INFORME - Mangeri podría ser condenado a prisión perpetua. La estrategia de la defensa apunta a cuestionar la prueba del material genético encontrado en las uñas de tres dedos de la víctima, y pretende citar a 250 testigos. En la cárcel, el encargado estudia y hace la limpieza del pabellón. La casa de la víctima y la portería del edificio de Ravignani están deshabitadas.
Mañana se cumple un año del crimen de la adolescente de
16 años Ángeles Rawson, y el imputado Jorge Néstor Mangeri, su abogado
defensor, la familia de la víctima y dos fiscales se preparan y están a la
espera de un extenso juicio oral que podría comenzar en octubre, según estiman
fuentes judiciales.
Por el aniversario del asesinato, la familia Rawson no
realizará ningún tipo de acto ni declaraciones a la prensa, según adelantó
el abogado de la querella, Pablo Lanusse, a la agencia de noticias Télam. “El
dolor para la familia es inmenso. Siguen destrozados y a la espera de que se
haga Justicia”, comentó.
El único imputado es Mangeri, de 46 años, quien espera el
juicio en la cárcel de Ezeiza, donde cumple su prisión preventiva.
La causa está en la etapa previa al juicio, que tendrá a
cargo el Tribunal Oral en lo Criminal número 9, integrado por los jueces Luis
García, Fernando Ramón Ramírez y Ana Dieta de Herrero, quienes definirán en
unos meses, se estima que en octubre, la culpabilidad o la inocencia del ex
encargado del edificio de Ravignani 2360, en Palermo.
En los últimos días, cada una de las partes (fiscalía,
querella y defensa) presentó el ofrecimiento de prueba, es decir, los testigos,
informes y pericias que necesitan para defender su postura en el juicio.
Los fiscales serán dos: Julio César Castro, de vasta
trayectoria en debates orales y con pasado en la Unidad Fiscal para la
Investigación de Delitos Contra la Integridad sexual, y Fernando Fiszer, quien
en agosto del año pasado se sumó como fiscal coadyuvante durante la fase de
instrucción del caso.
La fiscal que investigó y esclareció el caso en 96 horas,
Paula Asaro, si bien podría haber participado del juicio, decidió no estar por
una cuestión de transparencia, ya que la defensa criticará en el debate su
actuación en el expediente. No obstante, la fiscalía acusará a Mangeri por “abuso
sexual seguido de muerte”, tal como planteó Asaro en su elevación a juicio.
La querella está encabezada por el abogado Lanusse, que lo
acusará de “tentativa de abuso sexual, homicidio criminis causa y femicidio”,
tal como caratuló el juez de instrucción de la causa, Javier Ríos, antes de
elevarla a juicio oral. Cualquiera de las dos carátulas prevén una pena de
prisión perpetua.
La defensa de Mangeri, a cargo de Adrián Tenca, sorprendió
con los planteos previos al tribunal, ya que solicitó que se convoque al juicio
a más de 250 testigos, muchos de los cuales no declararon en la etapa de
instrucción. Incluso hizo el inédito pedido de convocar al debate a la fiscal
Asaro; a su secretario, Diego Pegolo; el primer juez que intervino en la causa,
Roberto Ponce, y el secretario del Juzgado de Instrucción 17, Pablo Cina.
Como uno de los pilares de su defensa, Tenca quiere sentar
frente al tribunal a esos cuatro funcionarios judiciales para cuestionar su
labor durante la noche en la que Mangeri llegó a la Fiscalía 35 para declarar
como testigo y terminó preso por el homicidio.
Tanto Tenca como sus antecesores en la defensa –Miguel Ángel
y Marcelo Biondi- creen que aquella madrugada del 15 de junio del año pasado,
en la que Mangeri dijo “soy el responsable de lo de Ravignani 2360” es decir,
se autoncriminó, fue sometido a una “indagatoria encubierta”. Incluso ese punto
fue motivo de un planteo de nulidad que fue rechazado en todas las instancias
previas –juzgado, Cámara del Crímen y Casación- y hasta la fiscal Asaro fue
sobreseída en una causa que se le abrió para investigar si el encargado había
sufrido algún tipo de presión.
Asimismo, la defensa de Mangeri convocó a que declaren en el
juicio al menor de los hermanastros de Ángeles, Axel Opatowski, que tenía 15
años al momento del hecho y estaba en el departamento de Ravignani el día del
crimen y que nunca declaró porque padece un leve retraso madurativo.
Como medidas para la instrucción suplementaria, Tenca quiere
una reconstrucción con un muñeco de la misma contextura física que Ángeles, e
inspecciones oculares en Ravignani 2360, en las plantas de la CEAMSE de
Colegiales y de la localidad bonaerense de José León Suárez, como también en la
sucursal del Banco Macro donde el padrastro de la víctima, Sergio Opatowski,
quedó filmado por las cámaras de seguridad de la entidad a la hora del crimen.
Además, pidió incorporar cuatro informes de un químico
argentino que vive en Israel. Y cuestiona, como siempre hizo la defensa, la
prueba clave de la causa: la muestra genética que determinó que debajo de las
uñas de Ángeles había ADN de Mangeri.
