La medida de fuerza causó enormes trastornos en el tránsito y provocó serias complicaciones para los que se trasladaban a sus trabajos. El Gobierno anunció ayer un principio de acuerdo con la CGT al elevar el mínimo no imponible de Ganancias a 37 mil pesos brutos para trabajadores casados.
Ayer,
moverse por la Ciudad era prácticamente una misión imposible. Los servicios de
colectivos, trenes, subtes, Premetro y los vuelos estuvieron paralizados ayer
desde bien temprano en la mañana hasta pasado el mediodía, a raíz de una serie
de “asambleas informativas” realizadas por los gremios enrolados en la
Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), en reclamo de
modificaciones al impuesto a las Ganancias.
Dada la
magnitud de la medida de fuerza, que causó enormes trastornos en el tránsito en
los accesos y dentro de la Ciudad, y provocó serias complicaciones para todos
los que se trasladaban a sus trabajos.
La jornada
de protesta, que fue catalogada como “asambleas” para que el Ministerio de
Trabajo de la Nación no dictara la conciliación obligatoria, comenzó a las 4 y
en la mayoría de los servicios, a excepción de los colectivos, se extendió
hasta pasado el mediodía. El reclamo es para que los viáticos, horas extras,
nocturnidad y feriados no se vean alcanzados por el impuesto a las Ganancias.
Los
choferes de colectivos realizaron sus asambleas entre las 5 y las 7 y fueron
los primeros en recomponer los servicios de “acuerdo con los diagramas previstos”,
según precisó a la agencia Télam el secretario de prensa de la Unión
Tranviarios Automotor (UTA), Mario Calegari. Los subtes comenzaron a funcionar
minutos después del mediodía.
En los
aeropuertos, “no hubo vuelos nacionales ni internacionales desde las 4”,
informó el titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), y muy
lentamente comenzó a recuperarse el movimiento por la tarde. En el sector
portuario y ferroviario, la adhesión fue total.
La asamblea
principal se llevó a cabo en la terminal portuaria Río de la Plata, con la
presencia de los secretarios generales de la CGT, Juan Carlos Schmid, a su vez
titular de la CATT, y el secretario gremial de la central obrera y referente de
Camioneros, Pablo Moyano. Schmid manifestó su posición con relación a la
reforma del impuesto a las Ganancias: “No es la primera asamblea que hacemos
para hablar del impuesto que para nosotros tiene carácter confiscatorio, porque
atenta no sólo conta nuestros salarios sino también contra el crecimiento
económico”.
La CATT,
que agrupa a 22 gremios del sector, evaluó que la magnitud del acatamiento de
la medida de fuerza resultó un llamado de atención a nivel interno como
externo, en el universo sindical y político. Es que dio cuenta de una grieta
desde la unificación de la CGT y que Schmid, integrante del triunvirato que
conduce la central obrera, marcó distancia de los otros dos jefes, Héctor Daer
y Carlos Acuña, como también del gobierno del presidente Macri.
Schmid
aclaró ayer que el paro no fue “contra el Gobierno”, pero apuntó al Congreso, “donde
muchos se hacen los distraídos”. No obstante, la medida de fuerza marcó presión
al Gobierno en el marco de las negociaciones que mantenía con la CGT por las
modificaciones en Ganancias.
Ayer se
anunció un principio de acuerdo con los sindicalistas, ya que se elevo el mínimo
no imponible a 37 mil pesos brutos mensuales para los trabajadores casados y a 29.761
pesos para los solteros. También se acordó que horas extras de días no
laborables y feriados queden exentos, medida que alcanza a alquileres hasta el
40 por ciento con un tope de 4000 pesos mensuales de deducción (por ejemplo,
quien pague un alquiler de 5000 pesos, podría deducir 2000 por mes). Entre
otras medidas
El Gobierno
Nacional pondrá el acuerdo alcanzado con la CGT a revisión de los gobernadores –el
impuesto a las Ganancias es coparticipable entre las provincias- para luego
pasar al Congreso.
Nota con
despacho de agencia Télam
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