ANÁLISIS – Los últimos encuentros y comentarios cordiales entre la Presidenta y el jefe de Gobierno porteño suscitaron cuestionamientos y denuncias de la oposición nacional y local de la existencia de un pacto entre ambas administraciones para la aprobación de leyes que interesan de uno y otro lado de la Plaza de Mayo. El kirchnerismo y el macrismo lo niegan. Pero han sabido acordar la aprobación de leyes clave en la Legislatura porteña.
Diálogo. Macri y CFK, ayer, en la inauguración de la autopista Illia. (Foto: DyN)
Los actos
que compartieron recientemente, las palabras sorprendentemente cordiales de uno
y otro lado luego de tantos cortocircuitos y la confesión de una reunión que
habían mantenido en la Quinta de Olivos Cristina Kirchner y Mauricio Macri dieron
que hablar en la oposición nacional y porteña. Es que tanta amabilidad entre la
Casa Rosada y la jefatura de Gobierno capitalina, a pesar de las notorias
diferencias ideológicas y políticas del kirchnerismo y el PRO, llevó a que se hablara
de un pacto entre ambos, algo que fue rechazado por las dos administraciones.
En su
habitual conferencia de prensa en Casa Rosada, el jefe de Gabinete de la Nación,
Jorge Capitanich, desechó las versiones sobre “pactos encubiertos” entre
Cristina y Macri, y justificó que la relación de cordialidad entre ambos es por
el “respeto a las instituciones”.
“Tenemos
diferencias con el PRO desde el punto de vista ideológico y político pero
entendemos que en democracia es fundamental el respeto a las instituciones. Ha
sido una relación marcada por diferencias, pero no existen oscuros intereses ni
pactos encubiertos ni explícitos”, aseveró Capitanich.
Al ser
consultado por la prensa, ya que ayer horas después Cristina y Macri compartieron la inauguración de las obras de ampliación de la autopista Illia, el
jefe de ministros cuestionó la postura de que “cuando se trabaja de común
acuerdo se habla de pacto” y “cuando no se ponen de acuerdo para llevar
adelante obras se adjudica a la inmadurez existente en la República Argentina”.
En el mismo sentido se expresó CFK luego de soltar la cinta inaugural en la
autovía.
Capitanich,
asimismo, planteó que “miembros del Frente Amplio UNEN (FAU), que presentan
adscripción a la UCR, promueven una alianza con el PRO” de cara a las
elecciones presidenciales de 2015, mientras que el Gobierno Nacional “objetivamente”
tiene diferencias “de carácter estructural, ideológico y político” con el
macrismo.
“Incluso
dentro de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires el bloque del Frente para
la Victoria tiene una política de oposición a la gestión del jefe de Gobierno
de la Ciudad”, sostuvo el funcionario de Nación. Es cierto que el kirchnerismo,
que tiene un interbloque en el Parlamento local, la mayoría de las veces se
opone a los proyectos impulsados por el macrismo, que no tiene número para
poder aprobar las leyes por sí solo, por lo que no le queda otra que negociar
con la oposición. Y no es menos cierto que el interbloque K ha acompañado al
PRO en leyes clave tanto para Bolívar 1 como para la Casa Rosada, como
recientemente la cesión de la Ex ESMA de la órbita porteña a la nacional y la
disolución del Instituto Espacio para la Memoria (IEM) que funcionaba en el ex
centro clandestino de detención. O la recordada sesión de noviembre de 2012, cuando ambas fuerzas acordaron y votaron en conjunto once leyes clave, entre
ellas la venta del céntrico Edificio del Plata y la rezonificación de terrenos
del ferrocarril para destinarlos a “proyectos integrales de urbanización e
inmobiliarios”, ligados al plan Procrear que impulsa el Gobierno Nacional, por citar algunos casos.
Por su
parte, la diputada nacional del Frente para la Victoria, Diana Conti, se mostró
satisfecha por la relación política entre la Presidenta y el líder del PRO. “El
Gobierno Nacional y el de la Ciudad han podido superar el conflicto mayor, el más
ostensible, que ha sido el traspaso del subterráneo, en el cual hubo un
perjuicio para los usuarios. Ahora comenzó una etapa de entendimiento en lo que
tienen que administrar conjuntamente”, dijo. Y remató: “Me parece bien que
quienes gobiernan al país puedan entenderse”.
Desde el
macrismo, el vicepresidente primero de la Legislatura porteña, Cristian
Ritondo, por un lado celebró la inauguración de la prolongación de la autopista
Illia junto al Gobierno Nacional, pero por otro remarcó que si bien “el diálogo
entre el Gobierno de la ciudad y la Nación ha mejorado en el último año, el PRO
no pacta con nadie”. Y en el mismo sentido que CFK, dijo que “cuando se trata
de la vida y el progreso de la gente no podemos tener ninguna diferencia”.
Antes del acto compartido ayer por la inauguración de la
extensión de la autopista Illia (una obra demorada por los cortocircuitos en la
relación), Cristina y Macri se vieron y saludaron en la Catedral Metropolitana en el Tedeum del 25 de Mayo. Y anteriormente, tras compartir la apertura de las oficinas de la red social Facebook en Argentina, la Presidenta reveló a la
prensa que había recibido al jefe de Gobierno porteño en la residencia de
Olivos para hablar sobre temas de gestión, algo que fue confirmado por Macri. A su vez, el alcalde porteño contó que en los últimos
meses la Casa Rosada empezó a atenderle el teléfono para coordinar acciones que
conciernen a ambas administraciones.
Esos últimos
encuentros y comentarios suscitaron cuestionamientos desde la oposición nacional
y porteña. Uno de los que habló de un pacto entre Cristina y Macri fue el jefe del bloque de diputados nacionales del massista Frente Renovador, Darío Giustozzi, quien había denunciado que esa sintonía entre Nación y Ciudad era en
contra de Sergio Massa.
“Macri paso
de decir que Massa era el mejor candidato y que lo votaría, a buscar cualquier
excusa para criticarlo”, había dicho posteriormente al encuentro entre Macri y
CFK en las oficinas de Facebook. Para el diputado, “es evidente que hay un
pacto entre Macri y la Presidenta” para perjudicar a su líder político. “Cada
vez que Macri habla con la Presidente, después sale a cuestionarlo a Massa, es
extraño”. Otro dirigente que constantemente habla de pactos PRO-K es el legislador
porteño del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), Alejandro Bodart.
“Ni pacto
ni nada, simplemente sentido común”, dijo la jefa de Estado durante la
inauguración del nuevo tramo de la Illia para justificar su presencia en el
acto al que había sido invitada por el jefe de Gobierno porteño. Cristina
quiere finalizar su mandato en diciembre de 2015 de la mejor manera. Macri, que
será candidato a Presidente, quiere sucederla. Dependerá de lo que decida el
electorado. Parece haber quedado atrás la profunda polarización que en más de
una ocasión les vino como anillo al dedo para poner en el centro de la escena
dos maneras diferentes de hacer política y de gestión, sin embargo este promete
ser tan sólo un capítulo más en la zigzagueante relación entre los dos
dirigentes.
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