El próximo paso del Tribunal será definir cuáles de todas
las pruebas pedidas por lar partes aprueba para el juicio y cuáles rechaza.
El caso
Ángeles Rawson desapareció el 10 de junio del año pasado
cuando regresaba a su casa del barrio de Palermo luego de una clase de educación
física del colegio. Al día siguiente fue hallado su cadáver en el predio de la
CEAMSE de José León Suárez.
En un principio se pensó que pudo haber sido asesinada y
arrojada a la basura cerca del predio de la CEAMSE de Colegiales, pero esa hipótesis
quedó descartada cuando se la vio en un video de las cámaras de seguridad que a
las 9.50 la grabaron llegando a su casa.
Las sospechas apuntaron al círculo íntimo de la víctima,
hasta que Mangeri se autoincriminó cuando declaraba como testigo luego de que
los estudios de ADN determinaran que había perfil genético del encargado debajo
de tres uñas de la mano derecha de Ángeles, lo que sugiere que ella llegó a
rasguñarlo para defenderse.
Una junta médica determinó que Ángeles murió sofocada y
estrangulada por su asesino en una maniobra que no duró más de cinco minutos,
antes de que su cuerpo ingresara a la compactadora de basura y que tenía
lesiones paragenitales compatibles con un intento de violación.
En la cárcel, Mangeri hace la limpieza y comparte pabellón con Pedraza y Vásquez
Jorge Mangeri pasa sus días en el penal de Ezeiza haciendo
tareas de limpieza, estudiando el secundario y compartiendo el pabellón de
disciplina junto a otros presos de causas que han tenido repercusión pública.
El ex encargado de Ravignani 2360 está alojado en el pabellón
“H-1” del Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza. Se trata de un pabellón
de conducta donde sólo hay doce internos que, por la trascendencia de sus
causas penales u otros motivos, deben estar aislados del resto de la población
carcelaria.
Entre sus compañeros de pabellón están el ex baterista de la
banda Callejeros, Eduardo Vásquez, quien cumple dos condenas: prisión perpetua
por el homicidio de su esposa Wanda Taddei y seis años de cárcel por la
tragedia de Cromañón. También están alojados allí algunos de los condenados por el
homicidio del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra, entre ellos el
sindicalista de la Unión Ferroviaria José Pedraza.
Cada uno de los doce internos tiene una celda individual que
se abre a las 6 de la mañana y se cierra a las 22, y disponen sólo de dos horas
de recreación a diario en un patio.
Para ocupar su tiempo, Mangeri está cursando el secundario
en la escuela del penal y, dado su oficio, trabaja como “faijnero”, es decir,
es el encargado del orden y la limpieza del pabellón.
El 1° de enero, el acusado por el asesinato de Ángeles
Rawson cumplió en prisión los 46 años de edad, y su esposa, Diana Saettone, lo
visita todos los lunes y los viernes por las tardes.
Su abogado, Adrián Tenca, contó a la agencia Télam que su
defendido “está de buen ánimo, esperando el juicio oral porque, como siempre lo
dijo, es ajeno al hecho”.
El letrado asimismo anunció que Mangeri está dispuesto a dar
una entrevista televisiva, pero por el momento los medios que lo han intentado
se encontraron con la negativa del Servicio Penitenciario Federal.
La casa de Ángeles y la portería de Mangeri, deshabitadas
El departamento de la planta baja del edificio de Ravignani
2360, donde vivía Ángeles Rawson hasta ser asesinada y la portería donde tenía
su domicilio el encargado imputado Jorge Mangeri, en el barrio de Palermo, están
deshabitados a un año del crimen.
Las persianas de las dos ventanas que dan a la calle de la
planta baja “A”, donde la joven vivía con su madre, padrastro y dos de sus
hermanos, están cerradas desde aquel miércoles posterior al crimen en el que la
familia velaba a la adolescente y la fiscal Paula Asaro allanaba la vivienda.
La familia de Ángeles nunca volvió a ese departamento desde
aquel allanamiento y se mudó al norte del Conurbano bonaerense, según llegaron
a contar algunos allegados y que citó la agencia noticiosa.
La portería, que está en el octavo piso, y donde creen los
investigadores que pudo cometerse el crimen, también está vacía, ya que la
esposa de Mangeri, Diana Saettone, decidió dejarla por voluntad propia. Desde
entonces el consorcio se maneja para las tareas de limpieza del edificio con el
portero suplente, Fernando Camargo, uno de los testigos de la causa.
Por ser procesado por el homicidio, Mangeri quedó suspendido
en su trabajo y sin goce de sueldo, por la Ley de Contrato de Trabajo, pero la
administración espera la resolución del juicio para ver si lo despide con causa
o si debe restituirle su empleó, según pudo averiguar la agencia Télam con
fuentes del expediente.
Nota con despachos de agencia Télam
aa
ResponderEliminarSome coins hype up their possible really worth and right after the ICO is performed, they may fizzle out or a whole lot worse, a number of men and women behind the coin might just get everyone’s funds and ignore community. Bitcoin Mining Company- This took place just last month when the owners of a fresh coin, disappeared using the funds.
ResponderEliminar