“Déjenme, es el sueño de mi vida”, dijo el hombre cuando lo fueron a buscar.
Un hombre de unos 30 años convulsionó el centro porteño cuando
se subió hasta la cima del emblemático Obelisco y tuvo que ser rescatado por
los bomberos y asistido por el SAME.
El hecho se produjo ayer por la tarde y generó un gran
revuelo en una zona de la Ciudad de intensa circulación de vehículos y
peatones.
Inicialmente se había informado que el hombre, en su intento
por llegar a lo más alto del Obelisco, se había caído. Pero luego se supo que
el individuo pudo llegar hasta la cima del monumento y se negaba a bajar cuando
lo fueron a rescatar. “Déjenme, es el sueño de mi vida”, dijo, en una respuesta
que oscila entre lo cómico y lo insólito.
Una vez rescatado, el director del SAME, Alberto Crescenti,
señaló que la persona presentaba “un cuadro de excitación”, pero que se
encontraba “sano y salvo”. Fue trasladado al hospital Argerich.
El sueño de la vida de este hombre obligó a movilizar a una
dotación de bomberos y dos ambulancias, además del personal policial que se
hizo presente en el lugar para rescatar y asistir al hombre.
La de ayer no fue la primera vez que una persona intenta
subir al Obelisco sin permiso. En 1938, dos años después de que se levantara el
monumento, considerado un ícono de la Ciudad de Buenos Aires, un hombre subió
hasta la cima para realizar una protesta.
El Obelisco mide 67,5 metros de altura, y fue construido
para festejar el cuarto centenario de la Ciudad. Tiene una sola puerta de
acceso, en el lado oeste, y en su cúspide hay cuatro ventana, a las que se
llega por una escalera recta de 206 escalones con siete descansos cada ocho
metros, y uno a los seis.
Nota con despacho de agencia Noticias Argentinas
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