Los festejos de la despedida del 2013 y la llegada del 2014
dejaron un total de 67 heridos a causa de la pirotecnia y corchazos, que fueron
atendidos en distintos hospitales porteños.
Un herido por pirotecnia en el hospital Lagleyze. (Foto: Télam)
La cifra representa una disminución del 13 por ciento con
respecto a la cantidad de heridos registrada el año pasado para la misma fecha.
En el Hospital del Quemado se asistió a 24 personas, 16 de
ellas menores, una cifra menor a la alcanzada en la Navidad cuando
se atendieron a 53 por los mismos motivos en ese centro de salud.
Allí, el caso de mayor gravedad es el de un joven de 18 años
que “sufrió la amputación de una falange de una mano”, señaló la directoria del
instituto, Miriam Miño. “Es una lesión local que para él es severa. Pero, por cómo
nos cuenta que explotó, salió bastante bien porque fue sólo una falange”,
explicó la médica.
En cada ocasión que tiene oportunidad, Miño recomienda
evitar el uso de pirotecnia, para que el número de heridos descienda aún más. Y
diferenció la pirotecnia legal de la ilegal, con relación a su peligrosidad.
“Esta vez tenemos el caso de dos niños que tenían en el
bolsillo la pirotecnia e implosionó sola. Uno sabe por eso que son ilegales. No
les dañó los genitales, pero sí la ingle”, comentó.
La profesional aclaró que la cifra de heridos se pudo
incrementar en el día, en la medida que sean asistidas, y en su gran mayoría
personas que sufrieron lesiones leves por el uso de fuegos de artificio.
En los hospitales oftalmológicos Santa Lucía y Lagleyze
fueron atendidas 43 personas con heridas oculares durante los festejos de Año
Nuevo, por el destape de corchos y pirotecnia.
En el caso del Santa Lucía, la jefa de guardia, Nancy
Sichetti, representa una reducción del 33 por ciento con relación a la
registrada el año pasado.
La médica informó que cuatro de los heridos quedaron
internados por haber recibido heridas que “comprometen el globo ocular”. De
esos casos, tres corresponden a menores que debieron ser derivados al Hospital de
pediatría Garrahan.
Y en otras clases heridas, se registró el caso de un joven
que fue mordido por un perro que se había asustado por la pirotecnia en los
primeros minutos del 2014.
En el caso del Lagleyze, fueron 23 los lesionados por
lesiones de corchos y pirotecnia, de los cuales cinco corresponden a menores.
Y, en base a ese dato, concluyeron que hubo un aumento en la cantidad de
heridos por pirotecnia allí y una reducción en las lesiones por el destape de
bebidas espumantes.
Dos casos fueron de gravedad: dos jóvenes de 15 y 18 años
sufrieron estallido de globo ocular. En tanto que uno de 20 debió ser
intervenido por haber recibido un cuerpo extraño en el ojo, accidente que se
produjo cuando un niño de once años levantó un artículo de pirotecnia usado y
sin mecha, y lo volvió a encender.
Nota con despacho de agencia Noticias Argentinas
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