Argumentó la decisión para “no comprometer a la próxima administración con un nuevo convenio cuando faltan seis meses para el cambio de autoridades” y por “la necesidad de consolidar la autonomía porteña y recuperar para la Ciudad las potestades, competencias y recursos relacionados” con la actividad.
El Gobierno porteño anunció ayer que no prorrogará el
convenio del juego firmado entre la Ciudad y la Nación en 2003, durante la
presidencia de Néstor Kirchner, al argumentar que con esta decisión evitará
comprometer a una próxima administración capitalina con un nuevo acuerdo.
El Ejecutivo local comunicó la medida a través de un
comunicado, en el que señaló que no se prorrogará el acuerdo “para no
comprometer a la próxima administración con un nuevo convenio cuando faltan
seis meses para el cambio de autoridades”, y a su vez, con el objetivo de “recuperar
las potestades, competencias y recursos relacionados con la actividad”.
La decisión de dar de baja el convenio celebrado el 30 de
octubre de 2003 entre el entonces jefe de Gobierno Aníbal Ibarra y el ex
presidente Néstor Kichner “fue comunicada hoy por el Instituto de Juegos y
Apuestas porteño a Lotería Nacional”, añadieron desde la Ciudad.
“Los fundamentos son no comprometer a la próxima
administración, la necesidad de consolidar la autonomía porteña y recuperar
para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la totalidad de las potestades,
competencias y recursos relacionados con el juego”, remarcó el comunicado.
El convenio vence en diciembre próximo y la decisión de
Macri de no continuar con ese acuerdo debe ser comunicada con 120 días hábiles
de anticipación. Se trata de un acuerdo que recibió fuertes críticas de parte
de la oposición porteña.
El juego, que tiene en el país al empresario cercano a la
Casa Rosada Cristóbal López entre sus principales referentes, se había
convertido en un tema complejo en las últimas semanas para el Gobierno porteño,
ya que por un lado Macri tenía que responder a los embates de sus adversarios
políticos en la carrera por la presidencia, pero también dentro de su propio
espacio, el PRO.
Es que en la reciente interna del oficialismo porteño, fue
un asunto que se convirtió en una piedra en el zapato para Macri, que pretende
llegar a la Casa Rosada, a raíz de que la senadora y entonces precandidata a
jefa de Gobierno por el PRO, Gabriela Michetti, pidiera “poner una absoluta
restricción al juego” en la Capital.
Tales comentarios de Michetti llevaron a que Macri
respondiera con rapidez, y fue enfático al afirmar que “al juego le pusimos límites
desde el primer día de gobierno”.
El debate que se generó en torno al juego dentro del PRO fue
aprovechado por los rivales de Macri que también quieren llegar a la
Presidencia. Así como fue el líder del Frente Renovador, el diputado nacional
Sergio Massa, saliera a recordar el convenio que el macrismo firmó con Cristóbal
López a fines de 2013 y que fue refrendado por la Legislatura local.
El convenio de 2013 es una exención impositiva que la Ciudad
concedió a firmas del empresario –por una deuda de unos dos millones de pesos-
a cambio de un aumento del canon que percibe el Estado porteño, según dijo
Massa.
Desde la oposición capitalina habían advertido sobre una
presunta “falta de control en el sistema de tragamonedas, de casinos y de las
carreras, porque no hay una entidad que regule al casino controlando lo que
tiene que pagar”.
Nota con despacho de agencias Noticias Argentinas y Télam
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