La llegada de la empresa, que brinda un servicio que hace de nexo a través de una app entre automovilistas particulares que ofrecen su vehículo y pasajeros que necesitan moverse y cuyo viaje abonan con tarjeta de crédito generó un fuerte rechazo de los taxistas. El Gobierno porteño dejó en claro que “no es legal” el funcionamiento de ese medio alternativo.
El desembarco en el país de la empresa norteamericana Uber,
que ofrece un servicio que consiste en una aplicación móvil que contacta a
conductores particulares con pasajeros que requieren de un vehículo para moverse
de un punto a otro y cuyo viaje pagan con tarjeta de crédito, desató la polémica,
ya que los taxistas porteños, los principales afectados al surgir una nueva
alternativa de transporte, prometieron resistir el despliegue de esa compañía e
incluso protestaron anoche en el Microcentro.
Uber intenta poner los pies en Argentina a través de una
convocatoria que realizó en un hotel céntrico orientada a personas mayores de
21 años, con licencia de conducir y un automóvil en condiciones para
convertirse en empleados de esa firma que ideó una plataforma que conecta
pasajeros con choferes a través de una aplicación para celulares. Hubo
alrededor de cinco mil interesados que se acercaron por la propuesta.
Conocido el punto de encuentro de la empresa con los
eventuales interesados, los taxistas se juntaron a reclamar frente al hotel de
la avenida de Mayo para rechazar el despliegue del servicio en la Ciudad y hubo
gritos, insultos y hasta algunas piedras volaron contra los vidrios del
edificio.
“Estos son ladrones que vienen a robar el mercado, que no
juegan con mismas reglas”, se quejó Alberto Rodríguez, secretario de la
Asociación de Taxistas de Capital, citado por el diario La Nación.
A la convocatoria de Uber asistieron muchas personas, todos
hombres, muchos de los cuales fueron taxistas o remiseros, con un promedio de
edad de 50 años.
También manifestó su rechazo el secretario General del
Sindicato de Peones de Taxis de Buenos Aires, Omar Viviani, que advirtió que no
dejarán que Uber se instale “bajo ningún concepto”. “Como esto es todo
tecnología, ahora han contratado algunos CEO para ver si arman el servicio.
Pero con nosotros van a tener inconvenientes porque no lo vamos a permitir”, sostuvo
el dirigente.
El gremialista anticipó en declaraciones radiales que el 6
de abril próximo los taxistas realizarán una asamblea, en la que se declararán
en “estado de alerta y movilización”. Y comentó que “las empresas de radiotaxi
tienen aplicaciones que han hecho ellos mismos. Es decir que si usted quiere,
con una aplicación solicitar un auto en cualquier esquina de la Ciudad de
Buenos Aires, lo puede hacer. Acá lo que quieren es desregular todo el sistema”.
Asimismo, Viviani aseguró que “el Gobierno Nacional está en
contra de esto que propone Uber. De hecho, hay una ley en la Ciudad de Buenos
Aires que prohíbe la instalación de cualquier sistema que no sea por radiotaxi”.
Del lado de Uber, su gerenta de Comunicación para América
Latina, Rocío Paniagua, remarcó que el lanzamiento de Uber en Buenos Aires “es
inminente, porque es la gran ciudad de América latina en la que no tenemos
presencia todavía”.
“Es un mercado en el que tenemos grandes expectativas,
porque sabemos que hay muchas necesidades de movilidad, por ser una ciudad
grande”, expresó.
Además, en declaraciones a una radio, Paniagua explicó que
Uber “conecta a una persona que requiere un servicio de transporte privado con
otra que se lo puede ofrecer. Es como un Mercado Libre, pero de transporte”. “La
manera de pedir un Uber es mediante una aplicación de teléfono celular, a
través de la cual la persona se debe registrar con una cuenta de correo, una
tarjeta de crédito, y listo”, añadió.
El sistema se basa en el carpooling (de compartir autos)
pero no gratuito, sino que conecta a esas personas que necesitan viajar con
conductores particulares que se asocian a Uber y cobran por el servicio. Pero las
tarifas son más bajas que la de los taxis tradicionales, siendo uno de los
puntos en los que la compañía basa su expansión y motivo de queja de los
taxistas. Los conductores no necesitan pagar una licencia de taxi, como ocurre
en la prestación convencional.
La gerenta de Comunicaciones de Uber reconoció que “como es
un modelo completamente nuevo y distinto de lo que existe, esperamos que haya
un poquito de resistencia” cada vez que la empresa decide instalarse en una
determinada ciudad.
Uber fue lanzado en 2009 por dos emprendedores tecnológicos,
Travis Kalanick y Garrett Camp, en Estados Unidos, y rápidamente se expandió
por varios países del mundo, muchos de ellos de Latinoamérica. Actualmente
opera en más de 400 ciudades en decenas de naciones, según informa la empresa
en su sitio web.
El último fin de semana comenzó su proceso de instalación en
Argentina. A través de cuenta oficial de Twitter, la compañía convocó a
conductores y lanzó una fuerte campaña en los medios.
Pero no todo es tan simple: antes de operar formalmente en
la Ciudad, deberá gestionar un permiso administrativo del Gobierno porteño. De acuerdo
a una fuente del Ejecutivo capitalino, citada por la agencia de noticias Télam,
“existe una ley que regula el funcionamiento de los taxis y de las empresas de
radiotaxis que detalla que cualquier persona puede pedir un vehículo de
alquiler por teléfono pero para ello la empresa debe cumplir ciertos requisitos
como poseer un local físico, una antena para hacer las radiollamadas, empleados
y una flota de un número determinado de autos”.
“El tema de Uber hace rato que se viene conversando, hoy
salió a la luz porque la empresa lanzó la convocatoria pero su funcionamiento
sería ilegal porque no cumple con esta ley que regula a las empresas. En las
conversaciones que mantuvimos adujeron que ellos son una empresa de tecnología
y no de transporte, con lo cual dimos por terminadas las conversaciones”,
precisó la fuente.
A su vez, dejó en claro que el taxi “reúne ciertas características
de seguridad que son aceptadas por el 70 por ciento de los porteños y Uber no
tiene estos requisitos y funcionar sin un marco regulatorio es ilegal”.
En la región, el servicio que brinda esa aplicación ya está
presente en ciudades de Brasil, México, Colombia, Uruguay, Perú y Chile. Y en
casi todos los lugares en los que desembarcó, fue polémico y tuvo
inconvenientes con los gobiernos y con los taxistas.
El director del Observatorio Vial Latinoamerican (Ovilam),
Fabián Pons, destacó que en ciudades como Santiago de Chile, Montevideo, Bogotá
o México DF, además de contar con servicio de colectivos, taxis y remises, la
app se ha implementado con gran éxito.
Y detalló “un dato no menor, que el 30 por ciento de los
usuarios han respondido que el principal motivo por el que eligen estas
plataformas es la seguridad personal y un 70 por ciento han colocado este
atributo entre los tres primeros a la hora de tomar su decisión de uso”.
Nota con despachos de agencias Noticias Argentinas y Télam
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