Los puntos en los que todavía no logran acercar posiciones son la seguridad de las estaciones y el horario de trabajo, ya que la extensión del recorrido llevaría a que los trabajadores tengan menos tiempo de descanso. Para la Justicia, las nuevas paradas son “aptas para operar”.
Se volvieron a reunir los metrodelegados, representantes de
la concesionaria Metrovías y la empresa estatal Sbase, pero no hubo acuerdo y habrá
un nuevo encuentro hoy, por lo que se mantendrá el servicio reducido en la línea
B de subtes entre Leandro N. Alem y Los Incas.
El abogado de los metrodelegados, nucleados en la Asociación
Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP), Andrés Ramírez, señaló
que “se pasó a un cuarto intermedio para mañana (por hoy) a las 15” y que si
bien “ha habido acercamientos, todavía no hay un acuerdo”.
Que las partes no hayan logrado acercar posiciones lleva a
que el servicio continúe reducido, “lo que significa que se sigue realizando el
recorrido tradicional, de Leandro Alem a Los Incas, hasta que no se llegue a un
acuerdo que garantice las condiciones de seguridad de las dos nuevas estaciones”.
El encuentro de ayer, que fue el cuarto desde que comenzó el
conflicto, se extendió por más de cuatro horas en la Subsecretaría de Trabajo
porteña y se reanudará a la misma hora y en el mismo lugar.
Por otra parte, la Justicia rechazó ayer una segunda medida
cautelar que buscaba frenar el funcionamiento del subte en las dos nuevas
estaciones de la Línea B, las recientemente inauguradas Echeverría y Juan
Manuel de Rosas. La presentación judicial se había hecho porque presuntamente
presenta riesgos para operarios y usuarios. No obstante, decidió dar curso a la
investigación de fondo en lo concerniente a su estado, al igual que en las
cocheras y talleres. Ahora las partes deberán hacer su descargo.
La Justicia ya había rechazado un recurso de amparo
solicitado por el legislador porteño del MST Alejandro Bodart, también
candidato a senador por la Capital Federal. Y ahora la secretaría décima del
Juzgado décimo, a cargo de Ammirato Aurelio, falló en contra de un pedido
similar de los metrodelegados.
Ese juzgado determinó que las dos nuevas paradas del ramal B
“están en aptas condiciones para ser utilizadas” y que, por ende, ese servicio
se encuentra “operativo”, pero los metrodelegados dijeron que, según la
resolución judicial, “existen pruebas suficientes para abrir una investigación”.
Antes de ingresar a la reunión en la sede de la cartera
laboral porteña, el titular de la AGTSyP, Roberto Pianelli, había manifestado
que había “buenas expectativas” con respecto a alcanzar un acuerdo. En ese
sentido se expresó Ramírez horas después, al comentar que “las partes están
intentando hacer un esfuerzo, cediendo algo cada una para tratar de salir del
conflicto”.
“Tenemos buenas expectativas de que podemos resolverlo. Lo
que les planteamos a Metrovías y Sbase es que si los problemas técnicos ponen
en riesgo la vida de personas, que no se habiliten la cochera y taller en la
estación Rosas, donde hay muchísimos problemas. Si resolvemos esos problemas,
se podría solucionar”, había dicho Pianelli a la agencia Noticias Argentinas.
El titular de la AGTSyP también se refirió a la publicación
en los medios de fotografías de zonas de la dos nuevas estaciones en las que se
observa agua filtrándose entre las paredes a pocos centímetros de donde corre
el tercer riel de electricidad y cámaras subterráneas con cables sellados de
alta tensión inundadas, como así también las fosas.
Como respuesta, Sbase señaló en un comunicado que “todas las
fotos corresponden a lugares no habilitados”, y añadió que “de las fotos
publicadas, dos fueron tomadas en un taller que aún no ha sido puesto en
funciones justamente porque requiere trabajos extra para su utilización”.
Asimismo, puntualizó que “la tercera (foto) pertenece a un
desagüe y no a una filtración”. En tanto que el presidente de Sbase, Juan Pablo
Piccardo, volvió a asegurar que “las dos estaciones recientemente inauguradas
se encuentran en perfectas condiciones para ser operadas y utilizadas”.
Pianelli respondió que “Piccardo tiene que justificar de
alguna manera que intentó inaugurar estas estaciones en malas condiciones”. “Lo
de Piccardo es una justificación a la burrada que se mandaron de abrir
estaciones que no pueden estar operativas”, afirmó.
Los voceros de Sbase señalaron que “el principal problema en
la línea B no pasa por la seguridad de las nuevas estaciones, sino por la
jornada laboral”, ya que las dos nuevas paradas representan “28 minutos más de
jornada” y los metrodelegados buscan dar “una vuelta menos” de recorrido o “cuatro
vueltas y media”.
Sobre tal cuestión, explicaron que “el convenio de trabajo
del Subte establece que el operario trabaja seis horas diarias” y que en la línea
B actualmente, tras un acuerdo alcanzado cuando el subte estaba en manos del
Estado Nacional, los operarios trabajan cuatro horas y media y descansan una
hora y media, y dan cinco vueltas entre las estaciones Alem y Los Incas”.
Nota con despacho de agencia Noticias Argentinas
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