El Gobierno porteño lo publicó en el Boletín Oficial. El boleto pasará de 3,50 pesos a 4,50, con la tarjeta SUBE. Los que más viajen por mes pagarán menos. Legisladores de la oposición presentaron recursos de amparos para frenar el aumento.
Macri dijo que el servicio "mejoró" desde que la Ciudad se hizo cargo.
Desde el
viernes, viajar en subte costará un 28,5 por ciento más, ya que regirá el
aumento dispuesto por el Ejecutivo porteño que llevará el pasaje de este medio
de transporte de 3,50 pesos a 4,50 pesos, si se abona con la tarjeta SUBE, que
contempla un sistema de descuentos progresivos para viajeros frecuentes. El
impacto si se paga el boleto sin la tarjeta electrónica será mayor, ya que habrá
que pagar 5 pesos. La resolución fue publicada el viernes pasado en el Boletín
Oficial y hay recursos de amparo presentados por legisladores de la oposición
ante la Justicia para frenarlo, mientras que el jefe de Gobierno, Mauricio
Macri, defendió ayer el aumento al considerarlo un “ajuste por la inflación” y
sostuvo que el servicio “mejoró” desde que la Ciudad se hizo cargo.
El aumento
fue anunciado ni bien arrancó el 2014: el 3 de enero, y fue debatido en
audiencia pública el 7 de febrero, como requisito obligatorio -aunque no
vinculante- para poder instrumentarlo.
La idea del
Ejecutivo capitalino era que rigiera desde el 1° de este mes, pero por demoras
en la implementación técnica debió postergarse hasta el 14. La fría letra de la
resolución oficial señala que el aumento debe implementarse ya que se registró
un incremento del 16 por ciento en los costos de operación del subte, factor
que “incide directamente en la operación del sistema y afecta las condiciones
necesarias para asegurar la continuidad, regularidad, generalidad, seguridad y
modernización del servicio del subte”.
Macri dijo
lo mismo, con otras palabras. Planteó que el aumento “refleja la inflación; la
inflación es un saque” que “ataca primero a los que menos tienen”, y lo
justificó porque los insumos del subte son “importados” y porque hay que
afrontar los “aumentos de salarios” de los trabajadores de este medio de
transporte. Y remató diciendo que “no es un aumento, es un ajuste por la
inflación”.
La nueva
tarifa del subte para quienes abonen con las tarjetas SUBE y Monedero y hagan
entre 1 y 20 viajes por mes será de 4,50 pesos. A partir del viaje 21 y hasta
el 30 se pagarán 3,60. Del viaje 31 al 40, se abonarán 3,15 pesos, y a partir
del viaje 41, se pagarán 2,70 pesos.
Para
quienes abonen en efectivo el impacto será mayor, ya que tendrán que pagar en
la boletería 5 pesos por un viaje. Los viajes en Premetro pasarán a costar 1,50
pesos con SUBE y 2 pesos en efectivo.
Sin
embargo, y resulta una novedad respecto de lo anunciado a principios de año, se
podrán comprar abonos con los descuentos incluidos en efectivo, sin las
tarjetas para viajar.
Habrá tres
abonos mensuales que podrán ser usados por cualquier pasajero, tenga o no
tarjeta magnética. El de 30 viajes costará 126 pesos, el de 40 saldrá 157 pesos
y el de 50 se pagará 184 pesos. En estos casos, la tarifa promedio será de 4,20
pesos, 3,925 y 3,68, respectivamente. Estos abonos tendrán una validez de 30 días
corridos a partir del primer uso. Pasado ese tiempo, los que no se utilicen, se
perderán.
Y los abonos
sociales para beneficiarios de planes o con ingresos familiares por debajo de
la canasta básica familiar serán de 2,50 pesos. El abono estudiantil costará 50
pesos para un máximo de 48 viajes mensuales, y el abono Maestro, 100 pesos para
44 viajes en el mes. Y se mantienen los pases gratuitos para jubilados, alumnos
de escuelas primarias públicas y discapacitados.
Publicada
la resolución en el Boletín Oficial de la Ciudad, legisladores porteños
presentaron ante la Justicia recursos de amparo para evitar que se implemente
la suba tarifaria desde el viernes. El edil Alejandro Bodart, del MST-Nueva
Izquierda, presentó uno el 10 de febrero, “pero el juez Pablo Mántaras lo dejó
en suspenso hasta que la suba saliera publicada en el Boletín Oficial”, dijo. “Como
ya salió, el lunes voy a volver a presentarlo”, y en rigor lo hizo, ante el
juzgado contencioso administrativo a cargo de la magistrada Elena Liberatori.
Bodart
desestimó los argumentos esgrimidos por la Ciudad al señalar que el informe de
la Auditoría “habla de costos que no tienen nada que ver con los del Gobierno”,
y que “con la barbaridad de subsidios que recibe la concesionaria privada, el
subterráneo sería sustentable con un boleto a 1,50 pesos. Este nuevo aumento
resulta entonces una doble estafa, a los pasajeros y a los fondos públicos”. “Tanto
el subsidio como el boleto va a Metrovías, lo que demuestra la matriz ideológica
del macrismo de garantizar la ganancia empresaria”, concluyó.
La Auditoría
General porteña informó una tarifa técnica, es decir aquella sin descontar los
subsidios, de 5 pesos, valor inferior a los 7,50 pesos planteados por Subterráneos
de Buenos Aires (Sbase).
Lo mismo
hicieron los legisladores del bloque Verde Alameda en UNEN Gustavo Vera y Pablo
Bergel, para que “se declare la nulidad de la resolución que ordena el aumento
de la tarifa del subte y se suspenda su vigencia y efectos”. A través de un
comunicado, afirmaron que la suba “es ilegal en tanto que no se estableció la
tarifa técnica actualizada” y consideraron que el sistema de “tarifa gradual”
presentado por el Gobierno porteño sólo beneficia al 11 por ciento de los
usuarios.
Para el
secretario General de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y
Premetro (AGTSyP), Roberto Pianelli, el aumento no persigue un fin recaudatorio
“sino expulsar a un sector” de los usuarios ya que pretende “dejar de subsidiar”
ese transporte en el mediano plazo.
“La empresa
Metrovías recibe 980 millones de pesos durante el año 2014 en concepto de
subsidios, consignados en el Presupuesto de la Ciudad de Buenos Aires, que debe
agregarse a la tarifa”, precisó Héctor Polino, de Consumidores Libres. Además subrayó
que “las inversiones de ampliación de la red y renovación del material rodante
están a cargo de Sbase, y los fondos provienen del Presupuesto General de la
Ciudad, no de la tarifa”.
En este
contexto, consideró que “se impone, antes de poner en vigencia un nuevo aumento
en el boleto, realizar un profundo análisis de la estructura de costos de
Metrovías”. “La empresa estuvo durante muchos años aumentando los gastos y disminuyendo
los ingresos a través de empresas vinculadas, para luego reclamar aumentos en
el precio del boleto y aumentos en el monto de los subsidios”, expresó.
El aumento
del viernes es el tercero dispuesto por el Gobierno porteño desde que se hizo
cargo del subte, en enero de 2012, cuando pasó de 1,10 pesos a 2,50. En
noviembre pasado, saltó a 3,50 pesos y cuando alcance los 4,50, el incremento
acumulado en estos dos años será del 309 por ciento.
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