Se entró en un cuarto intermedio hasta las 18, por lo que se mantiene la medida de fuerza que afectará a los servicios de ómnibus de corta, media y larga distancia en todo el país. Reclaman un aumento salarial del 30 por ciento.
El último paro fue a mediados de marzo, de manera sorpresiva, por el crímen de un chofer. La gente hizo malabares para viajar. (Foto: Télam/Archivo)
El jefe de
Gabinete de la Nación, Jorge Capitanich, estuvo reunido junto a funcionarios del
Ministerio de Trabajo, representantes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y
del sector empresarial para intentar llegar a un acuerdo a evitar el paro
convocado por el gremio para mañana en colectivos de corta, media y larga distancia
en reclamo de un aumento salarial. Pero se entró en un cuarto intermedio hasta las 18, por lo que por ahora se mantiene la medida de fuerza.
Al ingresar
a Casa de Gobierno, el secretario general de la UTA, Roberto Fernández, se
mostró confiado en “encontrar una solución” al conflicto que los choferes de
colectivos mantienen con la patronal y levantar la medida de fuerza de 24 horas
anunciada para mañana.
El
gremialista manifestó su “preocupación” a raíz de telegramas con suspensiones y
despidos a unos cinco mil choferes de larga distancia debido a la reducción del
número de pasajeros. “No queremos iniciar una medida de fuerza, pero venimos
reclamando una mejora salarial desde hace cinco meses y no encontramos una
solución al tema”, se quejó, y dijo tener “la mejor predisposición para
encontrar una solución”.
En su
habitual rueda de prensa, Capitanich sostuvo que se trata de una “negociación
paralela: transporte urbano y larga distancia”.
Desde el
sector empresarial tomaron el llamado al paro como una fuerte presión para
obtener el aumento salarial del 30 por ciento que reclaman los choferes.
En declaraciones
radiales ayer, Fernández comentó: “Atento a que ellos tienen un subsidio, nos
dijeron: ‘por qué no nos dejan hablar con el Gobierno para ver cómo vamos a
encontrar una solución frente al nuevo aumento del salario, para nosotros pedir
subsidios y no aumentar las tarifas”.
En ese
sentido, expresó: “Hace cinco meses que andamos discutiendo el tema y no
aparece el subsidio ni la plata”. Se trata de las negociaciones paritarias, por
lo que sostuvo que ese incremento que buscan es por un año. “Pedimos un 30 por
ciento porque el sueldo quedó muy rezagado, ya que el sueldo promedio de un
conductor es de 8.900 pesos”, precisó el titular de la UTA, aunque admitió que
ya recibieron por parte de los empresarios una suma fija a cuenta de 1.200 para
corta distancia y 1.400 para larga distancia.
Conocida la
noticia del paro, el ministro del Interior y Transporte de la Nación, Florencio
Randazzo, había apelado a la “racionalidad y sentido común” de los dirigentes
gremiales para que “no sea la medida” destinada a sanear un conflicto ya que “perjudica
a todos, principalmente a los pasajeros”.
“Los
empresarios tienen que encontrar una solución a los reclamos de los
trabajadores, porque si no se resuelve el miércoles, la situación se va a
agravar”, advirtió Fernández. La negociación es clave para evitar que mañana,
viajar sea prácticamente una misión imposible.
Nota con
despachos agencias Télam y Noticias Argentinas
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