ESCENARIO –
Por la gran cantidad de personas que circulan a diario por la estación y
alrededores, es codiciada para poner unos tablones o tirar una manta en la
vereda. Para algunos es una oportunidad de trabajo, para otros es un negocio
que movilizó 3760 millones de pesos el año pasado.
La zona de
Once, que pertenece al barrio porteño de Balvanera, es donde se da la mayor
venta ilegal en la Ciudad de Buenos Aires, entre manteros y saladitas. En ese
diagnóstico coinciden la Confederación Argentina de la Empresa (CAME) y la
Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) a partir de diversos
relevamientos que realizaron las entidades.
Por la gran
cantidad de personas que circulan a diario por la estación Once y alrededores,
es una zona codiciada para poner unos tablones o tirar una manta en la vereda.
Para los puesteros, es una oportunidad de trabajo, que en algunos casos es por
cuenta propia, pero en otros resultan un eslabón más de un negocio millonario. Según
datos de la CAME y la Federación de Comercio e Industria de Buenos Aires
(FECOBA), en diciembre se identificaron 1.882 manteros en ese sector, donde la
venta ilegal movilizó 3760 millones de pesos el año pasado. Y concentra un
cuarto del total de lo que se gana por comercio clandestino en toda la Ciudad,
que en conjunto recaudó 14.825 millones de pesos en 2016.
“Detrás de
los manteros hay organizaciones mafiosas que ocupan ilegalmente el espacio
público y no pagan ningún tipo de impuestos, generan trabajo esclavo y
competencia desleal”, dicen desde la CAME, que ayer dio su “absoluto apoyo a
la Policía de la Ciudad, a los inspectores de Espacio Público y a los
funcionarios del Gobierno porteño”, que desalojaron a los puesteros que estaban
en la zona de Once.
Por su
parte, un informe de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), que se
conoció ayer mientras las autoridades porteñas negociaban con los manteros para
encontrar una solución al conflicto, coincide en que Once es el sector más
afectado por la presencia de puntos de venta ilegal, al registrar 493 puestos
en avenidas y calles, lo que representa el 25,3 por ciento de los 2.246 que se
detectaron en toda la Ciudad entre el 1° y el 30 de diciembre pasado.
De las diez
cuadras más afectadas por el comercio ilegal en Buenos Aires, cuatro
pertenecieron a la avenida Pueyrredón. Del total de la Ciudad, la cuadra más
perjudicada fue Pueyrredón al 200, donde se relevaron 142 puestos; el segundo
lugar fue para Pueyrredón al 300, con 94 stands, y completa el podio avenida
Corrientes al 2400, de acuerdo al relevamiento.
En toda la
Capital, los rubros más comercializados ilegalmente fueron “Indumentaria y
Calzado” y “Óptica, fotografía, relojería y joyería”, que abarcaron el 44,7 por
ciento y el 14,2 por ciento, respectivamente. El principal centro de venta
clandestina para esas categorías fue la estación Once de Septiembre.
Asimismo,
si bien las falsificaciones o pirtatería bajaron un 60 por ciento el año pasado
respecto a 2015 en todo el distrito, las avenidas Pueyrredón y Rivadavia, al
igual que el barrio porteño de Liniers, se posicionaron como las principales
zonas de venta de productos falsificados.
Si bien el
escenario da cuenta de que la venta ilegal está enquistada en la zona de Once,
la entidad concluyó en su informe que este tipo de comercio cayó en la Ciudad
un 38,6 por ciento en diciembre último respecto al mismo mes de 2015, pero
registró un alza del 21,6 por ciento con relación a noviembre último, por las
fiestas. No obstante, la CAC planteó que la baja interanual tuvo como origen la
“drástica reducción de la venta ilegal en la avenida Avellaneda”, donde el
Gobierno porteño desalojó a los puesteros y manteros y llevó que se pasara de
los 1011 puestos detectados en diciembre de 2015 a apenas 8 puestos en el mismo
mes de 2016.
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