Manifestantes ingresaron por la fuerza a la dependencia policial y
provocaron destrozos luego de que se conociera la muerte de Brian. Un grupo de
vecinos se reúne con el ministro de Justicia y porteño, Martín Ocampo.

La muerte de Brian Aguinaco, el adolescente de 14 años
baleado el sábado por motochorros en Flores que estaba internado en el hospital
de niños Ricardo Gutiérrez hasta ayer pasado el mediodía, cuando se conoció el
lamentable desenlace, fue la gota que rebalsó el vaso. Y por segundo día
consecutivo, vecinos se manifestaron en la puerta de la Comisaría 38ª, que
tiene jurisdicción en la zona, para reclamar más seguridad y justicia en el
barrio. La situación de tensión fue creciendo al punto de que un grupo
ingresó, tuvo tomada la seccional durante algunas horas y provocó destrozos
hasta que pasada la medianoche el personal policial la desalojó con gases
lacrimógenos e Infantería custodio el ingreso a la dependencia.
La protesta frente la comisaría 38, ubicada en Esteban
Bonorino 258, se desató porque los vecinos piden más seguridad ante la ola de
robos que padecen. Los crímenes contra Brian, que murió ayer, y otro sufrido
por Pascual Mollo, otro habitante de la zona semanas atrás, colmaron la
paciencia. Acusaron a la seccional de “liberar la zona”, ya que afirmaron que
los delincuentes y motochorros “son siempre los mismos”. “La Policía sabe donde
están los talleres clandestinos, quiénes distribuyen paco, dónde se vende la
droga. La Policía es cómplice de los narcos en este barrio que ya se transformó
en un infierno”, dijo un vecino en declaraciones al canal de cable Todo Noticias.
Además, reclamaron la presencia de funcionarios de la Ciudad
aunque, en una medida que buscó calmar los ánimos, el Ministerio de Justicia y
Seguridad porteño armó un comité de crisis para darle respuesta a los vecinos y
organizar una tarea en conjunto para combatir el delito.
Los incidentes tuvieron lugar dentro de la seccional 38ª de
la Policía de la Ciudad, luego de que un grupo de vecinos ingresara por la
fuerza a los gritos, insultos y rompiendo objetos de la dependencia. Los
destrozos cesaron con el correr de los minutos y los manifestantes salieron de
la sede policial, pero continuaron los cantos y la protesta. “Que se vayan
todos, que no quede ni uno solo”, “son todos corruptos”, fueron algunas de las
frases que se escucharon. También dirigieron insultos a la ministra de
Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.
Los vecinos permanecieron hasta pasada la medianoche en los
alrededores de la comisaría, y convocaron para hoy a las 19 a una nueva marcha
en la puerta de la dependencia al grito de “se siente, se siente, Brian está
presente”. Además, convocan por redes sociales que esta noche, a la misma hora,
a concentrarse en las puertas de la Comuna 7, perteneciente a Flores, ubicada
en avenida Rivadavia 7202, para continuar con la protesta y que “las
autoridades tomen conciencia”.
Los familiares del chico asesinado pidieron “por favor a los
vecinos que se retiren de la comisaría” para evitar más incidentes. “Los que
somos vecinos de Flores nos vamos, los que se quedan son políticos”, dijo en
los primeros minutos de hoy un pariente de Brian en la puerta de la seccional
tras la firma de un acuerdo con el comisario inspector Manuel Monzón, quien es
jefe de la Circunscripción VIII pero también se hace cargo de la Circunscripción
VI. Y una comisión de diez vecinos se reúne con el ministro de Justicia y
Seguridad porteño, Martín Ocampo, y otras autoridades de la Ciudad en la sede
de la cartera que encabeza el funcionario.
Según señalaron fuentes policiales, entre los manifestantes
había “barrabravas de San Lorenzo y Deportivo Español que actuaron con suma
violencia” dentro de la dependencia. Por otra parte, manifestantes agredieron a
los periodistas de Todo Noticias
Ignacio González Prieto y Javier Fabracci.
El Gobierno porteño tardó en reaccionar. El ministro Ocampo había
sostenido, durante los incidentes en la comisaría en Flores y antes de que
confirmara que iba a recibir a los vecinos hoy en la sede de la cartera que
encabeza que el clima “no está dado para presentarse en el lugar” y dejó en
claro que “los cambios no son mágicos ni se dan de un año a otro”.
Las estadísticas del delito en Flores dan cuenta de que es
el barrio con más asesinatos en ocasión de robo. El funcionario señaló que “son
del año pasado”. Y expresó que “el delito no se soluciona cometiendo delitos
sino trabajando en políticas de largo plazo. Hay que encarar cualquier tipo de
manifestación en el marco de la ley, no tomando una comisaría”.
El domingo también hubo una concentración de vecinos en las
puertas de la comisaría 38ª, que fue menos virulenta pero un grupo rompió
vidrios dentro del lugar cuando pedían ser recibidos por el comisario y no
lograron ser atendidos.
El crimen de Brian
El hecho ocurrió el sábado por la tarde, a horas de la
Nochebuena, cuando dos motochorros le robaron la mochila a una mujer que estaba
en la vereda, en el cruce de las calles Asamblea y Robertson, a pocas cuadras
del ingreso a la villa 1-11-14, una de las zonas más peligrosas de la Capital y
con mayor índice de homicidios de toda la Ciudad, según el último informe
estadístico difundido por el Instituto de Investigadores del Poder Judicial. En
ese momento pasaron en auto Brian y su abuelo, que iban a cortarse el pelo,
pero los ladrones pensaron que los estaban persiguiendo y les dispararon. Una
de las balas impactó en la cabeza del chico de 14 años, que iba en el asiento
del acompañante.
Sin embargo, las versiones sobre el contexto de los disparos
no son coincidentes, porque algunos personas señalan que el anciano intentó
detener a los motochorros y encerrarlos con su vehículo.
El menor fue trasladado al hospital Piñero, donde fue operado
a raíz de las heridas por el balazo, y luego fue derivado al hospital de Niños
Ricardo Gutiérrez. Estaba con muerte cerebral. Ayer al mediodía se decidió
desconectarlo del respirador artificial, ya que médicamente no había más nada
que hacer por su vida.
Respecto al marco de la causa, el fiscal de instrucción porteño 35, Ignacio
Mahiques, ordenó el secuestro de cámaras de seguridad que pudieran haber
captado el momento del hecho, como también del ingreso de los asaltantes a la
Villa 1-11-14 o al Barrio Rivadavia.
Los investigadores secuestraron en el lugar una vaina
servida calibre 9 milímetros. Además, secuestraron el auto del abuelo del chico
baleado, un Renault 19, además de haberle tomado declaración para intentar
obtener mayores precisiones sobre los delincuentes.
Nota con despachos de agencias Noticias Argentinas y Télam
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