Un pequeño grupo de trabajadores de una empresa que brinda servicio de vigilancia en las estaciones bloqueó las vías y dejó sin transporte a casi 400 mil personas. Hubo orden de desalojo, pero no llegó a llevarse a cabo. La línea D también estuvo interrumpida por algo más de una hora, pero por la agresión a una guarda.
Para los usuarios de la línea B, el arranque de semana fue
caótico a raíz de que un grupo de empleados de una empresa que brindaba servicio
de vigilancia en el subte paralizó el servicio desde la madrugada y durante 11
horas al impedir la salida de los trenes por un conflicto salarial.
Un pequeño grupo de trabajadores pertenecientes a la empresa
MCM Global Security, que brinda servicios de vigilancia en el subte, se sentó
al borde de las vías e impidió la salida de los trenes desde la madrugada en
reclamo del pago de una deuda salarial y la reincorporación a los puestos de
trabajo. Además, denunciaron que en el mes de septiembre cobraron una suma
inferior a lo que corresponde por sus tareas. La jornada fue complicada desde
bien temprano.
La Justicia porteña los intimó a levantar la
protesta, pero los empleados mantuvieron el bloqueo de vías en la estación
Lacroze, mientras que otros fueron a negociar en la secretaría de Trabajo
porteña.
Tras una reunión de la que participaron representantes de
los trabajadores, de la empresa MCM y de Subterráneos de Buenos Aires Sociedad
del Estado (SBASE) –la empresa estatal porteña que controla el subte-, llegó el
acuerdo.
“Los trabajadores y la parte empresarial han llegado a un
acuerdo para destrabar la medida de fuerza iniciada esta madrugada (por ayer)
por ex trabajadores de una agencia de seguridad”, informó la Subsecretaría de
Trabajo capitalina en un comunicado.
“Nos reconocieron dos mil pesos en concepto de salario
adeudado y un monto indemnizatorio por desvincularse de nosotros, mientras que
vamos a pasar a ser absorbidos por Briefing, la empresa que se hará cargo de la
vigilancia del subte”, dijo el delegado de los trabajadores Emmanuel Escobar,
que participó del encuentro.
Según explicó, habían responsabilizado a la empresa MCM por “no
cumplir con el anexo del convenio de trabajo referido al subte” y “poner en
riesgo la estabilidad laboral de los vigiladores”. A su vez, calificó la medida
de fuerza como “desesperada”.
Por la mañana, cuando se había desatado el conflicto, el
subsecretario de Trabajo, Ezequiel Sabor, había definido la protesta como “un
paro político” por la “connivencia de un pequeño grupo de trabajadores del
subte que están alineados con un partido”. Y había detallado que “el 1° de
octubre, en el conflicto anterior, se hizo una audiencia con MCM, la empresa
dijo que podía pagar las diferencias si existían y ellos se comprometieron a no
realizar protestas, algo que están incumpliendo. No hay ningún gremio que los
esté representando”.
A su turno, la concesionaria Metrovías sostuvo que los
vigiladores “no son empleados” de la compañía, sino que pertenecen a una firma
de seguridad privada que ya no presta servicio en el ámbito del subte, y es en
reclamo a su empleador que impidieron la operación en el ramal.
La línea B de subterráneos tiene un trayecto de casi 12 kilómetros
entre las estaciones Leandro N. Alem y Juan Manuel de Rosas, y transporta unos
400 mil pasajeros por día.
La línea D también estuvo interrumpida
La línea D, que une las estaciones Catedral y Congreso de
Tucumán, estuvo algo más de una hora interrumpida por una medida sorpresiva de
los trabajadores tras la agresión de un pasajero a una guarda. El usuario
agresor fue detenido por la Policía a la altura de Diagonal Norte.
Nota con despachos de agencias Noticias Argentinas y Télam
No hay comentarios:
Publicar un comentario