Estuvo internado ocho días en el Hospital del Quemado. El agresor, un paciente psiquiátrico, está detenido.
El taxista que fue prendido fuego por un delincuente tras
haber sido rociado con nafta durante un asalto en el barrio de Parque Patricios
murió ayer a la madrugada, luego de permanecer internado ocho días en el
Hospital del Quemado.
Alberto Omar Coira, de 51 años, presentaba quemaduras en el
60 por ciento de su cuerpo, que afectaban sus brazos, la espalda, el tórax y la
cara. En las últimas horas su salud había empeorado como consecuencia de una
infección y permanecía en estado de coma, hasta que murió antes de la
medianoche de ayer.
“XQ a mi PAPA !!!!!!!! Te voy a extrañar xq te arrancaron de
mi vida Q DOLOR LA PUTA MADRE (sic)”, fue la frase que escribió Christian
Coira, hijo del hombre fallecido, en su muro de la red social Facebook.
Por el hecho está detenido un hombre de 38 años, paciente
psiquiátrico, que se presentó en una comisaría del sur del Conurbano y confesó
su autoría.
El 4 de diciembre pasado, Coira levantó un pasajero en la
zona de Constitución. Según le pudo relatar a su hijo, el hombre, que parecía
llevar una botella de agua, le dijo cuando transitaban por Parque Patricios a
la altura de la intersección de Rondeau y Alberti a bordo de la Wolkswagen Surán
que en realidad el envase contenía combustible y le pidió todo el dinero de la
recaudación bajo amenaza de prenderlo fuego al chofer y al auto.
El taxista le entregó los 600 pesos que tenía encima, pero
el delincuente de todas formas le arrojó nafta. En ese momento, Coria reaccionó
e intentó golpear al ladrón, quien prendió un fósforo, se lo arrojó y escapó.
“Yo le di todo lo que tenía pero igual me prendió fuego”, le
contó el chofer a su hijo durante su internación. “Cuanto me tiró la nafta me
re calenté. ‘Dejate de joder, si ya te di la plata?, le dije. Y le tiré piñas
desde mi asiento, porque todavía estaba atado con el cinturón de seguridad”,
relató.
Coira salió del auto, que se terminó de destruir por
completo, y se arrojó a una zanja para apagar las llamas que invadían su
cuerpo, pero de todas maneras sufrió graves heridas y fue internado en el
Hospital del Quemado, tras ser auxiliado por vecinos.
Al día siguiente, el sospechoso se presentó en la comisaría
de Rafael Calzada junto al director de un hogar terapéutico en el que se
encontraba internado y confesó la autoría de la agresión que terminó en crimen.
La fiscalía porteña que interviene en el caso dispuso que se
le tome una declaración completa al psicólogo y en base a esto solicitó la
detención del paciente a la jueza interviniente en la causa, María Gabriela
Lanz.
La magistrada hizo lugar al pedido y ordenó diversas
medidas, entre ellas que se le realice un examen médico legal con
especificación de las posibles partes del cuerpo quemadas de reciente data. Es que, según contó el hijo del taxista, tanto su padre como
el agresor quedaron mojados con el líquido inflamable, por lo que al encender
el fuego las llamas afectaron a ambos.
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