“Si fuera mi hijo, le dejo el traste no sabés cómo, por pelotudo”, dijo el ministro del Interior y Transporte de la Nación, enojado, en una entrevista. La denuncia del Gobierno es por “daños y perjuicios”. Los vagones, aún no estrenados, están en Puerto madero a la espera de ser puestos en las vías en las próximas semanas.
El ministro del Interior y Transporte de la Nación,
Florencio Randazzo, anunció que presentó una denuncia penal por “daños y
perjuicios” contra los padres de un menor que quiso hacer arte o simplemente
arruinar con graffitis una de las nuevas formaciones del ferrocarril Sarmiento
que están en Puerto Madero a la espera de ser instaladas en las vías en las próximas
semanas. El funcionario, enojado, señaló que por esa actitud “dan ganas de
matarlos” a los responsables del acto, para algunos considerados vandálicos y
para otros una expresión artística.
Randazzo hizo el anuncio en una conferencia de prensa, en la
que señaló que “el Estado va a accionar contra los padres en los casos en los
que los delitos sean cometidos por menores teniendo en cuenta que ha sido muy
grande el esfuerzo en materia de recursos”, sobre todo porque recordó que cada
vagón nuevo cuesta 1.270.000 dólares.
Se trata de los vagones nuevos para la línea Sarmiento que
fueron presentados la semana pasada por la presidenta Cristina Fernández de
Kirchner y que están en Puerto Madero a la espera de ser instalados en las vías.
Según relató, el domingo por la tarde “Prefectura Naval,
encargada de custodiar la formación, divisó a dos individuos en un
comportamiento extraño y decide detenerlos”. Explicó que las dos personas
escaparon, pero “una de ellas subió a un taxi y pudo ser apresada” y que “cuando
(Prefectura) lo requisa, encuentra una bolsa con aerosoles”. Era un menor.
El titular de Interior y Transporte precisó que “hay uno de
los coches con tres grafittis” y aseveró que desde esa cartera se hizo “la
denuncia penal en el juzgado (Federal 14) de (Sebastián) Casanello”.
Luego, en declaraciones a Radio América, Randazzo dijo,
notoriamente enojado, que “cuando se dice si amerita una conferencia de prensa,
claro que la amerita, hay que matarlos, te dan ganas de matarlos, ¿cómo pueden
ser tan energúmenos? (…) Si fuera mi hijo, le dejo el traste no sabés cómo, por
pelotudo”. Aunque luego dijo que “uno tiene que tratar de ser medido porque es
un menor, hay que ver cuáles son sus condiciones y empieza a justificar ese
comportamiento, pero está claro que hemos hecho la denuncia penal y vamos a
accionar contra los padres”.
El menor apresado fue alojado durante unas horas en el
Instituto de Menores Inchausti, de la Ciudad de Buenos Aires, y fue dejado en
libertad cuando los padres fueron a retirarlo.
El ministro advirtió a los responsables de los menores “que
se preocupen, porque vamos a reclamar por los daños que cometan sus hijos”. Por
otra parte, se refirió a que los grafittis son iguales a los que se ven en
otros lados de la Ciudad y que, por el momento, “no encuentra intencionalidad
política”.
El jueves pasado, durante la presentación de los 72 nuevos
vagones para el Sarmiento de un total de 225, Cristina había exhortado a los
usuarios “a que cuiden” las formaciones. Aún no se estrenaron y los que
agitaron los aerosoles y empezaron a pintar, parece que no escucharon o no
quisieron escuchar ese pedido. Todos perjudicados.
Nota con despachos de agencias Télam y Noticias Argentinas
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