Ratificó el convenio del 5 de enero firmado entre el presidente, Mauricio Macri, y el jefe de Gobierno capitalino, Horacio Rodríguez Larreta, que dispone que 19 mil efectivos pasen a formar parte de la Metropolitana. El acuerdo fue acompañado por aliados y parte de la oposición, pero tuvo la abstención del kirchnerismo y el rechazo de la izquierda.
La Legislatura porteña aprobó ayer en sesión extraordinaria el convenio de traspaso
de la Policía Federal a la órbita de la Ciudad de Buenos Aires al ratificar,
con el apoyo de aliados y parte de la oposición pero con la abstención del Frente para la Victoria, el acuerdo firmado entre el presidente, Mauricio Macri,
y el jefe de Gobierno capitalino, Horacio Rodríguez Larreta, que dispone que 19
mil efectivos pasen a formar parte de la fuerza Metropolitana.
El bloque oficialista porteño PRO logró aprobar el proyecto
de ley que convalida la transferencia con 39 votos a favor, tanto propios más
los de la Coalición Cívica-ARI, el Partido Socialista y Suma+ (espacio que
responde al embajador en Estados Unidos y ex candidato a jefe de Gobierno,
Martín Lousteau), y Confianza Pública, entre otros; 3 en contra, pertenecientes
a la al interbloque del Frente de Izquierda y Autodeterminación y Libertad; y
12 abstenciones del Frente para la Victoria.
Y con la misma cantidad de votos, el Parlamento local aprobó
otro proyecto que autoriza al Ejecutivo porteño a “realizar las ampliaciones y
reasignaciones presupuestarias que resulten necesarias a efectos de la
implementación” del convenio.
Ese fue uno de los puntos más discutidos por la oposición,
ya que el convenio establece que durante la etapa de transición, la Nación
continuará prestando funciones como la liquidación de haberes y compra de
insumos.
Durante el debate en el recinto, que se extendió por algo
más de tres horas, el jefe de la bancada del PRO, Francisco Quintana, defendió
el convenio que dispone que 19 mil efectivos federales pasen a formar parte de
la Policía Metropolitana y así sumarse a los seis mil oficiales que integran la
fuerza porteña. “El traspaso viene a resolver una de las deudas más
significativas ante la incompleta autonomía porteña”, señaló el legislador, que
consideró que “más que una promesa de campaña, hoy sobresale una decisión
política que va a permitir una mejor coordinación” en materia de seguridad.
En tanto que el presidente del bloque del Frente para la
Victoria, Carlos Tomada, señaló que ese espacio “reconoce la necesidad de
comenzar a discutir este reclamo histórico pero lo que se está debatiendo es
una carta de intención plena de interrogantes”. “No sabemos por cuánto tiempo
puede prorrogarse la etapa de transición, no sabemos cuál es la expectativa en
materia de fuerzas de seguridad ni el procedimiento para mantener la
remuneración, no sabemos si en la etapa de transición la Policía Federal podrá
seguir haciendo adicionales”, manifestó.
Tomada planteó, al momento de justificar la abstención del
bloque kirchnerista, que “no” quieren “firmarle un cheque en blanco” al
oficialismo, y luego advirtió sobre un presunto intento de “criminalizar la
protesta social” para concluir que era “inoportuno en el actual contexto tratar
el traspaso”.
Por su parte, la legisladora de la Coalición Cívica Paula
Oliveto Lago justificó el apoyo de su bloque a la iniciativa oficialista al
considerar que el traspaso de la Policía Federal es “el primer paso hacia la
estructuración institucional definitiva del Estado de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires”.
El socialista Roy Cortina expresó: “Renegar de lo que
siempre hemos pedido y lo que siempre hemos entendido que debe ser la autonomía
de la Ciudad y negarnos a que el poder político de la Ciudad pueda administrar
la seguridad pública con plenitud, sería desdecirnos de lo que dijimos en
campaña y de lo que pensamos realmente”.
Y la edil Graciela Ocaña, de Confianza Pública, también
acompañó la iniciativa del oficialismo tras destacar “la voluntad política del
actual Presidente” y dijo que “el convenio seguramente tiene deficiencias, pero
también es el convenio posible”.
Entre los más críticos estuvo Marcelo Ramal, del Frente de
Izquierda, que recordó los tiempos en que el ex ministro de Justicia de la Nación,
Aníbal Fernández, manejaba la Policía Federal y tiró con dureza: “Señores del
PRO, los felicito. Ustedes, los grandes detractores de Aníbal Fernández, le
pasan a la Ciudad la policía de Aníbal Fernández”.
Conocida la aprobación del convenio de traspaso, el jefe de
Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, celebró la votación de la
Legislatura y dijo estar “convencido” de que la etapa de transición no se
extenderá más allá de un año. “Es un día histórico para la Ciudad. Se concreta
un viejo anhelo y estoy seguro de que a partir de este paso vamos a poder
trabajar para mejorar la seguridad de los porteños”.
El mandatario capitalino se refirió también al período de
transición que dispone el convenio, que tendrá una duración de un año en el que
la Nación mantendrá funciones como la liquidación de haberes para los
efectivos, y confió en que no se extenderá más allá de ese período.
“El traspaso de los efectivos se concreta ya. El pase de los
últimos mil policías se concreta a fines de 2016. Estamos convencidos de que en
un año vamos a concluir y que no hará falta una prórroga”, aseveró el alcalde.
Y respecto a la ley complementaria que el Parlamento local votó para permitirle
al Ejecutivo porteño reasignar partidas presupuestarias para la implementación
del acuerdo, Rodríguez Larreta indicó que “tuvo que votar eso para poder
asignar esos fondos que no estaban previstos”. En ese sentido, la Nación
transfiere la Policía Federal con los fondos correspondientes, pero la ley era “necesaria”
para poder incluir esos recursos en el cálculo presupuestario de la Ciudad.
El convenio aprobado por la Legislatura porteña luego de
años de enfrentamientos entre la anterior gestión nacional y la Ciudad,
establece que la Nación transfiere la Policía Federal “con la totalidad del
personal, organismos, funciones, competencias, servicios y bienes, tanto
materiales como inmateriales”.
El acuerdo prevé una “etapa de transición” de un año para
que se “ejecute de manera gradual la transferencia”, a la que le seguirá una “etapa
de consolidación”, aunque establece que ese plazo puede ser prorrogado, sin dar
mayores precisiones al respecto. Además, señala que durante la etapa de transición
“conserva la Nación a su cargo la liquidación de haberes, la concesión de
licencias, el trámite de legajos de los agentes, y la gestión de compras y
contrataciones”, estos dos puntos fueron criticados por la oposición durante el
tratamiento de la iniciativa en la Legislatura.
Con esto, la Superintendencia de Seguridad Metropolitana,
dependencia que abarca las 54 comisarías de la actual Policía Federal, pasa
completamente a la órbita porteña, en tanto que las Superintendencia de
Bomberos, la Policía Científica, de Investigaciones Federales, de Tecnologías
de la Información y Comunicaciones, y de Aviación, transferirán parcialmente
las funciones.
Nota con despachos de agencias Noticias Argentinas y Télam
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