Es el porcentaje promedio para la mayoría de los vecinos, aunque hay picos del 38 por ciento de aumento. Las cifras se desprenden del proyecto de Presupuesto que el Ejecutivo porteño envió a la Legislatura, y que están en línea con la inflación estimada para 2016, que es de un 26 por ciento. Las patentes también aumentarán: un 27 por ciento promedio.
La suba se da a partir de una actualización automática que se viene aplicando anualmente desde 2011.
La tasa de Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL) aumentará un
26 por ciento promedio el año próximo en la Ciudad, pero con picos que alcanzarán
un 38 por ciento, según el proyecto de Presupuesto 2016 que el Gobierno
porteño presentó ayer ante la Legislatura, y que está en línea con la inflación
estimada para 2016.
La suba se da a partir de una
actualización automática que se viene aplicando anualmente desde 2011. Y el
porcentaje surge de los proyectos de Presupuesto, Código Fiscal y Ley
Tributaria que envío el Ejecutivo porteño a la Legislatura local. Con esto, se
prevé que la Ciudad recaude unos 103.406,4 millones de pesos.
Desde hace cuatro años, el impuesto inmobiliario porteño
crece para acercar las valuaciones fiscales de las propiedades a su valor real
de mercado. Pero, al igual que en los últimos tres años, ese salto tendrá un
tope para que el impacto en los bolsillos no sea drástico.
La Ciudad emite 1.880.000 partidas, que están divididas en
cinco escalas, de las cuales cuatro tendrán alzas y la restante corresponde a
los exentos. Las propiedades más caras o cuya valuación fiscal está más descalzada
respecto del precio de mercado tendrán el mayor incremento.
Unas 90 mil, el 4,5 por ciento del total de partidas, deberán
pagar un aumento del ABL de entre el 30 y 38 por ciento.
Hay 1.480.000, el 79 por ciento del total, tendrá una suba
de entre el 20 y el 30 por ciento.
Otras 88 mil, el 4,5 por ciento, pagarán entre un 10 y un 20
por ciento más.
Y 62 mil, el 3,5 por ciento del total, abonará un aumento
menor al 10 por ciento.
Finalmente, unas 160 mil partidas, que corresponden
mayoritariamente a jubilados y pensionados, continuarán exentas.
En tanto, los vecinos que paguen sus boletas antes de la
fecha de vencimiento tendrán un 10 por ciento de descuento. Si abonan con débito
automático, conseguirán otro 5 por ciento de quita. Y si hacen el pago anual,
tendrán el 15 por ciento de quita.
El Gobierno porteño prevé recaudar con el ABL unos ocho mil
millones, que representa el 7,7 por ciento del total de recursos tributarios
que tendrá el fisco local. Y vale decir que más allá de que el Inmobiliario se
viene actualizando desde 2011, su peso en el total de la recaudación capitalina
sigue siendo relativamente bajo.
Por otra parte, la tasa de patentes que abonan los dueños de
automotores tendrá un aumento del 27 por ciento en promedio. Y el impacto que
tiene en la recaudación porteña es más escaso que el ABL, ya que implica un 5,7
por ciento del total. Por este concepto se espera recaudar unos 5.900 millones
de pesos.
Pero el impuesto más importante del a Ciudad es el de
Ingresos Brutos, que no tendrá variaciones el año próximo. Representa el 68,3
por ciento del total de recaudación del Ejecutivo porteño. Pero, como se aplica
sobre la facturación de las empresas y comercios, está atada a la actividad económica;
si llegara a caer a raíz de una recesión, también bajaría la recaudación. Y,
por el contrario, si la escalada inflacionaria hace subir los precios también
es mayor lo que percibe el Estado, como sucede también con el IVA.
Otro impuesto que no sufrirá cambios en 2016 es el de
Sellos, que se paga por ejemplo cuando se concreta una operación inmobiliaria.
Por este concepto se planea recaudar 7.490 millones de pesos, un 7,24 por
ciento del total.
El Ministerio de Hacienda porteño prevé un crecimiento de la recaudación de un 26,2
por ciento, que se explica por un dos por ciento de crecimiento de la economía
local pero también por una pauta de 26 por ciento de inflación anual, porcentaje
que el Gobierno capitalino plantó como pauta de aumento para la discusión
salarial con los empleados públicos. Pero hay un detalle sobre ese número: no
se condice con las cifras elaboradas por Hacienda, que señalan que hay una
desaceleración del aumento de precios, que acumula un 19,8 por ciento en lo que
va del año.
El proyecto de Presupuesto, que calcula gastos por 112.425
millones de pesos, será el primero ejecutado por el jefe de Gobierno porteño
electo Horacio Rodríguez Larreta. El foco estará puesto en obras de
infraestructura, como la extensión de la red de subte y el Metrobús. También el
refuerzo de la Policía Metropolitana y la construcción –proyectada- de dos
plantas de tratamiento de residuos. E irán destinadas a Educación y Salud
importantes partidas, sobre todo por tratarse de áreas en las que tienen peso
los salarios.
El Presupuesto fue presentado en la Legislatura porteña y ya
recibió críticas de la oposición. El edil Alejandro Bodart, del MST-Nueva
Izquierda, sostuvo: “Macri lo ingresó tardíamente ayer (por el lunes), quiere
despacharlo en comisión mañana (por hoy) y votarlo de apuro la semana próxima”.
Y añadió: “El proyecto contempla 350 millones de pesos menos de lo que requiere
el Hospital Garrahan y no resuelve los déficits en salud, educación y vivienda”.
Por su parte, Gustavo Vera, del bloque Bien Común, publicó
ayer en la red social Twitter: “‘La Argentina necesita paz y amor’, dijo
Michetti. Hoy (por ayer) el PRO pidió en CABA a los diputados una ‘prueba de
amor’ para votar el presupuesto sin números y datos claros”.
De acuerdo a la Constitución de la Ciudad, el proyecto debe
ser presentado ante la Legislatura antes del 30 de septiembre del año previo al
de su vigencia. Pero el año electoral alteró el calendario y el Ejecutivo
capitalino terminó enviándolo casi dos meses más tarde, lo que acortó
notoriamente los plazos para su tratamiento en el Parlamento. No obstante, es una
ley que se aprueba con mayoría simple, y el macrismo cuenta con 28 de las 60
bancas. Si los tiempos legislativos no fueran suficientes, puede ser sancionado
en 2016, aunque es poco probable que se llegue a eso. Pero las normas que deben
ser aprobadas obligatoriamente antes del 1° de enero son el Código Fiscal y la
Ley Tributaria, las cuales establecen los códigos y tasas que cobra la Ciudad.
Nota con información de los diarios Clarín, La Nación y La
Razón
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