Se realizó
en distintos puntos del país, pero con epicentro en la Plaza de Mayo, un nuevo
cacerolazo llamado “8A” y convocado a través de las redes sociales en rechazo
al Gobierno Nacional. Aunque esta vez tuvo menos adhesión que en otras
ocasiones.

Esta
convocatoria no estuvo exenta de polémica, ya que se llevó a cabo durante el
duelo nacional decretado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por
las víctimas de la explosión de Rosario, y a tres días de las elecciones
primarias.
Los
reclamos estuvieron vinculados a la corrupción, la inseguridad, la inflación,
el desempleo y un posible “fraude electoral”.
Desde las
20, los manifestantes empezaron a concentrarse en los alrededores del Obelisco
y desde allí marcharon hasta la Plaza de Mayo. También desde otras esquinas de
otros barrios porteños como Cabildo y Juramento, y Santa Fe y Callao.
En esta
oportunidad, los organizadores colocaron una pantalla gigante frente al Teatro
Colón, sobre la avenida 9 de Julio, en el que se proyectaron imágenes y
consignas en contra del vicepresidente Amado Boudou y el hijo de la jefa de
Estado, Máximo Kirchner, entre otros dirigentes del oficialismo.
También
sonaron algunas cacerolas frente a la Quinta Presidencial de Olivos y en
algunos puntos del Conurbano; en La Plata, frente al Palacio Municial; y en la
capital de Tucumán, Córdoba y Mendoza.
Uno de los
organizadores, Leonardo Bugallo, señaló que la marcha se hizo porque “no es una
fiesta” en medio del duelo nacional. “Se hace porque no estamos en campaña,
porque la marcha no es una fiesta, y porque sí es una actitud ciudadana de
reclamo”, expresó en declaraciones a una radio.
“Lo que
pasó en Rosario nos puso en duda qué hacíamos. En las redes sociales y desde
Rosario nos pidieron que no se levante, ya que allá van a ir al Monumento a la Bandera
con velas, con la consigna ‘Basta de muertes evitables’”, explicó.
Hubo diferencias en la oposición por la realización de la convocatoria, ya que algunos dirigentes la apoyaron y para otros consideraron que no era oportuna, por el duelo nacional por la explosión en Rosario. La diputada, y precandidata a renovar su banca por la lista Coalición Sur dentro del frente UNEN, la respaldó: "8A lamento no poder acompañarlos, estoy en Rosario", expresó en su cuenta de la red social Twitter, y añadió: "Necesito estar acá, bendiciones".
Por su parte, el diputado y precandidato de Juntos, también en el espacio UNEN, Ricardo Gil Lavedra, consideró que "no debería hacerse la protesta del 8A". Manifestó que debería suspenderse "por las mismas razones que no hubo actos de cierre de campaña" y opinó: "¿Qué mejor manera de expresarse que als urnas del domingo?".
También dio su punto de vista el precandidato a senador del espacio Sumá+ en Unen, Rodolfo Terragno, al plantear que "es bueno que el político, como ciudadano, marche para reclamar". Y dijo que "un acto político es festivo pero la marcha no viola el duelo".
Hubo diferencias en la oposición por la realización de la convocatoria, ya que algunos dirigentes la apoyaron y para otros consideraron que no era oportuna, por el duelo nacional por la explosión en Rosario. La diputada, y precandidata a renovar su banca por la lista Coalición Sur dentro del frente UNEN, la respaldó: "8A lamento no poder acompañarlos, estoy en Rosario", expresó en su cuenta de la red social Twitter, y añadió: "Necesito estar acá, bendiciones".
Por su parte, el diputado y precandidato de Juntos, también en el espacio UNEN, Ricardo Gil Lavedra, consideró que "no debería hacerse la protesta del 8A". Manifestó que debería suspenderse "por las mismas razones que no hubo actos de cierre de campaña" y opinó: "¿Qué mejor manera de expresarse que als urnas del domingo?".
También dio su punto de vista el precandidato a senador del espacio Sumá+ en Unen, Rodolfo Terragno, al plantear que "es bueno que el político, como ciudadano, marche para reclamar". Y dijo que "un acto político es festivo pero la marcha no viola el duelo".
Nota con
despachos de agencias Noticias Argentinas y Télam
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