Las víctimas son un matrimonio de jubilados y un adulto de 35. Se investigan las causas. Una carta dirigida al encargado del edificio en la puerta del departamento de avenida Córdoba al 3000 anunciaba el trágico desenlace: “Cuando entren nos van a encontrar a todos muertos”.
Tres integrantes de una familia fueron hallados muertos ayer
en un departamento del barrio porteño de Recoleta, y los investigadores
sospechan que se trató de un drama en el que un hombre mató a tiros a su
esposa y luego a su hijo para finalmente suicidarse con el mismo arma.
El hecho se produjo en el departamento “D” del octavo piso
del edificio de avenida Córdoba 3071, casi esquina Laprida, donde fueron
encontrados muertos los tres integrantes de la familia y se secuestraron dos
armas de fuego.
De acuerdo a los investigadores, todo comenzó por la mañana, cuando el encargado del edificio vio en la puerta del
departamento donde ocurrió el hecho una carta en la que el hombre explicaba
lo que sucedió: “Cuando entren al octavo D nos van a encontrar a todos muertos.
Ya no podíamos seguir viviendo así. Llame a la Policía”, decía la nota que
estaba dirigida al portero.
“Cuando hoy le tiro el diario vi un sobre pegado
prolijamente en la puerta que decía ‘para Rubén’ (por el encargado). Cuando el
portero vino a desayunar le avisé que estaba ese sobre y diez minutos después
vino shockeado porque en la nota decía que (el hombre) había matado a la mujer,
al hijo y se había suicidado”, relató el canillita del barrio a la prensa. Fue
quien primero vio la carta dirigida al trabajador del edificio.
“Decía que lo disculpáramos, yo y los vecinos, por el mal
momento. La hizo con la computadora y la firmó”, precisó Rubén, que añadió que
el dueño de casa también escribió “una carta para el juez” que dejó sobre una
mesa en el domicilio. De inmediato, llamó al 911 y contó lo sucedido, por lo
que un móvil de la comisaría 19 de la Policía Federal y personal del SAME se
dirigieron al lugar.
Las personas fallecidas fueron identificadas como Alejandro
Zeida, de 73 años, su esposa Elvira Sosa, de 80, y su hijo Víctor Zeida, de 35.
Las primeras hipótesis indicaban que se trató de un doble homicidio, seguido de
suicidio. Los tres tenían un disparo de arma en la cabeza.
Según trascendió, dos de los cadáveres fueron encontrados en el living, y el tercero en el baño, junto con un revólver calibre
38 con tres vainas servidas.
“Estoy dolorido porque hace veinte años que los conozco, ni
me imaginaba que había armas, era un hombre muy correcto”, dijo sobre la
familia el encargado. Los vecinos indicaron que la mujer asesinada sufría de
mal de Alzheimer, mientras que el hijo de la pareja padecía problemas psiquiátricos.
También comentaron que los tres iban juntos a todos lados y que los padres
dedicaron sus vidas a cuidar al hijo.
El hecho es investigado por personal de la comisaría 19 de la
Policía Federal, y la causa la tiene el juzgado de instrucción porteño 38, a
cargo de la jueza Alicia Iermini.
Nota con despachos de agencias Télam y Noticias Argentinas
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