calle Matienzo. Vestía zapatillas blancas y pulóver verde claro, parte
del uniforme del colegio Virgen del Valle, al que asistía.
Es que cada lunes, Ángeles iba a la clase de Educación Física
a un predio vecino al de la Ceamse en Colegiales y para volver a su casa
caminaba por Costa Rica hasta Ravignani, y al tomar por esa calle se dirigía
hasta el 2300. El lugar donde tenía las clases de gimnasia se encuentra a unas
ocho cuadras de la casa.
La joven caminó dos cuadras con otras dos chicas hasta Costa
Rica y Dorrego, y ahí se separaron, a seis cuadras de su vivienda. En ese
momento había dicho “me voy a casa y vuelvo” cuando se separó de ellas. Siempre
iba a su casa a comer para luego ir al colegio.
(Ver Los lugares por los que pasó Ángeles Rawson en un mapa ampliado)
La familia hizo la denuncia de manera inmediata en la Comisaría 31° por la desaparición de la adolescente. La búsqueda se extendió en los hospitales de la zona y la foto con su rostro se multiplicaba en las redes sociales.
Lo poco que se sabe hasta el momento es que el celular de Ángeles
registra una llamada realizada el lunes a las 9.43 a un banco, que duró 10
minutos. A las 10.59 se registra en ese teléfono una recarga virtual de 50
pesos, pero su padrastro dijo que no llevaba plata encima. Y a las 21.49 el móvil
se apagó.
Con mucho dolor, la abuela de Ángeles comentó que “ella
estaba festejando que sacó el mejor promedio del colegio”.
En tanto que el padrastro de la chica detalló que “ella
hacía siempre el mismo recorrido y volvía”. Y añadió que “cuando no llegaba
empezamos a sospechar de su ausencia” y que “el rastro se perdió entre Costa
Rica y Dorrego, no exacto pero en esa zona”.
El caso es investigado en conjunto entre el fiscal de San
Martín Héctor Scebba, que tiene jurisdicción en el lugar del hallazgo, y la
fiscal de instrucción porteña María Paula Asaro, con competencia en la Ciudad
de Buenos Aires, donde al parecer se produjo el crimen, quien a su vez dispuso
que la autopsia se haga en la morgue judicial de la calle Viamonte, en la
Capital.
Anoche, amigos y compañeros de colegio se concentraron
frente a los portones del predio de la Ceamse en Colegiales para reclamar “justicia”
por la joven asesinada en momentos en los que las autoridades judiciales
realizaba allanamientos en ese mismo lugar. Con velas y carteles se preguntaban
“¿Ángeles está?”, y respondían a coro “Sí está, sí está”. Las cartulinas
graficaban lo que también pedían a viva voz y pide toda la sociedad que se
horrorizó al conocer la noticia: “Justicia por Ángeles”.
Un asesinato que hace recordar el caso Lucila Yaconis
El caso del asesinato de Ángeles Rawson tiene algunas
coincidencias con el de Lucila Yaconis, hace 10 años, y que también generó
conmoción en la gente.
El crimen de Lucila ocurrió el 21 de abril de 2003 en el
paso a nivel de la calle Paroissien, en Núñez, cuando la adolescente de 17 años
volvía del colegio con el uniforme del Instituto General San Martín y se cruzó
con un hombre que intentó violarla. Pero ella se resistió.
La mataron asfixiándola, tapándole la nariz y la boca, y
dejaron el cuerpo en un terraplén, un terreno descuidado que tenía los pastos
altos junto a la vía del ferrocarril Mitre, a 50 metros de su casa. Tenía
signos de haber sido abusada sexualmente. Como no aparecía, su familia la había
salido a buscar inmediatamente. El caso está impune y la causa prescribe en
2015.
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