Otra vez la tragedia golpea al ferrocarril Sarmiento, a un
año y cuatro meses del gravísimo accidente de Once: tres personas murieron y 315
sufrieron heridas, muchas de ellas de gravedad, cuando una formación embistió a
otra a la altura de la localidad bonaerense de Castelar, en el partido de
Morón.
El número de víctimas fue confirmado por el Ministro del
Interior y Transporte de la Nación, Florencio Randazzo, a la vez que informó que
los motorman y sus acompañantes de las dos formaciones están detenidos e
incomunicados, por orden del juez federal de Morón Jorge Rodríguez, a raíz del
pedido del fiscal subrogante Sebastián Basso. Por la tarde se supo que los
controles de alcoholemia y de alcohol en sangre realizados a los conductores de
los trenes dieron negativo.
En conferencia de prensa, el funcionario dijo que se
intentará determinar si el hecho fue “un accidente” o “un siniestro con uno o
más responsables” por lo que el Gobierno dispuso suspender por 24 horas el
servicio del Sarmiento, que une el oeste del Conurbano bonaerense con la
Capital Federal. Para paliar la falta del tren, se pondrán en circulación
colectivos gratuitos que harán el mismo recorrido.
Al comenzar su declaración desde la Sala de Conferencias de
la Casa Rosada, había manifestado que “es un día muy triste, estamos muy
conmovidos por lo que ha ocurrido”. Y expresó “un mensaje de acompañamiento y
solidaridad a los familiares de los tres fallecidos como así también a los
familiares de los que han tenido algún tipo de herida”.
El ministro detalló que “la formación chapa 1 que colisionó
con el tren que estaba parado tenía frenos nuevos y había sido totalmente
reparada”, y que esa máquina está entre las 11 reparadas “íntegramente cuando
asumimos la responsabilidad de conducir esta área”, y que las formaciones “son
del año 62”.
Los fallecidos fueron identificados como Ezequiel Agustín
Vargas, de 19 años, María Laura del Zompo, de 38, y Cristian Darío Núñez, de
32, según confirmó el Municipio de Morón tras recibir la información de parte
del Juzgado Federal Nº 2 de esa localidad, a cargo de Rodríguez.
El accidente se produjo a las 7.07, a la altura del paso a
nivel de la calle Zapiola, en la localidad de Castelar. Una formación antigua,
que se encontraba detenida, fue embestida por detrás por otra de doble piso,
cuando ambas se encontraban en las vías que van hacia Moreno.
Los vagones de los trenes que sufrieron el fuerte impacto
quedaron “como acordeones” y varias personas sufrieron contusiones y cortes de
diversa gravedad.
Las ambulancias que llegaban al lugar trasladaron primero a
los heridos más graves, mientras que los leves eran asistidos en los
alrededores del lugar del impacto. También acudieron una importante cantidad de
bomberos voluntarios de la zona, paramédicos e incluso personal del SAME –el
servicio de emergencia médica de la Capital Federal- para brindar apoyo.
La mayor parte de los heridos fue trasladada al Hospital
Municipal de Morón, al Instituto de Agudos de Haedo y al Hospital Posadas,
aunque también hubo derivaciones a dos hospitales de Merlo, a los de Moreno y
General Rodríguez y al Paroissien de La Matanza.
Por la tarde, la dirección provincial de Emergencias
Sanitarias informó que 43 personas permanecían hospitalizadas, cinco de ellas
en terapia intensiva. Y fueron dadas de alta 272 personas de un total de 315
que fueron atendidas durante el día en 12 hospitales provinciales y
municipales.
A poco de ocurrido el accidente, se hizo presente en el
lugar el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, para coordinar
acciones de emergencia. Y cerca de las 10 acudió el ministro de Salud de la
Provincia, Alejandro Collia, y el intendente de Morón, Lucas Ghi. Más tarde se
acercó al lugar Randazzo.
¿Qué explicación oficial se dio? Desde la línea Sarmiento,
se informó que el accidente se produjo cuando “la formación 3725 chapa 19 se
encontraba detenida entre las estaciones de Morón y Castelar sentido a Moreno,
cuando, por motivos que aún se desconocen, la formación 3727 chapa 1 que venía
con el mismo sentido, embistió de atrás a la formación que se encontraba
detenida”.
Según la empresa, “el sistema de señales funcionaba al
momento del accidente” y “los coches fueron habilitados el pasado 11 de marzo
de 2013 por el Consejo de Profesionales de Ingeniería Mecánica y Electricista”.
Hernán López, quien viajaba como pasajero en el tren
chocado, contó que la formación “se pasó de un semáforo rojo, de señalización,
y estaba yendo marcha atrás cuando se sintió el impacto”. “La gente se me
empezó a caer encima”, comentó.
“Todo reventaba, los vidrios también”, dijo una mujer llamada
Margot, que aseguró que tuvo que salir “saltando” del vagón.
Adriana, una vecina que vive frente a la estación, expresó
al canal de cable Todo Noticias: “Nos despertamos con una explosión terrible.
Un tren chocó a otro que se dirigía por la misma vía. Hay gente atrapada y la
Policía demoró 20 minutos en llegar”.
Por la tarde, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner
expresó su “solidaridad y acompañamiento” para “las tres familias” de las víctimas
fatales del accidente, y manifestó sentir “bronca e impotencia” por lo
ocurrido.
“No quiero ponerle un nombre (al choque) para que la
Justicia determine qué fue”, dijo la mandataria, al comienzo de un acto en la
Casa Rosada por el primer aniversario de los créditos para vivienda Pro.Cre.Ar,
donde también dijo sentir “bronca e impotencia” porque a pesar de las inversiones
del Estado Nacional en el área “pasan cosas como éstas”.
“Además de la solidaridad, también tengo que decirlo: siento
un poquito de bronca y de impotencia. La verdad es que estamos poniéndole todo,
en materia de muchísimos recursos económicos. Inversiones, tiempo y recursos
humanos. Y que pasen cosas como éstas nos duelen a todos”, señaló.
El accidente trajo a la memoria un doloroso antecedente
inmediato: la tragedia de Once, que el 22 de febrero de 2011 en la estación
terminal una formación del ferrocarril Sarmiento, que en ese tiempo era operada
por la concesionaria TBA, impactó contra el parachoques de la cabecera, y dejó
un saldo de 53 muertos y 703 heridos.
Ese hecho llevó a la renuncia al entonces secretario de
Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi, se le quitó la concesión a TBA y ahora
la línea es operada por la Unidad de Gestión Operativa Mitre y Sarmiento
(UGOMS), formado por el Estado Nacional junto a las empresas Metrovías y
Ferrovías.
Después de ese accidente, que derivó en la renuncia del
entonces secretario de Transporte, Juan Carlos Schiavi, se le quitó la
concesión a la empresa TBA y el control derivó en el consorcio UGOMS, formado
por el Estado junto con las empresas Metrovías y Ferrovías.
En el último año y medio, el ferrocarril Sarmiento dejó un
saldo de al menos 67 muertos.
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