El nombre de la cancha que estará en el predio histórico de avenida La Plata fue decidido por la comisión directiva del club.
El nuevo estadio del club San Lorenzo en el predio de
avenida La Plata, en el barrio de Boedo, llevará el nombre de “Papa Francisco”,
según resolvió ayer la Comisión Directiva de la institución.
“San Lorenzo hará de local en el Papa Francisco, en Boedo,
Argentina”, anunció el club a través de su cuenta oficial de Twitter tras la
reunión en la que todos los dirigentes presentes, con el presidente Matías
Lammens y el vice Marcelo Tinelli a la cabeza, dieron el visto bueno para que
la cancha de la vuelta a ese barrio porteño tenga el nombre de Francisco, su
hincha más famoso, a excepción del vocal César Francis, que se abstuvo.
El Viejo Gasómetro, como se conocía al estadio de San
Lorenzo, estuvo emplazado en el predio de avenida La Plata al 1700 hasta fines
de 1979, cuando por una ordenanza municipal firmada por el entonces intendente
de la última dictadura militar, Osvaldo Cacciatore, fue expropiado con la
excusa de la apertura de la calle Avelino Díaz. Pero a principios del año
siguiente, la Municipalidad vendió las tierras a la firma francesa Carrefour para
la instalación de un supermercado, el proyecto de la calle quedó sin efecto y
la cancha, demolida.
El “Ciclón de Boedo” estuvo sin posibilidad de jugar como
local en cancha propia durante más de una década, hasta que inauguró su nuevo
estadio, el Pedro Bidegain, más conocido como Nuevo Gasómetro, en 1993 en el
barrio de Flores.
Sin embargo, el eterno anhelo de todo el pueblo
sanlorencista fue volver a Boedo, donde se fundó el club el 1° de abril de
1908. Con ese objetivo en mente, y una gran movida del club y sus hinchas, el
15 de noviembre de 2012 recuperó el predio de avenida La Plata, cuando la
Legislatura porteña sancionó por unanimidad la Ley de Restitución Histórica.
Así, el actual campeón de la Copa Libertadores comenzará en
2016 la construcción del nuevo estadio, tarea que demandará al menos dos años.
Así, volverá al lugar del que nunca se tuvo que haber ido.
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