EN FOCO - Es un sistema vial que sacará el tránsito pesado y
los micros de larga distancia de esa zona de la Capital. Conectará las
autopistas Illia y Buenos Aires – La Plata. Además, se crearán nuevos espacios
verdes con una superficie equivalente a dos veces el Parque Lezama. Se prevé
que esté terminada para 2019. La lectura política del anuncio. Video.
Es un año electoral, y desde el Gobierno decidieron apostar
fuerte. El presidente, Mauricio Macri, junto al alcalde porteño, Horacio
Rodríguez Larreta, y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, pusieron en
marcha las obras para la construcción del Paseo del Bajo, la autopista
subterránea que conectará las autopistas Illia y Buenos Aires – La Plata,
frente a Puerto Madero, y un enorme parque lineal. Si bien el jefe de Estado
destacó los trabajos que se van a realizar, avisó que transitar por esa zona de
la Ciudad “va a ser un lío tremendo durante dos años y medio”, que es lo que se
estima que va a tardar su construcción.
El Paseo del Bajo tendrá más de seis kilómetros de extensión
conectando el norte y el sur de la Ciudad. Este sistema vial tendrá en gran
parte un diseño de trinchera abierta con cuatro carriles –dos en cada sentido-
por donde circulará exclusivamente el tránsito pesado, es decir, camiones y micros
de larga distancia, y tendrá conexiones con el Puerto y la terminal de ómnibus.
Irá entre Alicia Moreau de Justo y Huergo - Eduardo Madero, y en la zona de
Retiro circulará por la avenida Ramos Mejía, Antártida Argentina y Castillo.
Desde el sur hasta Perón será a cielo abierto, pero desde ahí quedará soterrada
y tendrá un pequeño desvío para no pasar por debajo del edificio Guardacostas,
el Instituto Tecnológico de Buenos Aires y el estadio Luna Park.
Al costado de la trinchera para vehículos pesados, sobre
Alicia Moreau de Justo y Huergo –Madero, se ubicarán los carriles para tránsito
liviano. Tendrá cuatro carriles con sentido norte y cuatro al sur (dos con
velocidad máxima de 60 kilómetros por hora y dos de 40 kilómetros por hora).
Así se evitará que los autos circulen al lado de camiones y micros.
Esta nueva organización vial mejorará notoriamente la
circulación diaria de más de 25 mil vehículos –de los cuales 10 mil son
camiones y micros-, se acortarán tiempos de viaje y aumentará la seguridad
vehicular y de los peatones. Además, se reducirá la contaminación visual,
sonora y por emisiones de gases ya que el transporte pesado irá en trinchera y
no tendrán semáforos para detenerse.
Asimismo, el Paseo del Bajo contempla la creación de nuevos
espacios verdes con una superficie equivalente a dos veces el Parque Lezama,
que estarán ubicados a los costados de los carriles para vehículos livianos y
sobre la trinchera para tránsito pesado, que en total tendrá 60 mil metros
cuadrados. Y se crearán nuevas ciclovías para fomentar la recreación y la
movilidad sustentable en la zona.
El Presidente subrayó que este sistema vial es “una obra
fundamental” ya que la producción agropecuaria podrá llegar más fácil al Puerto
de Buenos Aires y también permitirá “generar trabajo del bueno”. Pero reconoció
que la obra, que se extenderá hasta mediados de 2019, traerá problemas en la
circulación en la zona del bajo porteño. “Es impresionante, va a ser un lío
tremendo la Ciudad durante dos años y medio”, pero a su vez dijo que “cuando se
termine, le cambia la vida a todos”.
En ese sentido, añadió: “Cuando se termine, esta obra
funcionando va a generar nuevos trabajos para millones de argentinos, y eso es
muy valioso. Me alegra que la hayamos puesto en marcha, me alegra que estemos
trabajando en conjunto desde el primer día”. Macri pidió “paciencia” e instó a
los porteños y bonaerenses que transitan por la zona que piensen en la
importancia que tendrán las obras a futuro porque “así todo pasa más rápido de
lo que uno imagina”, sostuvo.
Esta obra implicará que se eliminen todos los
estacionamientos que actualmente existen en la franja entre Huergo-Madero y
Alicia Moreau de Justo. También sacarán las canchas de fútbol y otras
instalaciones que hay en esos terrenos. Y el Tranvía de Puerto Madero, que no
funciona desde hace casi cinco años, será desamentelado.
Asimismo, habrá cortes y restricciones de tránsito,
empezarán “entre febrero y marzo”, de
acuerdo a lo que informó la empresa estatal AUSA, que tiene a cargo el
proyecto. Comenzarán en la zona de Retiro, por la calzada de la avenida Ramón
Castillo entre las calles 12 y 14, para hacer un paso bajo nivel ferroviario, como
también limitaciones de tráfico en distintos tramos del carril derecho de
Huergo – Madero mano norte, para remover unas instalaciones de gas.
Las obras modificarán la circulación de calles aledañas,
como los cruces que hay en Puerto madero desde Moreau de Justo hacia Huergo –
Madero, que dejarán de ser doble mano y tendrán sentido de a pares, uno por
sentido, como por ejemplo Estados Unidos e Independencia. A medida que los
trabajos avances, se habilitarán pasos provisorios para conectar el Bajo con Puerto
Madero.
Rodríguez Larreta definió la construcción del Paseo del Bajo
como “la obra más importante para la Ciudad, anunciada hace 50 años”, que “hoy
se puede llevar adelante gracias al trabajo en equipo con el Gobierno Nacional
y con el de la Provincia de Buenos Aires”.
Es que esta obra completará el anillo de circunvalación
de la Ciudad de Buenos Aires, ya que se puede rodear la Capital por la General
Paz y la avenida 27 de Febrero, pegada al Riachuelo, pero no hay una conexión
entre el sur y la autopista Illia, en Retiro.
El jefe de Gobierno porteño detalló que además la obra prevé
la construcción de un Parque Central en la franja lindante con Puerto Madero y
el Microcentro que va desde la avenida Belgrano hasta Corrientes.
Por las obras del Paseo del Bajo, se desembolsarán alrededor
de 650 millones de dólares que provendrán de fondos propios de la Nación y de
la Ciudad de Buenos Aires, que saldrá de la venta de terrenos ferroviarios en
Catalinas Norte, donde se autorizará la construcción e torres y de la última
manzana libre de Puerto Madero, donde ya quedó habilitada por ley la edificación
en altura. Y otra importante fuente de financiamiento es un préstamo
internacional de la Corporación Andina de Fomento (CAF).
El acto que tuvo en escena al Presidente junto a sus dos
principales gobernantes de su espacio tiene una lectura política en el arranque
del año, en los que se volverá a las urnas: en la Provincia de Buenos Aires
–principal distrito electoral del país- renovará 35 bancas en la Cámara de Diputados
y 3 en el Senado, mientras que la Ciudad elegirá 13 nuevos diputados nacionales
y renovará la mitad de las bancas en la Legislatura porteña.
Es por eso que Macri intensificará sus visitas al Conurbano
bonarense, y les pidió a Vidal, Rodríguez Larreta y a los funcionarios que
redoblen los esfuerzos en la gestión, sobre todo en materia de obra pública,
para poder mostrar hechos concretos en la campaña.
Nota con despachos de agencias Télam, Noticias Argentinas e información del diario Clarín
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