El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, sorprendió al afirmar
que “ahora” la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le “atiende el teléfono”
cuando la llama, a la vez que señaló que la etapa política que se viene es de “diálogo”.
“Últimamente cuando llamo, me atiende. Hemos hablado por un
par de temas pendientes”, aseguró Macri, dando a entender un cambio de actitud
de la Presidenta después de las elecciones primarias del pasado 11 de agosto,
que dejaron un resultado no muy favorable para el kirchnerismo.
El alcalde capitalino hizo esa declaración en el programa
Almorzando con Mirtha Legrand, que se emite por el canal América, al que asistió junto a
su esposa Juliana Awada y sorprendió a la conductora y al resto de los
invitados.
Macri sostuvo que el “aprendizaje” que va a quedar de la última
década, en la que el kirchnerismo gobernó el país y “que muchos dicen ganada y
otros dicen perdida”, es que “hay que trabajar en conjunto, con diálogo y con
consenso”.
“Es la etapa que viene, como nadie va a tener la suma del
apoyo de toda la sociedad, hay que dialogar, hay que trabajar en conjunto”,
dijo el intendente porteño.
Además, el mandatario descartó que el acuerdo realizado con
el Frente Renovador de Sergio Massa se pueda extender más allá de las
elecciones legislativas de octubre. “No soy amigo de Massa. Hicimos un acuerdo
por un voto útil, pero yo voy por una propuesta para el cambio”, dijo.
El líder del PRO volvió a manifestar sus aspiraciones
presidenciales. Y, consultado por la conductora, dio su opinión sobre Elisa
Carrió, candiata de UNEN, frente que sumó la mayor cantidad de votos en las
PASO y que lidera los números de las encuestas para Diputados en Capital. “Nunca
conciliamos muy bien que digamos (con Carrió). A veces dice verdades, pero no
construye", expresó Macri.
Condenó las tomas de escuelas y respaldó al ministro Bullrich
Macri condenó las tomas de colegios encabezadas por
estudiantes que se oponen al cambio de los planes de estudio en la Ciudad y
respaldó a su ministro de Educación, Esteban Bullrich.
“No podés tomar un colegio por algo (en referencia a la
reforma educativa) que aún no sucedió y que no se sabe si va a suceder, sino
que está en debate”, señaló el jefe de Gobierno con respecto a la medida de
fuerza llevada a cabo por los alumnos de distintas escuelas porteñas, a la vez
que condenó los destrozos realizados por cinco estudiantes del Colegio Nacional
de Buenos Aires en la Iglesia San Ignacio de Loyola.
Los estudiantes, que resolvieron levantar en la semana las
tomas, protestan contra una reforma educativa impulsada por el Gobierno Nacional
y que debe debatirse y adoptarse en cada distrito. Y denuncian que las
autoridades porteñas no los escuchan en su reclamo para poder participar del
debate de la adecuación de la reforma educativa, acusación que rechazan los
funcionarios capitalinos.
Macri defendió a Bullrich, a quien señaló como “el ministro
más dialoguista de la educación pública, o por lo menos en décadas”.
El alcalde explicó que en años anteriores las tomas se
producían por el reclamo de los alumnos por las malas condiciones edilicias en
los colegios, “que venía de años y décadas y que lo fuimos reparando”. “Ahora
las tomas son por una reforma que propone la Nación a todo el país, que todavía
no se aplicó y no se sabe si se va a aplicar porque está en debate”, añadió.
Sobre las sanciones por la medida de fuerza, “dependen de cada colegio”, dijo.
El jefe de Gobierno manifestó que le “preocupa” que “una
minoría (de estudiantes) se imponga sobre la mayoría, porque eso pasa en todos
los órdenes de la sociedad”. Y dijo que los que toman colegios representan “menos
del 0,3 por ciento” del total de alumnos secundarios.
Nota con despachos de agencia Noticias Argentinas
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