Fue por presunto falso testimonio, por su “reticencia” en su declaración, que tuvo algunas contradicciones.
Un guarda que declaró ayer como testigo en el juicio por la
tragedia ferroviaria de Once del 22 de febrero de 2012 fue detenido por
presunto falso testimonio, por su “reticencia” y las contradicciones en su
relato.
El guarda es Patricio Juárez, que el día de la tragedia viajó
en la cabina trasera, ya que fue quien entregó la formación en la estación
Castelar, antes de que la misma impactara en la estación terminal de Once y
provocara la muerte de 51 personas.
Durante la audiencia, Juárez comenzó a relatar
detalladamente cómo fue su trabajo aquel día y aseguró que en la estación
Castelar entregó la formación a su relevo, el guarda Miguel Gerónimo, pero
desde una cámara ubicado en el mismo tren se ve que 300 metros antes de llegar
allí, una sombra cruza las vías.
Luego, el recorrido de la cinta muestra cuando la formación
llega a Castelar y allí se lo ve a Gerónimo subir al tren, por lo que las
partes (las defensas, la fiscalía y algunas querellas) creen que circuló al
menos unos 300 metros sin guarda.
Primero, Juárez dijo que no sabía quién era la persona cuya
sombra se veía en la formación y aseguró que él estaba solo en la cabina, pero
luego se desdijo y sostuvo que en realidad podía haber estado acompañado.
Con la reiteración de preguntas y en un demasiado evidente
estado de nerviosismo, el testigo luego manifestó que en verdad la persona cuya
sombra se veía en el video 300 antes de llegar a destino –un lugar donde hay
una sala de descanso para guardas- podía ser él.
El querellante Gregorio Dalbón señaló: “Nos está mintiendo
en la cara”, e insistió ante el Tribunal sobre el presunto falso testimonio,
que luego hizo lugar.
“Si tengo que pagar las causas, si tengo que ir preso, iré
preso”, sostuvo el testigo Juárez, quien negó haber sido “apretado” por el
gremio o algún delegado. Es que una de las partes le preguntó si había sido
aleccionado sobre qué declarar, a raíz de que en la sala de juicio se lo pudo
ver a Edgardo Reynoso, secretario de la Unión Ferroviaria. En ese sentido, el
testigo reconoció que minutos antes de prestar declaración estuvo reunido con
Reynoso, pero negó haber sido aleccionado sobre su relato.
Para el fiscal Fernando Arrigo, fue un testigo “reticente”,
considerado así por otras defensas, las que estimaron que no quiso contestar
por temor a quedar en evidencia que había dejado al menos por 300 metros la
formación sin guarda.
En el juicio ya son dos los detenidos por falso testimonio,
ya que hace semanas lo fue el guarda Gerónimo, también por contradicciones en
su relato al prestar declaración.
Nota con despacho de agencia Noticias Argentinas
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