ANÁLISIS – Scioli fue el más votado y se impuso en 20 de los 24 distritos, pero no consiguió una diferencia abrumadora respecto de Macri, el segundo, y quiere evitar el balotaje. Ambos buscarán de cara a octubre los sufragios de Massa, el tercero, quien no piensa en acuerdos sino en dar pelea.
Las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias
(PASO) del domingo dejaron un final abierto de cara a las presidenciales de
octubre, ya que si bien el candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli
quedó en el podio, la diferencia distó de ser abrumadora, lo que lo
obliga a centrar su discurso para buscar votos que fueron a parar a otros
candidatos para evitar el balotaje, un escenario que puede resultar complicado
para sus aspiraciones.
El candidato del oficialismo cosechó el 38,41 por ciento de
los sufragios, y resultó el postulante más votado (de los 24 distritos, el
Frente para la Victoria ganó en 20) en unas primarias en las que compitieron
quince aspirantes a Casa Rosada, de los cuales sólo quedaron habilitados seis
para los comicios del próximo 25 de octubre. En el camino al no alcanzar el
piso de 1,5 por ciento de los votos Víctor de Gennaro (del Frente Popular),
Manuela Castañeira (Movimiento al Socialismo), Alejandro Bodart (MST/Nueva
Izquierda), Mauricio Yattah (Partido Popular) y Raúl Albarracín (Movimiento de
Acción Vecinal).
Segundo en el podio quedó Mauricio Macri, que obtuvo el
24,28 por ciento a nivel individual, pero el frente Cambiemos que armó con el
radical Ernesto Sanz y con la dirigente de la Coalición Cívica Elisa Carrió,
obtuvo el 30,07 por ciento. Este espacio ganó en la Ciudad de Buenos Aires y
Mendoza.
Este escenario dejaría al candidato del kirchnerismo a un
paso de un triunfo en primera vuelta en las presidenciales de octubre,
instancia en la que basta con obtener el 45 por ciento o el 40 por ciento más
diez puntos de diferencia sobre el segundo para convertirse en sucesor de
Cristina Fernández de Kirchner. Pero el escenario dista de ser simple, ya que
Scioli tendrá que salir a buscar votos en aquellos electores que en las PASO
optaron por otras alternativas.
¿De dónde podría captar esos votos Scioli? La opción es en
el peronismo disidente al kirchnerismo, representado en parte por el Frente
Renovador, la fuerza que lidera Sergio Massa, que obtuvo el 14,23 por ciento el
domingo con el frente UNA (Unidos por una Nueva Alternativa), espacio en el que
también compitió el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, que logró el
6,4 por ciento de los votos, mayoritariamente de su bastión; y el puntano
Adolfo Rodríguez Saá, que tuvo el 2,11 por ciento de los sufragios con su
partido Compromiso Federal, y justamente de San Luis provienen gran parte de
los mismos.
“Scioli va a peronizar su discurso porque sabe que atrayendo
los votos peronistas de Rodríguez Saá, Massa y De la Sota tiene prácticamente
asegurado un triunfo en primera vuelta”, sostuvo Patricio Giuto, de la
consultora Diagnóstico Político, citado por la agencia internacional de
noticias EFE.
Por su parte, Jorge Arias, analista de la consultora
Polilat, señaló a la agencia noticiosa que el actual gobernador de la provincia
de Buenos Aires, con el resultado del domingo “parece estar cerca de su techo”
aunque coincide en que hay dos “reservorios de votos con factibilidad de ser
acercados al sciolismo”, en referencia a los del puntano y del cordobés.
Desde la oposición, Macri no duda de que contará con los
votos que el domingo fueron para sus rivales internos de Cambiemos Sanz y Carrió
(3,45 y 2,34 por ciento, respectivamente), pero esos sufragios no se
trasladarían directamente y, en el mejor de los casos, si pasaran todos, lo
ubicaría en un 30 por ciento, casi a diez puntos de Scioli.
En ese sentido, Arias manifestó: “Ningún candidato es dueño
de los votos. Obviamente hay simpatías, empatías y adhesión expresados en un
acto electoral, pero claramente cuando el elector siente que el dirigente que
había elegido no queda con posibilidades de ganar, retoma su independencia y
ese voto puede aparecer a veces, incluso, en los lugares más antagónicos”.
En tanto, que para Giusto, Macri “va a tener que replantear
su estrategia en función de captar votos en espacios a los que no estaba
mirando”, como el que lidera Massa, con quien no cerraron un acuerdo. “Macri
ignoró a Massa y a sus votantes porque supuestamente eran pocos. Ahora se da
cuenta de que es una porción del electorado para nada despreciable”, expresó.
La sensación que quedó en una parte del electorado, y que
también plantean los analistas, es que si Macri y Massa se hubieran aliado,
“ganaban probablemente” las elecciones de octubre en primera vuelta. Y, en
palabras de Arias, ahora es “poco probable” que ambos alcancen algún tipo de
acuerdo o manifestación de apoyo ya que, más allá de los votos que el líder del
Frente Renovador pueda obtener como candidato presidencial –apostará a un
trabajo a futuro- intentará meter diputados, concejales e intendentes, salvo
que Macri “le ofreciera alguna cosa que a Massa le permitiera en lo personal
contar después con una opción de visibilidad política y de poder”. Pero hay
quienes piensan que finalmente Massa opte por no darle su apoyo a Macri sino
que termine por respaldar a Scioli, por el hecho de ser peronista.
Además de Scioli, Massa y Macri están en la carrera
presidencial la diputada nacional Margarita Stolbizer, del espacio
Progresistas, el senador y ex presidente Rodríguez Saá y el diputado nacional Nicolás
del Caño, del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT). Los seis
candidatos participarán de un debate que será televisado el próximo 4 de
octubre.
Además de votar para elegir Presidente y Vice, el próximo 25
de octubre se renueva la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del
Senado.
No hay tiempo para el descanso. El lunes arrancó una nueva
carrera con la vista puesta en la Casa Rosada. Esta vez, con menos
competidores, y con un final abierto.
Nota con despachos de agencia EFE, Noticias Argentinas y Télam
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