¿A partir de ahora el dicho sería “dime cómo te llamas y te diré quién eres”?
Según un estudio, acortar el nombre o utilizarlo en
diminutivo genera mayor atracción en el sexo opuesto, al generar la sensación
de ser más accesibles y amigables, que aquellos que lo usan completos.
¿Quién hizo el estudio? La red social Badoo.com, conocida
por ser una red más hot que las otras y que muchos utilizan para citas y relaciones
ocasionales. Este sitio tiene más de 190 millones de usuarios registrados en
180 países. Se realizó a nivel global y los datos se aplican a todos los países
latinos.
La psicóloga conductista y consejera de citas Joanna
Hemmings afirmó: “Tu nombre dice un montón sobre usted”. Y explicó que las
personas que utilizan sus nombres abreviados “dan la sensación de ser más
accesibles y amigables”. Argumentó que son “menos intimidantes” y que “un
diminutivo da la sensación de afecto e informalidad”.
En los países de habla hispanas, mujeres llamadas Bea, Cris
o Vero atraen más a los varones que aquellas llamadas Beatriz, Cristina o Verónica.
Lo mismo ocurre en el caso de los hombres, como con los
llamados Tony o Toni, Fran o Edu, que llaman más la atención de las mujeres que
Antonio, Francisco o Eduardo.
El vocero de Badoo, Niccolo Fomai, dio un mensaje
¿esperanzador? para muchos y muchas: “Tu capacidad para atraer gente online no
se trata nada más sobre tu apariencia física” y destacó que “la longitud del
nombre, aparentemente, hace una diferencia muy grande”.
Esta red social comparó la cantidad de mensajes online
recibido durante un periodo de cinco meses por aquellos con nombres acortados,
como Alex, y aquellos con sus versiones completas, Alejandro, en distintos países
de los continentes americano y europeo.
La red social utilizada para conocer personas comparó la
cantidad de mensajes online recibidos durante un periodo de cinco meses por
aquellos con nombres acortados, por ejemplo Alex, y aquellos con sus versiones
completas, Alexander o Alejandro, en distintos países de los continentes
americano y europeo.
El nombre acortado tuvo más éxito en el 72 por ciento de los
casos alrededor del mundo, y en los países latinos fue aún mayor: un 87 por
ciento.
Es más, la longitud del nombre no sólo genera más encanto,
sino que también beneficia los ingresos, ya que según otro estudio reciente,
cuanto más corto es el nombre, más grande es el sueldo. Aunque suena
disparatado, este otro relevamiento da cuenta que versiones cortas y largas del
mismo nombre, como Steve y Steven, ganaba más sueldo el dueño del nombre corto.
Y otros estudios de registros de matrimonios revelaron que
el sonido del nombre influye en la decisión de casarse con una persona. “Hay
ligeramente más posibilidades de casarse con alguien cuyo nombre suena como el
suyo, incluso si la similitud es solamente compartir la primera inicial”,
argumentó el psicólogo Jonathan Haidt en su libro “La hipótesis de la felicidad”.
Los romanos ya lo sabían, al señalar en el proverbio latino “Nomen
est omen”, que significa “nombre es presagio”.
En definitiva, estos estudios apuntan a que el nombre en las
personas hace referencia tanto a su carácter como a su destino. ¿Verdad o
disparate? La discusión está instalada.
Nota con despacho de agencia Noticias Argentinas
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