La cifra de incremento varía de acuerdo al aporte que reciba cada institución educativa desde el Gobierno de la Ciudad. Se llevará a cabo en dos etapas: una correspondiente a marzo pero que se verá reflejada en los recibos de abril, y en agosto. Las que no reciben subvención pueden elevar el valor de la cuota libremente.
Si bien los incrementos son esperables, no dejan de ser un dolor de cabeza para los padres que mandan a sus hijos a un colegio privado.
Los colegios privados establecidos en la Ciudad de Buenos
Aires que reciben subsidio estatal aumentarán a lo largo del año hasta un 28,5
por ciento, cifra que variará de acuerdo al aporte que reciba cada institución
educativa por parte del Gobierno porteño.
Los establecimientos educativos privados subvencionados por
el Ejecutivo porteño incrementarán sus cuotas desde marzo para poder compensar
el aumento salarial docente, pero como la decisión se tomó a fines de mes, la
suba comenzará a regir a partir de abril. Así fue pautado en la reunión de la
Comisión de Aranceles, integrada por los propietarios de las escuelas,
autoridades educativas y padres.
En el caso de los colegios que son subsidiados en un 100 por
ciento, el aumento se llevará a cabo en dos etapas: el primero será de un 18
por ciento, correspondiente a marzo; y el segundo en agosto, de un 10,5 por
ciento.
En las escuelas que reciban un aporte estatal de entre un 40
y un 80 por ciento, habrá una primera suba en marzo de un 15 por ciento y otra en agosto, de un 10 por
ciento.
La directora general de Educación de Gestión Privada del
Ministerio de Educación de la Ciudad, Beatriz Jáuregui, explicó que en el caso
de los colegios subvencionados el “pacto de aumento varía según el aporte que
reciben”.
“Se acuerda un tope de aumento arancelario, según la
subvención”, precisó la funcionaria, y aclaró que “la facturación de marzo fue
sin aumento, así que el ajuste va a llegar a partir de abril”. Y dejó en claro
que “el tope no es obligatorio, sólo es un máximo que el colegio puede cobrar”.
Asimismo, señaló que los incrementos dependen de otras
variables como los servicios de comedor, de transporte y de seguridad, por lo
que “no se puede hablar de una cuota promedio, porque el cálculo depende de
muchas”. “Cada establecimiento tiene su parámetro y tiene que hacer sus propios
cálculos sobre las cuotas”, dijo.
Con relación a las expectativas de los padres en torno a las
cuotas, expresó que “no va a ser sorpresa el aumento”. “Todos los ciudadanos
sabemos dos cosas: primero, cómo cerró la paritaria docente, y segundo, que
estamos en un escenario de alta inflación, entonces todos los costos tienen un
aumento muy importante”, analizó.
Si bien los incrementos son esperables, no dejan de ser un
dolor de cabeza para los padres, al punto que Jáuregui reconoció que “desde el
año pasado los papás están haciendo esfuerzos muy grandes”. En ese sentido,
dijo que en el último tiempo “hubo un porcentaje de chicos que pasaron de un
colegio con cuotas altas a uno más barato”.
Desde la Asociación de Entidades Privadas Argentinas, su
vocero, Alfredo Fernández, manifestó que “en el caso de las escuelas privadas
que no reciben aportes” los aumentos “dependen de la institución” y comentó que “muchas
aumentaron en marzo y ya lo habían comunicado en octubre de 2013”. Pero precisó:
“Los aumentos son libres, aunque hay un límite de un 50 por ciento”.
No obstante, aclaró: “Que tengan un tope no significa que
lleguen a aumentar a ese extremo. Los colegios privados que no dependen del
Estado evalúan su marcado, qué es lo que pasa con sus padres y cuál es la
situación económica”.
Nota con despacho de agencia Noticias Argentinas
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