Muchas veces, al comprar una bebida fría en algún almacén de
barrio o supermercado chino, habrá notado que al precio final le cobraban un
adicional de diez, veinte o hasta cincuenta centavos por sacarla de la
heladera. Ante tal situación, la Legislatura porteña aprobó una modificación de
una ley, por lo cual los comercios deberán dejar de cobrar un precio
diferenciado por las botellas o latas frescas.
Una vez promulgada, las bebidas deberán cobrarse lo mismo, ya sean naturales o frías
Para esta iniciativa se modificó el artículo primero de la
Ley 1207 que regula la existencia de conductas no discriminatorias y de
información respecto a la exhibición de precios en los supermercados y
autoservicios en el ámbito de la Ciudad.
En consecuencia, los comerciantes deberán abstenerse de
realizar cualquier diferenciación de precios entre productos que estén ubicados
dentro o fuera de heladeras exhibidoras que se encuentren en los
establecimientos y al alcance de los consumidores, no pudiendo cobrar recargo
por el enfriamiento de las bebidas.
“Desde hace varios años ciertos autoservicios han tomado la
determinación de cobrar un recargo de entre 25 y 50 centavos por el
enfriamiento de cada una de las gaseosas o bebidas alcohólicas que se adquieran
de las heladeras exhibidoras. Cabe destacar que esta modalidad no es efectuada
en los supermercados e hipermercados, en donde el enfriamiento no tiene un
recargo”, sostuvo en los fundamentos de la ley su autor, el legislador del PRO Helio Rebot.
El diputado capitalino consideró que la medida es “un paso
importante en la defensa del consumidor, que muchas veces se ve sorprendido al
llegar a la caja y tener que pagar un precio extra que no tenía previsto”.
“Con esta iniciativa se intenta desterrar una práctica
nociva que desde hace tiempo se volvió habitual por parte de algunos
supermercados”, concluyó.
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