El sable corvo de San Martín volvió al Museo Histórico Nacionalcfk sa

Una gran cantidad de personas vio pasar el desfile militar que lo llevaba en un recorrido de once kilómetros desde el Regimiento de Granaderos a Caballo, en Palermo, hasta el Museo Histórico Nacional, en Parque Lezama, San Telmo. Fue bendecido en la Catedral y una vez que llegó a destino, CFK lo colocó en la vitrina.

Cristina esperó la llegada de la espada de San Martín en el ingreso del museo. (Foto: Twitter Eduardo De Pedro)

El sable corvo del general José de San Martín, libertador de América, volvió ayer, tras 48 años, al Museo Histórico Nacional, en un acto que encabezó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner como parte de los festejos del 205° aniversario de la Revolución de Mayo  y que fue transmitido por Cadena Nacional, aunque no hubo discurso.

La mandataria recibió el emblemático sable al entrar al Museo y lo colocó, junto a su funda, en la vitrina central que ocupará de ahora en más en la Sala de Sables para que pueda ser visto por el público, junto a las armas de otros próceres de la historia.
                       
El sable fue trasladado con un importante desfile de más de once kilómetros desde el Regimiento de Granaderos a Caballo, en el barrio de Palermo hasta el Parque Lezama, en San Telmo, y fue escoltado por Granaderos. Una gran cantidad de personas acompañó en las calles el recorrido. Tras la ceremonia, Cristina destacó en su cuenta de Twitter: “Custodiado por los Granaderos y el pueblo, el sable de San Martín vuelve al Museo Histórico Nacional”.

Ayer, antes de llegar a su destino final, se hizo una parada en la Catedral Metropolitana, que alberga el mausoleo donde descansan los restos de San Martín. Allí el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, le dio su bendición.

La restitución del sable al Museo Histórico Nacional es uno de los actos principales de las celebraciones del 205° aniversario de la Revolución de Mayo. La espada se encontraba desde 1967 en la sede del Regimiento de Granaderos a Caballo.

En su testamento del 23 de enero de 1844, en París, San Martín expresó su deseo de que el sable le fuera entregado a Juan Manuel de Rosas, caudillo de la Confederación Argentina. Posterioremente Rosas, en su propio testamento, dispuso legar el sable a su amigo Juan Nepomuceno Terrero.

Tras la muerte de Rosas, en 1877, y fallecido también Terrero y su esposa, la espada quedó en posesión de Máximo Terrero, hijo mayor del matrimonio y esposo de Manuela Rosas, hija de Juan Manuel de Rosas, quien la donó al Estado argentino. Fue Manuelita Rosas quien expresó su deseo de que el sabe fuera parte del acervo del Museo Histórico Nacional.

El sable fue depositado en 1897 en el museo, donde estuvo expuesto durante 66 años. En la década del 60, fue robado en dos oportunidades, en 1963 y 1965 por la Juventud Peronista para entregárselo a Juan Domingo Perón, que estaba exiliado en Madrid. En ambas ocasiones el arma fue recuperada y en 1967, para garantizar su protección, el dictador Juan Carlos Onganía dispuso que fuera entregado para su custodia al Regimiento de Granaderos.

“El sable corvo de San Martín tiene una larga historia. Hemos decidido trasladarlo al Museo Histórico Nacional, el lugar que resguarda los tesoros de nuestro pasado”, señaló la mandataria en un mensaje difundido a través de Facebook. Y agregó: “En este espacio, destino de su donación original, quedará en exhibición permanente bajo custodia de los Granaderos a Caballo para que todos y todas puedan conocer el célebre sable corvo de José de San Martín. La espada que liberó a medio continente”.

Con este acto, el Gobierno Nacional buscó un nuevo gesto simbólico. Así lo hizo saber a través de un decreto publicado el pasado miércoles en el Boletín Oficial, en el que el Ejecutivo oficializó la restitución del sable, que constituye uno de los “máximos símbolos” del país ya que representa “la lucha por la libertad, la dignidad y la soberanía de nuestra Nación y de los pueblos hermanos de América Latina”.

En el país se celebra hoy el aniversario de la Revolución de Mayo con un gran acto en Plaza de Mayo, y será el último 25 para Cristina como Presidenta, ya que se termina su mandato a fin de año. Y se trata de una fecha clave para el kirchnerismo, ya que hace 12 años, un 25 de mayo de 2003, su esposo y ex presidente Néstor Kirchner, asumió su mandato.

Nota con despachos de agencias Noticias Argentinas, Télam y EFE

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