Ex habitantes del asentamiento Papa Francisco y agrupaciones de izquierda protestaron por el desalojo del predio de Villa Lugano, y reclamaron por la urbanización del lugar. Los daños en ambos edificios públicos costarán entre 300 y 400 mil pesos.
Agrupaciones de izquierda y ex habitantes de los terrenos
tomados protestaron por el desalojo del asentamiento Papa Francisco de Villa
Lugano y vandalizaron con pintadas las paredes de la Jefatura de Gobierno
porteño y la Legislatura local.
“Nunca más topadoras”, “vivienda digna”, “urbanización”,
“Fuera Berni represor” y “Macri asesino” fueron algunas de las pintadas que los
manifestantes dejaron en las paredes y veredas en la sede del Gobierno
capitalino y el Parlamento local durante la protesta.
Las agrupaciones y algunos vecinos desalojados del predio de
Villa Lugano se concentraron por la mañana en el Obelisco para luego marchar
hacia la avenida de Mayo hasta llegar a la Jefatura de Gobierno y
posteriormente a la Legislatura, bajo la consigna “no desalojaron mafias, sino
a los pobres” y pidieron por la “urbanización de la Villa 20 y del predio
desalojado” el pasado sábado.
Asimismo, los habitantes afectados por el desalojo
presentaron ayer ante la Justicia una acción de amparo para exigir la
urbanización de la Villa 20, como exige la Ley 1770, y una solución
habitacional.
De la protesta participaron organizaciones como el Frente de
Izquierda, el Movimiento Evita y organizaciones sociales que enfocan su trabajo
en distintas villas de la Ciudad como Villas al Frente y Barrios de Pie.
“Así como pensaron en un plan para desalojar, tendrían que
haber pensado un plan para contener a la gente que ahora esta en la calle”,
señaló a la agencia Télam Manuel Ríos, que vivía en el asentamiento de junto a
su mujer y sus dos hijas. Actualmente vive en una carpa ubicada sobre la
avenida Fernández de la Cruz y Pola junto a otras familias, y denunció que
durante el operativo de desalojo fueron tratados “como perros”:
El vicepresidente primero de la Legislatura, el diputado
macrista Cristian Ritondo, señaló que los manifestantes con este tipo de actos
“envían un mensaje de violencia social”. “Considero que el pueblo debe tener
expresiones. Deben darse manifestaciones. Pero en este tipo de casos, confunden
lo público y representan intereses que tienen que ver con actos vandálicos,
envían un mensaje de violencia social”, expresó.
Y añadió: “No es posible que no puedan comprender los gastos
que se generan en el Presupuesto de la Ciudad (porque) estos actos de
vandalismo con pagados con los impuestos de todos los ciudadanos”.
Por su parte, la Directora General de Patrimonio de la
Legislatura Porteña, Mercedes de las Casas, dijo que el Parlamento capitalino “es
un monumento histórico de todos los argentinos. Es un hito arquitectónico que
debe ser resguardado y conservado entre todos”. Y explicó que “cada acción de
vandalismo les cuesta a los ciudadanos entre 300 y 400 mil pesos, entre 140 y
150 mil pesos sólo el frente de Perú”.
“No sólo el daño reside en las pintadas sino que cada vez
que se procede a una limpieza, se va perdiendo material original de la
construcción. Es por ello, que es nuestro deber conservar el Patrimonio de
todos y realizar las denuncias pertinentes”, planteó la funcionaria.
El asentamiento Papa Francisco fue desalojado en un
operativo conjunto por la Policía Metropolitana y la Gendarmería Nacional tras
una orden judicial emitida por María Gabriela López Iñiguez días después de que
una joven de 18 años fuera asesinada en las inmediaciones durante un asalto y
posteriormente fuera detenido un habitante del predio, que se levantó
ilegalmente en febrero pasado en la avenida Fernández de la Cruz y Pola. Las
humildes casillas que habían sido erigidas en esos terrenos fueron demolidas.
Nota con despacho de agencia Noticias Argentinas
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