CFK decidió cambios en el Gabinete a tres días de la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso. Capitanich vuelve a Chaco para ser candidato a intendente de Resistencia. Juan Manzur dejó el Ministerio de Salud para postularse a la Gobernación de Tucumán, y ocupa su lugar Daniel Gollán. Eduardo De Pedro asumió como secretario general de la Presidencia. Para la oposición, los cambios “son más de lo mismo”.
A tres días de la apertura de las sesiones ordinarias del
Congreso de la Nación, la última que encabezará el domingo por ser su último
año de mandato, Cristina Kirchner decidió cambios en el Gabinete: Aníbal Fernández
volvió a la jefatura de Gabinete por la salida de Jorge Capitanich, en tanto
que el diputado nacional y referente de la agrupación La Cámpora Eduardo De
Pedro quedó al frente de la secretaría general de la Presidencia. Además, Juan
Manzur dejó el Ministerio de Salud para ser reemplazado por el saliente
secretario de Salud Comunitaria, Daniel Gollán. Ayer por la tarde la mandataria
les tomó juramento, pocas horas después de que se comunicara el anuncio.
Los cambios en el Gabinete fueron informados ayer al
mediodía por el secretario de Comunicación Pública y vocero presidencial,
Alfredo Scoccimarro, y por la tarde la jefa de Estado les tomó juramento a los
nuevos funcionarios en Casa Rosada. Así, se concretaron las versiones que
circulaban por Balcarce 50 durante los últimos días que indicaban que
Capitanich retornaría a Chaco para presentarse como candidato a intendente de
Resistencia y hacer campaña para que un hombre de su confianza retenga la
Gobernación. En el caso de Manzur, deja el cargo porque se postulará para
Gobernador de Tucumán.
La ceremonia se realizó en el Salón Blanco de Casa de
Gobierno, donde estuvieron todos los ministros y el vicepresidente Amado
Boudou. Incluso asistieron los salientes Capitanich y Manzur, a quienes
Cristina les agradeció por su trabajo al dar unas palabras tras la puesta en
funciones a Fernández, Gollán y De Pedro, algo que no se acostumbra, por lo que
rompió el protocolo.
“Quiero hablarles a dos compañeros que se van, Manzur y
Capitanich, porque ambos llegaron al Gabinete en momentos muy difíciles. Ser
miembro de un Gobierno que recién empieza o que esta en su mejor momento
político es mucho mas fácil, pero dejar una posición cómoda para venir a
compartir sinsabores y esfuerzos es complicado.”, sostuvo la mandataria al
recordar el desembarco de ambos en 2009 y 2013, respectivamente.
De Pedro fue el más ovacionado durante la ceremonia, una vez
que dio el “Sí, juro”, ya que había una gran cantidad de militantes de La Cámpora
en el salón. Luego de la ceremonia, el ahora secretario general de la
Presidencia, que ocupa el cargo que Aníbal Fenández dejó para retornar a la
jefatura de Ministros, señaló que la agrupación de la que es referente trata de
“representar al conjunto de los jóvenes” y añadió que la llegada al Gabinete de
otro integrante de ese sector “significa poder aportar energía, trabajo e ideas
nuevas”.
Capitanich había llegado a la Jefatura de Gabinete de
Ministros en noviembre de 2013 para reemplazar a Aníbal, quien debía asumir una
banca en el Senado por la que fue electo, por lo que tuvo que dejar el cargo
que ahora vuelve a tener por tercera vez.
Por la mañana, en su habitual conferencia de prensa en Casa
Rosada, Capitanich había evitado confirmar su salida del Gabinete y simplemente
se rió cuando fue consultado por los periodistas sobre esas versiones.
Para la oposición, los cambios “son más de lo mismo”
La oposición coincidió en señalar que los cambios en el
Gabinete decididos por la presidenta Cristina Kirchner resultan “más de lo
mismo”. Aunque más dura en sus declaraciones fue la diputada nacional Elisa
Carrió, que volvió a apuntar al nuevo jefe de Ministros, Aníbal Fernández, al
señalar que es un funcionario “investigado y sospechado en diferentes causas
como la de la mafia de la efedrina y la narcocriminalidad”.
Para Carrió, el nombramiento del quilmeño “demuestra que
Cristina Kirchner no tiene voluntad de combatir ningún delito, sino de
encubrirlo”, ya que Aníbal F. está “investigado y sospechado en diferentes
causas como la de la mafia de la efedrina y la narcocriminalidad”. También
fustigó la designación del camporista Eduardo De Pedro como secretario general
de la Presidencia, al considerar que “seguramente es producto de haber
negociado con el juez (Daniel) Rafecas la desestimación de la denuncia del
fiscal (Alberto) Nisman” contra la mandataria. En ese sentido, la legisladora
recordó que De Pedro integraba hasta su nombramiento el Consejo de la
Magistratura y que Rafecas “estaba acusado ante el Consejo por el Gobierno por
su actuación en el caso Boudou”.
Por su parte, el senadora del PRO y precandidata a jefa de
Gobierno porteño Gabriela Michetti evaluó que con los cambios de Gabinete “no
se renueva la confianza de la gente” y que “cualquier apuesta a pretender
renovar es inútil en este punto, porque los problemas del Gobierno son de fondo”.
A su turno, el senador de Proyecto Sur UNEN Fernando “Pino”
Solanas, expresó que los cambios son “más de lo mismo” y que el reemplazo de
Jorge Capitanich por Fernández era “previsible” porque, dijo que el chaqueño “era
un muñeco del Parque Japonés, estaba ahí para que todos le peguen”.
Desde el Frente Renovador, el diputado Alberto Asseff opinó
que “De Pedro y Aníbal Fernández son encumbrados para radicalizar la división”
y que con estos cambios “la Presidenta redobla su apuesta por el sectarismo y
la confrontación”.
Nota con despachos de agencias Noticias Argentinas y Télam
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