Se postularon para participar casi 15 mil. Pero a cinco meses del lanzamiento del plan Alquilar se puede, presenta escollos porque las inmobiliarias y dueños de propiedades todavía no admiten el arrendamiento con una garantía respaldada por la Ciudad.
La cifra parece un chiste, pero a ocho meses de su
lanzamiento, sólo 10 de 14.829 familias lograron alquilar una vivienda en la
Ciudad de Buenos Aires a través del programa oficial de garantías que impulsó
el Gobierno porteño, Alquilar se Puede, ya que las inmobiliarias y los dueños
de propiedades no las admiten para el arrendamiento.
A pesar del anuncio rimbombante que hizo el jefe de Gobierno
porteño, Mauricio Macri, el pasado 18 de marzo en la nueva sede de la
administración capitalina, el programa Alquilar se puede, que está a cargo del
Instituto de Vivienda de la Ciudad, no dio resultados positivos.
“Este programa impacta de lleno en las necesidades de la
gente, y soluciona escollos como el de las garantías a la hora de alquilar una
vivienda, un tema muy importante y una de las inquietudes de la gente”, había
dicho el mandatario porteño. Lo cierto es que a 168 días de su lanzamiento,
sólo diez familias lograron alquilar una propiedad de las casi 15 mil que
solicitaron adherirse para poder firmar un contrato como nuevos inquilinos.
Y otros 257 interesados en participar del programa, que
facilita una garantía bancaria subsidiada por el IVC para alquileres de hasta
cinco mil pesos y otorga un crédito para cubrir los costos iniciales como depósito,
comisiones y gastos de escribanía, están en la búsqueda de un inmueble para
arrendar dentro del territorio porteño, algo que no resulta una tarea sencilla.
Tanto desde el Ejecutivo porteño como desde la Cámara
Inmobiliaria Argentina (CIA) reconocen que existen algunos escollos ya que los
propietarios e incluso algunas inmobiliarias no quieren aceptar la garantía del
Banco Ciudad.
En declaraciones al diario La Nación, el presidente del IVC,
Emilio Basavilbaso, señaló que “es una cuestión cultural que hay que
modificar”, y añadió que en Capital la costumbre es “aceptar una garantía de
propietario pero, con este aval, si el inquilino no paga, lo hace
automáticamente el banco” y que “también cubre las expensas”.
Por su parte, Tomás Marolda, secretario de la Cámara
Inmobiliaria Argentina, explicó que los empresarios están preocupados porque,
si bien el plan atrae clientes y reactiva el negocio, con esta garantía
bancaria pierden parte de la administración del alquiler.
En tanto que Gervasio Muñoz, de la asociación Inquilinos
Agrupados, expresó su queja ante los inconvenientes del sistema: “Varias
personas nos contaron que habían salido beneficiados hacía algunas semanas,
pero que las inmobiliarias no les aceptaban la garantía”. Y consideró que las
inmobiliarias se niegan a aceptar este tipo de aval porque hay una alta demanda
de inquilinos que influye en los corredores y “priorizan a quienes tienen un
aval de propietario y un recibo de sueldo en blanco”.
La Ciudad proyecta haber entregado 1500 garantías para fin
de año.
Nota con información del diario La Nación
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